El Sínodo de la Familia acoge varias propuestas de Fundación Madrina para sanar familias rotas
La Fundación Madrina, fue llamada a Roma en noviembre de 2014 por el Pontificio Consejo de la Familia, para aportar soluciones y preparar el Sínodo de la familia de 2015.
Junto con otras instituciones aportaron ideas y soluciones a los problemas de la familia, la persona y la vida en la sociedad actual; y todas ellas serán presentadas al Sínodo de los obispos en octubre de este año.
Como entidad consultora del Pontificio Consejo de la familia, fue bien acogida la experiencia de la Fundación con las familias, especialmente con madres adolescentes, y aportó, junto con otros grupos, 13 medidas básicas de apoyo a la familia y la vida, con el propósito de preparar el Congreso de Movimientos en enero de 2015.
Aumento de madres adolescentes
Como muchas familias están rotas, cada son más los niños que necen de madres adolescentes, “buscan amar y ser amadas, formar la familia que no han tenido”.
La Fundació Madrina señala que "como reacción a esta sociedad que ejerce violencia hacia los niños no nacidos, las adolescentes forman estas familias a veces con la persona equivocada, por ello deben ser acogidas desde la familia y voluntario especializado".
Asimismo, Madrina considera que "la Iglesia tiene que ser la familia que acoja a estas nuevas familias, principalmente contamos lo que hacemos en el SAMI (Servicio de Acogida y Atención a la Mujer e Infancia), que busca una intervención integral, clínica, social, laboral, formativa y pastoral".
Los responsables de Madrina subrayan que "nuestras propuestas van en la línea del acompañamiento físico con madrinas, padrinos, familias y abuelos; y también el acompañamiento espiritual con sacerdotes especializados en este tipo de problemática, ejerciendo el ministerio del buen samaritano. Se tiene que promover que desde las familias sanas se abran a acoger a estas familias enfermas o a punto de quebrar".
"Hablamos de una nueva `ecología de la familia´. La infancia y la maternidad deben ser un patrimonio de la humanidad, y la Iglesia debe defenderlas frente a su mercantilización. La maternidad y la infancia se han convertido en una nueva “commodity” de la sociedad moderna, un recurso escaso que se compra y se vende. No todas las mujeres se pueden permitir ser madres porque implica muchos gastos, y se mercantiliza con la reproducción artificial, el pago en las adopciones internacionales, cuando debería ser un derecho del menor, el aborto, entre otros. Se mueve mucho dinero y no va hacia la protección de la familia y del infante".
"Igualmente, se ha hablado de las heridas que presentan las jóvenes madres y adolescentes, como el rechazo desde el seno materno, el abuso en la infancia, la violación, la prostitución, el aborto, incluso la adopción… muchas jóvenes adoptadas al quedarse embarazadas sufren la exclusión de su familia… estas heridas no se pueden curar sólo con atención clínica -médicos y psicólogos-; deben ser acompañadas por voluntariado especializado y el apoyo de sacerdotes que administran los sacramentos y los sacramentales, incluso de liberación y sanación. Hay que cuidar esto mucho. Hemos pedido que haya un rito anterior al bautismo, la presentación del bebé en el seno materno al Señor. También que, en el sacramento de la reconciliación, se aconsejen más veces obras de caridad en la Iglesia y en proyectos como el nuestro, que apoya a la familia".
"Hemos planteado que las parroquias sean `santuarios de vida´, que estén abiertas a la obra del espíritu y que la base de la pastoral de la familia y la vida sea la Eucaristía y la adoración. Es muy importante también la consagración a la Virgen, y en especial la devoción a la Virgen de Guadalupe, que tiene que ser la base para la unidad de la familia. También sugerimos que en las distintas diócesis haya comisiones de seguimiento con distintas entidades que trabajan sobre el terreno en la familia y la vida".
La labor de la Fundación Madrina
Fundación Madrina atiende a madres adolescentes desde los 14 años, familias con hasta 10 hijos, incluso hay familias con trillizos y gemelos. Todos ellos son usuarios de la Fundación Madrina que carecen de los recursos mínimos para vivir. A todos ellos, la Fundación Madrina les ha venido ofreciendo su apoyo y atención de alimentos, alojamiento, y formación para el empleo.
