Un padre no se puede sustituir por ninguna otra cosa
10 desventajas para los chicos y chicas que crecen en un hogar donde no hay un padre varón
El pasado mes de enero de 2015, durante una de sus catequesis de los miércoles sobre la familia, el Papa Francisco habló de cómo los niños que crecen sin un papá, sin un padre varón, sufren diversas heridas y desequilibrios. Incluso hijos que tienen a su padre físicamente en casa pueden sufrir algunas de ellas si lo perciben como alejado o ausente.
La necesidad de un padre, y los beneficios de la complementariedad y cooperación entre hombre y mujer en el matrimonio, han sido resaltados recientemente con estudios en mano, por una revisión estadística de 7 investigadores norteamericanos coordinados por Mark D. Regnerus.
Y no es ningún secreto que una visita a cualquier cárcel mostrará un porcentaje de reclusos que se educó sin padre absolutamente desproporcionado. En Estados Unidos, donde hay más estadísticas sobre el tema, un estudio del Departamento de Justicia en 2002 a partir de 7.000 presos reveló que el 39% de los reclusos se crió en hogares sin padre, sólo con su madre. Ese mismo año un estudio calculaba que un 38% de las familias con madre sola en EEUU vivía en pobreza (frente a un 8% de las familias compuestas por matrimonios casados). Las cifras hoy, 13 años después, serían peores.
Pero, ¿por qué los niños y niñas que crecen sin papá tienen tanta desventaja? En la web para padres AllProDad.com elaboran una lista de causas.
1. Equilibrio
“Fuimos creados para aprender y crecer como personas equilibradas. Los padres son magníficos. Las madres también. Papá es una pieza única en ese puzzle”.
2. Ser padres es un deporte de equipo
“Ni papá sabe mucho, ni mamá sabe tanto… pero juntos, usando sus dones complementarios, casi siempre consiguen hacerlo bastante bien”.
3. Mamá también lo pierde…
“No es que una mujer esté incompleta sin un hombre pero los hijos pierden el doble cuando no hay padre en casa, porque los niños cuyo padre ama elocuentemente a su madre tienen la ventaja de crecer con una madre amada por un buen hombre, y acda niño debería vivir en un hogar así”.
4. El padre es modelo para los chicos
Un muchacho necesita ver lo que significa ser un hombre. Un chico que ve “cosas de hombres en acción” por la casa día a día estará mejor equipado para la vida.
5. El padre es modelo para las chicas
La mayor parte de las chicas se casará algún día. Si no han visto, día a día, a un papá de la vida real, han perdido la oportunidad de valorar eso y saber qué es lo que han de buscar. [Lea también Las 5 cosas que una chica necesita escuchar a su padre]
6. La familia es un modelo de relación de amor
El amor es una gran fuerza en las relaciones. La familia es un lugar donde las dinámicas de amor entre un hombre y una mujer trabajan por sí mismas en el mundo real. El compromiso, la fidelidad, el perdón, la disciplina, la creencia… todas estas, y más, se despliegan ante los ojos del niño. Sin un papá esta parte tan importante de una familia simplemente no estará ahí para instruir al niño. No tener un padre presente en casa es una gran pérdida en ese sentido.
7. Papá es de confianza… también en noviazgos
Un joven que empieza a salir con chicas, y hasta el momento que cree su propia familia, puede contar con su padre como “best man” (compañero de confianza) para que le ayude en el laberinto emocional y social del amor.
8. Un padre aporta más tiempo de atención a los hijos
Por la métrica del tiempo, nada puede remplazar a un padre ausente. Mientras mamá hace las mil cosas que una mamá hace, un papá puede a menudo aportar esa atención que los hijos piden. Ni las mejores mamás pueden duplicarse y son limitadas en el tiempo y el espacio.
9. Que falte el padre se paga en inocencia
Si no está papá, la madre necesitará a alguien, y también los niños buscarán a alguien que cubra ese “hueco”. Eso tendrá un coste en inocencia.
10. Que falte el padre se paga en seguridad
Un padre suele hacerlo bien llevando la imagen de seguridad en la familia, aunque no sea especialmente fuerte físicamente, o aunque mamá sí lo sea. La seguridad que aporta papá es un tema de biología, es real, y un niño sin padre paga un precio intangible que se cobrará en falta de confianza.
Reducir riesgos sin padre
Por supuesto, el tema es mucho más complejo. Hay formas de reducir los riesgos cuando no hay padre en casa. Tíos, abuelos o hermanos mayores pueden aportar elementos positivos de modelo y masculinidad a un hogar sin padre.
Hay pedagogías que insisten en aportar un modelo de “hermano mayor” (como los scouts) que ayudan a mitigar la ausencia de padre. Incluso un padre en coma aporta algo de paternidad. Un padre que murió (en el mar, como bombero, en el ejército…) pero dejó un buen recuerdo sigue siendo un modelo… mientras que, por el contrario, ser concebido in vitro por un donante anónimo para una madre sin marido no aporta ninguna paternidad ni modelo. [Sobre el sufrimiento de los hijos de maternidad subrogada o in vitro lea aquí]
No hay duda de que un padre, incluso uno no especialmente bueno, es insustituible. Por eso insistía el Papa Franciso en enero de 2015: “Quisiera decir a todas las comunidades cristianas que debemos estar más atentos; la ausencia de la figura paterna en la vida de los pequeños y de los jóvenes produce lagunas y heridas que pueden ser también muy graves”.
