«Ni las izquierdas ni las derechas apoyan de verdad a la familia», constata el arzobispo Sebastián
Ni izquierdas ni derechas ayudan hoy a la familia: así lo asegura el arzobispo emérito Fernando Sebastián, que será creado cardenal este fin de semana en Roma, en un artículo escrito para el número de marzo de la revista Palabra (www.palabra.es) y adelantado por Europa Press, que lleva por título ´Primero la familia´, con motivo del Consistorio Extraordinario de cardenales que se celebrará desde este jueves hasta el viernes para reflexionar sobre el tema de la familia.
"Por ahora no podemos esperar que las instituciones políticas apoyen de verdad a la familia, ni las de izquierda ni las de derechas. La vida política y la gran mayoría de los políticos, de izquierdas o de derechas, están dominados por esa cultura de la provisionalidad, del bienestar individualista, del oportunismo relativista y sin principios", asegura.
En este sentido, apunta que "no parece" que los políticos estén preocupados por fortalecer los fundamentos de la vida matrimonial y familiar.
"Tendría que ser un objetivo central de unos gobernantes sensibles y honestos en el servicio a la sociedad, si los tuviésemos", precisa.
Nociones antropológicas "muy justitas"
En lugar de eso, según añade, "la izquierda se preocupa sólo de aumentar ciegamente algunas libertades, hasta límites inmorales e inhumanos" para divorciarse "con facilidad", para abortar, para volverse a casar, mientras "las derechas piensan poco en la familia" pues, "de momento, se dedican a la economía" y, "en general, actúan con unas nociones antropológicas muy justitas".
Por otra parte, apunta que "hay muchas cosas que presionan en este mundo en contra de la familia".
Así, señala que cuando un hombre y una mujer deciden casarse "necesitan una casa en propiedad o en alquiler, un trabajo seguro y uno o dos sueldos que les permitan vivir a la vez que van pagando los préstamos" y "tienen que pensar en los hijos que puedan venir en pocos años".
Cuando esto no está claro, según añade, llegan "los retrasos excesivos o los proyectos de vida distorsionados por la fuerza del dinero, matrimonios sin hijos o con hijos retrasados y escasos, convivencia insuficiente y a veces molesta, poca atención a la educación de los hijos, y muchas veces enfriamiento entre los esposos, discusiones, desengaños y separación".
Además, monseñor Sebastián recuerda que en España han aumentado las parejas de hecho, "con muy poca estabilidad"; que los matrimonios celebrados civilmente son "más" que los matrimonios religiosos; y que las separaciones están "por encima del 50%". A su juicio, esta situación crea "un clima de inseguridad, provisionalidad, individualismo y desconfianza que hacen muy difícil la estabilidad".
Cursillos matrimoniales "de última hora"
Ante esta realidad, el arzobispo emérito de Pamplona y Tudela pide a los católicos "abrir espacios en donde los jóvenes puedan nacer, crecer y vivir en la cultura del amor, de la confianza y de la generosidad" para así "hacer frente a la fuerza disgregadora del laicismo que está arruinando la mente y la vida de tantos cristianos".
Asimismo, destaca la importancia de los cursos prematrimoniales, por lo que reclama una mayor atención a la formación del futuro matrimonio.
"Querer hacer familias cristianas en este mundo con tres conferencias dadas a última hora a unos jóvenes que llevan ya años alejados de la Iglesia es un deseo imposible. Tenemos que comenzar mucho antes. Y con más seriedad", asevera.
Lea también, sobre la actitud de los políticos españoles ante la familia: Informe Lunacek, ingeniería antifamilia: así votaron los eurodiputados españoles
"Por ahora no podemos esperar que las instituciones políticas apoyen de verdad a la familia, ni las de izquierda ni las de derechas. La vida política y la gran mayoría de los políticos, de izquierdas o de derechas, están dominados por esa cultura de la provisionalidad, del bienestar individualista, del oportunismo relativista y sin principios", asegura.
En este sentido, apunta que "no parece" que los políticos estén preocupados por fortalecer los fundamentos de la vida matrimonial y familiar.
"Tendría que ser un objetivo central de unos gobernantes sensibles y honestos en el servicio a la sociedad, si los tuviésemos", precisa.
Nociones antropológicas "muy justitas"
En lugar de eso, según añade, "la izquierda se preocupa sólo de aumentar ciegamente algunas libertades, hasta límites inmorales e inhumanos" para divorciarse "con facilidad", para abortar, para volverse a casar, mientras "las derechas piensan poco en la familia" pues, "de momento, se dedican a la economía" y, "en general, actúan con unas nociones antropológicas muy justitas".
Por otra parte, apunta que "hay muchas cosas que presionan en este mundo en contra de la familia".
Así, señala que cuando un hombre y una mujer deciden casarse "necesitan una casa en propiedad o en alquiler, un trabajo seguro y uno o dos sueldos que les permitan vivir a la vez que van pagando los préstamos" y "tienen que pensar en los hijos que puedan venir en pocos años".
Cuando esto no está claro, según añade, llegan "los retrasos excesivos o los proyectos de vida distorsionados por la fuerza del dinero, matrimonios sin hijos o con hijos retrasados y escasos, convivencia insuficiente y a veces molesta, poca atención a la educación de los hijos, y muchas veces enfriamiento entre los esposos, discusiones, desengaños y separación".
Además, monseñor Sebastián recuerda que en España han aumentado las parejas de hecho, "con muy poca estabilidad"; que los matrimonios celebrados civilmente son "más" que los matrimonios religiosos; y que las separaciones están "por encima del 50%". A su juicio, esta situación crea "un clima de inseguridad, provisionalidad, individualismo y desconfianza que hacen muy difícil la estabilidad".
Cursillos matrimoniales "de última hora"
Ante esta realidad, el arzobispo emérito de Pamplona y Tudela pide a los católicos "abrir espacios en donde los jóvenes puedan nacer, crecer y vivir en la cultura del amor, de la confianza y de la generosidad" para así "hacer frente a la fuerza disgregadora del laicismo que está arruinando la mente y la vida de tantos cristianos".
Asimismo, destaca la importancia de los cursos prematrimoniales, por lo que reclama una mayor atención a la formación del futuro matrimonio.
"Querer hacer familias cristianas en este mundo con tres conferencias dadas a última hora a unos jóvenes que llevan ya años alejados de la Iglesia es un deseo imposible. Tenemos que comenzar mucho antes. Y con más seriedad", asevera.
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