Durante el año 2014 se han cuadriplicado los casos de familias en vulnerabilidad social y especialmente españolas.
Junto con otras instituciones aportaron ideas y soluciones a los problemas de la familia, la persona y la vida en la sociedad actual; y todas ellas serán presentadas al Sínodo de los obispos en octubre de este año.
Como entidad consultora del Pontificio Consejo de la familia, fue bien acogida la experiencia de la Fundación con las familias, especialmente con madres adolescentes, y aportó, junto con otros grupos, 13 medidas básicas de apoyo a la familia y la vida, con el propósito de preparar el Congreso de Movimientos en enero de 2015.
Aumento de madres adolescentes
Como muchas familias están rotas, cada son más los niños que necen de madres adolescentes, “buscan amar y ser amadas, formar la familia que no han tenido”.
La Fundació Madrina señala que "como reacción a esta sociedad que ejerce violencia hacia los niños no nacidos, las adolescentes forman estas familias a veces con la persona equivocada, por ello deben ser acogidas desde la familia y voluntario especializado".
Asimismo, Madrina considera que "la Iglesia tiene que ser la familia que acoja a estas nuevas familias, principalmente contamos lo que hacemos en el SAMI (Servicio de Acogida y Atención a la Mujer e Infancia), que busca una intervención integral, clínica, social, laboral, formativa y pastoral".
Los responsables de Madrina subrayan que "nuestras propuestas van en la línea del acompañamiento físico con madrinas, padrinos, familias y abuelos; y también el acompañamiento espiritual con sacerdotes especializados en este tipo de problemática, ejerciendo el ministerio del buen samaritano. Se tiene que promover que desde las familias sanas se abran a acoger a estas familias enfermas o a punto de quebrar".
"Hablamos de una nueva `ecología de la familia´. La infancia y la maternidad deben ser un patrimonio de la humanidad, y la Iglesia debe defenderlas frente a su mercantilización. La maternidad y la infancia se han convertido en una nueva “commodity” de la sociedad moderna, un recurso escaso que se compra y se vende. No todas las mujeres se pueden permitir ser madres porque implica muchos gastos, y se mercantiliza con la reproducción artificial, el pago en las adopciones internacionales, cuando debería ser un derecho del menor, el aborto, entre otros. Se mueve mucho dinero y no va hacia la protección de la familia y del infante".
"Igualmente, se ha hablado de las heridas que presentan las jóvenes madres y adolescentes, como el rechazo desde el seno materno, el abuso en la infancia, la violación, la prostitución, el aborto, incluso la adopción… muchas jóvenes adoptadas al quedarse embarazadas sufren la exclusión de su familia… estas heridas no se pueden curar sólo con atención clínica -médicos y psicólogos-; deben ser acompañadas por voluntariado especializado y el apoyo de sacerdotes que administran los sacramentos y los sacramentales, incluso de liberación y sanación. Hay que cuidar esto mucho. Hemos pedido que haya un rito anterior al bautismo, la presentación del bebé en el seno materno al Señor. También que, en el sacramento de la reconciliación, se aconsejen más veces obras de caridad en la Iglesia y en proyectos como el nuestro, que apoya a la familia".
"Hemos planteado que las parroquias sean `santuarios de vida´, que estén abiertas a la obra del espíritu y que la base de la pastoral de la familia y la vida sea la Eucaristía y la adoración. Es muy importante también la consagración a la Virgen, y en especial la devoción a la Virgen de Guadalupe, que tiene que ser la base para la unidad de la familia. También sugerimos que en las distintas diócesis haya comisiones de seguimiento con distintas entidades que trabajan sobre el terreno en la familia y la vida".
La labor de la Fundación Madrina
Fundación Madrina atiende a madres adolescentes desde los 14 años, familias con hasta 10 hijos, incluso hay familias con trillizos y gemelos. Todos ellos son usuarios de la Fundación Madrina que carecen de los recursos mínimos para vivir. A todos ellos, la Fundación Madrina les ha venido ofreciendo su apoyo y atención de alimentos, alojamiento, y formación para el empleo.
Durante el año 2014 se han cuadriplicado los casos de familias en vulnerabilidad social y especialmente españolas.
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