La campaña «40 Días por la Vida» ha salvado a más de 10.000 bebés del aborto en 8 años
Shawn Carney, director de la campaña 40 Días por la Vida, anunció que en los ocho años de existencia de la organización los voluntarios han ayudado a salvar 10 mil bebés y a sus madres del aborto.
40 Días Por la Vida es una campaña anual en la que voluntarios trabajan en las comunidades locales, amigos y familias, informando sobre las consecuencias del aborto. Su centro es la oración, pues tienen “un deseo de cooperar con Dios en llevar a cabo su plan de acabar con el aborto”.
Según indicó Carney el 23 de marzo, “desde que coordinamos por primera vez la campaña 40 Días por la Vida en 2007, hemos recibido reportes acumulativos de 10 mil bebés que están vivos hoy debido a que sus madres rechazaron el aborto y eligieron la vida”.
El director de 40 Días por la Vida señaló recientemente que solamente en la primera mitad de la campaña de este año se salvó a 181 bebés y mamás.
“Gloria a Dios porque estos niños estén vivos hoy, y estos son solo de los que los voluntarios locales conocen”, expresó el 9 de marzo.
Carney indicó que “muchas de estas mamás recibieron un testimonio de esperanza de parte de los voluntarios, parados bajo la lluvia helada, granizo o nieve”.
Entre los testimonios que comparte en la web de la campaña se encuentran dos de Birmingham, estado de Alabama (Estados Unidos), escrito por David Brandao, director de comunicaciones de 40 Días por la Vida.
“’Teníamos lluvia en esta mañana atareada’, dijo uno de los miembros del equipo en Birmingham, ‘¡Qué tal acera cubierta con oración y paraguas!’”.
Brandao señaló que “una mujer llegó y habló con uno de los voluntarios de oración. Tenía el aborto en mente, pero gradualmente comenzó a hablar”.
“Leyó la información que le dimos, pero aún entró (a la clínica de aborto) para su cita. Pero después de un rato, salió de nuevo… y siguió a los voluntarios al centro de ayuda del embarazo”.
“¡No tendrá un aborto!”, expresó con alegría David Brandao.
Brandao señaló otro caso de una mujer que “llegó y se paró a hablar en su camino al interior (de la clínica)… y le dijo a los participantes en la vigilia que el padre del bebé no quería que tenga un aborto. Él se había rehusado a ir con ella a la cita”.
“Tras más conversación –y algunas lágrimas– ella estaba pronta en su camino al centro de embarazo para conocer sobre opciones de afirmación de la vida”.
Brandao recordó que la mujer “había estado buscando una señal de Dios para no someterse al aborto. La visión de una acera llena de gente rezando fue justamente esa señal”.
Los esfuerzos de 40 Días por la Vida se concentran en la permanente oración por la vida. “Rezar fuera de una clínica de aborto. Rezar en la iglesia. Rezar en el trabajo. Rezar en el auto. Rezar en casa con tu familia”, explican en su sitio web.
40 Días Por la Vida es una campaña anual en la que voluntarios trabajan en las comunidades locales, amigos y familias, informando sobre las consecuencias del aborto. Su centro es la oración, pues tienen “un deseo de cooperar con Dios en llevar a cabo su plan de acabar con el aborto”.
Según indicó Carney el 23 de marzo, “desde que coordinamos por primera vez la campaña 40 Días por la Vida en 2007, hemos recibido reportes acumulativos de 10 mil bebés que están vivos hoy debido a que sus madres rechazaron el aborto y eligieron la vida”.
El director de 40 Días por la Vida señaló recientemente que solamente en la primera mitad de la campaña de este año se salvó a 181 bebés y mamás.
“Gloria a Dios porque estos niños estén vivos hoy, y estos son solo de los que los voluntarios locales conocen”, expresó el 9 de marzo.
Carney indicó que “muchas de estas mamás recibieron un testimonio de esperanza de parte de los voluntarios, parados bajo la lluvia helada, granizo o nieve”.
Entre los testimonios que comparte en la web de la campaña se encuentran dos de Birmingham, estado de Alabama (Estados Unidos), escrito por David Brandao, director de comunicaciones de 40 Días por la Vida.
“’Teníamos lluvia en esta mañana atareada’, dijo uno de los miembros del equipo en Birmingham, ‘¡Qué tal acera cubierta con oración y paraguas!’”.
Brandao señaló que “una mujer llegó y habló con uno de los voluntarios de oración. Tenía el aborto en mente, pero gradualmente comenzó a hablar”.
“Leyó la información que le dimos, pero aún entró (a la clínica de aborto) para su cita. Pero después de un rato, salió de nuevo… y siguió a los voluntarios al centro de ayuda del embarazo”.
“¡No tendrá un aborto!”, expresó con alegría David Brandao.
Brandao señaló otro caso de una mujer que “llegó y se paró a hablar en su camino al interior (de la clínica)… y le dijo a los participantes en la vigilia que el padre del bebé no quería que tenga un aborto. Él se había rehusado a ir con ella a la cita”.
“Tras más conversación –y algunas lágrimas– ella estaba pronta en su camino al centro de embarazo para conocer sobre opciones de afirmación de la vida”.
Brandao recordó que la mujer “había estado buscando una señal de Dios para no someterse al aborto. La visión de una acera llena de gente rezando fue justamente esa señal”.
Los esfuerzos de 40 Días por la Vida se concentran en la permanente oración por la vida. “Rezar fuera de una clínica de aborto. Rezar en la iglesia. Rezar en el trabajo. Rezar en el auto. Rezar en casa con tu familia”, explican en su sitio web.
Comentarios