Los obispos de Colombia piden que se respete el derecho de los menores a tener un padre y una madre
La Conferencia Episcopal Colombiana (CEC), llamó a la Corte Constitucional a respetar el derecho de tener una familia “conformada por un padre y una madre, de sexos biológicamente distintos y complementarios”, tal como también establece el ordenamiento jurídico nacional.
A través de un comunicado con fecha 18 de noviembre, los obispos se refirieron al próximo fallo que la Corte emitirá sobre la adopción de menores por personas del mismo sexo, específicamente al caso de una tutela interpuesta desde el año 2009 por dos mujeres lesbianas que buscan que la hija concebida por una de ellas, por inseminación artificial, pueda ser adoptada por su pareja.
La Iglesia acoge a todos
“Es necesario evidenciar que la Iglesia Católica en Colombia está profundamente interesada en que sean reconocidos y tutelados los legítimos derechos de todos los ciudadanos, sin discriminación alguna. Con amor de madre, la Iglesia acoge a todos los hombres y mujeres, sea cual sea su condición, consciente de que, con independencia de su orientación e incluso del comportamiento sexual, toda persona goza de la misma dignidad ante Dios y ante el Estado”, indicaron.
Señalaron que precisamente “por respeto a esa dignidad, de la que emanan todos los derechos fundamentales de la persona”, la Iglesia “se opone a que los niños y niñas puedan ser confiados en adopción a parejas conformadas por personas del mismo sexo”.
Tutela de los menores, deber inexcusable
La tutela de la integridad física, psicológica y moral de los menores “es un deber inexcusable, que las instituciones del Estado deben asumir con responsabilidad e independencia frente a la creciente influencia de la ideología de género y las presiones de algunos medios de comunicación y grupos de interés”.
“La adopción, en el derecho internacional y en nuestra legislación, es considerada como una medida de protección al menor (cf. art. 61, Código de la Infancia) y nunca como un ‘derecho’ de los adoptantes, sean éstos homosexuales o no. Plantear jurídicamente la cuestión como un ‘problema de discriminación’, supone hacer pasar por encima de los derechos prevalentes del menor, las reivindicaciones de quienes desean adoptar”, expresó la CEC.
Lo que dice la Constitución
En ese sentido, le recordaron a la Corte su deber de respetar el artículo 42 de la Constitución que establece el derecho de los menores a tener una familia “fundada en el amor y el compromiso entre un hombre y una mujer”. La Corte, advirtieron, “no está capacitada para legislar o para modificar los preceptos constitucionales” y por tanto “no hay lugar a interpretaciones equívocas” con respecto a este derecho de los niños.
Asimismo, recordaron que “la inmensa mayoría de los colombianos” se han manifestado contra la adopción de menores por parte de parejas del mismo sexo y que existen “serias investigaciones que ponen en evidencia dudas y reservas sobre la idoneidad de las parejas homosexuales para brindar a los menores de edad un adecuado espacio de desarrollo psicoafectivo y de integración social”.
Vigilantes y atentos
Por ello, la Iglesia en Colombia espera que los magistrados “tomen una decisión plenamente conforme a los valores ciudadanos y constitucionales, que fundan y enriquecen la convivencia de nuestra Nación”; y llamaron a “mantenerse vigilantes y atentos, prontos a defender la naturaleza auténtica de la familia y los derechos de los menores de edad, para que sean eficazmente tutelados por todas las instituciones del Estado”.
A través de un comunicado con fecha 18 de noviembre, los obispos se refirieron al próximo fallo que la Corte emitirá sobre la adopción de menores por personas del mismo sexo, específicamente al caso de una tutela interpuesta desde el año 2009 por dos mujeres lesbianas que buscan que la hija concebida por una de ellas, por inseminación artificial, pueda ser adoptada por su pareja.
La Iglesia acoge a todos
“Es necesario evidenciar que la Iglesia Católica en Colombia está profundamente interesada en que sean reconocidos y tutelados los legítimos derechos de todos los ciudadanos, sin discriminación alguna. Con amor de madre, la Iglesia acoge a todos los hombres y mujeres, sea cual sea su condición, consciente de que, con independencia de su orientación e incluso del comportamiento sexual, toda persona goza de la misma dignidad ante Dios y ante el Estado”, indicaron.
Señalaron que precisamente “por respeto a esa dignidad, de la que emanan todos los derechos fundamentales de la persona”, la Iglesia “se opone a que los niños y niñas puedan ser confiados en adopción a parejas conformadas por personas del mismo sexo”.
Tutela de los menores, deber inexcusable
La tutela de la integridad física, psicológica y moral de los menores “es un deber inexcusable, que las instituciones del Estado deben asumir con responsabilidad e independencia frente a la creciente influencia de la ideología de género y las presiones de algunos medios de comunicación y grupos de interés”.
“La adopción, en el derecho internacional y en nuestra legislación, es considerada como una medida de protección al menor (cf. art. 61, Código de la Infancia) y nunca como un ‘derecho’ de los adoptantes, sean éstos homosexuales o no. Plantear jurídicamente la cuestión como un ‘problema de discriminación’, supone hacer pasar por encima de los derechos prevalentes del menor, las reivindicaciones de quienes desean adoptar”, expresó la CEC.
Lo que dice la Constitución
En ese sentido, le recordaron a la Corte su deber de respetar el artículo 42 de la Constitución que establece el derecho de los menores a tener una familia “fundada en el amor y el compromiso entre un hombre y una mujer”. La Corte, advirtieron, “no está capacitada para legislar o para modificar los preceptos constitucionales” y por tanto “no hay lugar a interpretaciones equívocas” con respecto a este derecho de los niños.
Asimismo, recordaron que “la inmensa mayoría de los colombianos” se han manifestado contra la adopción de menores por parte de parejas del mismo sexo y que existen “serias investigaciones que ponen en evidencia dudas y reservas sobre la idoneidad de las parejas homosexuales para brindar a los menores de edad un adecuado espacio de desarrollo psicoafectivo y de integración social”.
Vigilantes y atentos
Por ello, la Iglesia en Colombia espera que los magistrados “tomen una decisión plenamente conforme a los valores ciudadanos y constitucionales, que fundan y enriquecen la convivencia de nuestra Nación”; y llamaron a “mantenerse vigilantes y atentos, prontos a defender la naturaleza auténtica de la familia y los derechos de los menores de edad, para que sean eficazmente tutelados por todas las instituciones del Estado”.
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