La necesidad de un padre, y los beneficios de la complementariedad y cooperación entre hombre y mujer en el matrimonio, han sido resaltados recientemente con estudios en mano, por una revisión estadística de 7 investigadores norteamericanos coordinados por Mark D. Regnerus.
Y no es ningún secreto que una visita a cualquier cárcel mostrará un porcentaje de reclusos que se educó sin padre absolutamente desproporcionado. En Estados Unidos, donde hay más estadísticas sobre el tema, un estudio del Departamento de Justicia en 2002 a partir de 7.000 presos reveló que el 39% de los reclusos se crió en hogares sin padre, sólo con su madre. Ese mismo año un estudio calculaba que un 38% de las familias con madre sola en EEUU vivía en pobreza (frente a un 8% de las familias compuestas por matrimonios casados). Las cifras hoy, 13 años después, serían peores.
Pero, ¿por qué los niños y niñas que crecen sin papá tienen tanta desventaja? En la web para padres AllProDad.com elaboran una lista de causas.
1. Equilibrio
“Fuimos creados para aprender y crecer como personas equilibradas. Los padres son magníficos. Las madres también. Papá es una pieza única en ese puzzle”.
2. Ser padres es un deporte de equipo
“Ni papá sabe mucho, ni mamá sabe tanto… pero juntos, usando sus dones complementarios, casi siempre consiguen hacerlo bastante bien”.
3. Mamá también lo pierde…
“No es que una mujer esté incompleta sin un hombre pero los hijos pierden el doble cuando no hay padre en casa, porque los niños cuyo padre ama elocuentemente a su madre tienen la ventaja de crecer con una madre amada por un buen hombre, y acda niño debería vivir en un hogar así”.
4. El padre es modelo para los chicos
Un muchacho necesita ver lo que significa ser un hombre. Un chico que ve “cosas de hombres en acción” por la casa día a día estará mejor equipado para la vida.
5. El padre es modelo para las chicas
La mayor parte de las chicas se casará algún día. Si no han visto, día a día, a un papá de la vida real, han perdido la oportunidad de valorar eso y saber qué es lo que han de buscar. [Lea también Las 5 cosas que una chica necesita escuchar a su padre]
6. La familia es un modelo de relación de amor
El amor es una gran fuerza en las relaciones. La familia es un lugar donde las dinámicas de amor entre un hombre y una mujer trabajan por sí mismas en el mundo real. El compromiso, la fidelidad, el perdón, la disciplina, la creencia… todas estas, y más, se despliegan ante los ojos del niño. Sin un papá esta parte tan importante de una familia simplemente no estará ahí para instruir al niño. No tener un padre presente en casa es una gran pérdida en ese sentido.
7. Papá es de confianza… también en noviazgos
Un joven que empieza a salir con chicas, y hasta el momento que cree su propia familia, puede contar con su padre como “best man” (compañero de confianza) para que le ayude en el laberinto emocional y social del amor.
8. Un padre aporta más tiempo de atención a los hijos
Por la métrica del tiempo, nada puede remplazar a un padre ausente. Mientras mamá hace las mil cosas que una mamá hace, un papá puede a menudo aportar esa atención que los hijos piden. Ni las mejores mamás pueden duplicarse y son limitadas en el tiempo y el espacio.
9. Que falte el padre se paga en inocencia
Si no está papá, la madre necesitará a alguien, y también los niños buscarán a alguien que cubra ese “hueco”. Eso tendrá un coste en inocencia.
10. Que falte el padre se paga en seguridad
Un padre suele hacerlo bien llevando la imagen de seguridad en la familia, aunque no sea especialmente fuerte físicamente, o aunque mamá sí lo sea. La seguridad que aporta papá es un tema de biología, es real, y un niño sin padre paga un precio intangible que se cobrará en falta de confianza.
Reducir riesgos sin padre
Por supuesto, el tema es mucho más complejo. Hay formas de reducir los riesgos cuando no hay padre en casa. Tíos, abuelos o hermanos mayores pueden aportar elementos positivos de modelo y masculinidad a un hogar sin padre.
Hay pedagogías que insisten en aportar un modelo de “hermano mayor” (como los scouts) que ayudan a mitigar la ausencia de padre. Incluso un padre en coma aporta algo de paternidad. Un padre que murió (en el mar, como bombero, en el ejército…) pero dejó un buen recuerdo sigue siendo un modelo… mientras que, por el contrario, ser concebido in vitro por un donante anónimo para una madre sin marido no aporta ninguna paternidad ni modelo. [Sobre el sufrimiento de los hijos de maternidad subrogada o in vitro lea aquí]
No hay duda de que un padre, incluso uno no especialmente bueno, es insustituible. Por eso insistía el Papa Franciso en enero de 2015: “Quisiera decir a todas las comunidades cristianas que debemos estar más atentos; la ausencia de la figura paterna en la vida de los pequeños y de los jóvenes produce lagunas y heridas que pueden ser también muy graves”.
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