50.000 embarazos por sus fallos
Generalizar la anticoncepción no ha frenado el aborto en España: lo admite el lobby contraceptivo
El 43 por ciento de las 118.359 mujeres españolas que decidieron interrumpir su embarazo en 2011 (último año del que hay datos) había utilizado un método anticonceptivo, frente al 32 por ciento que no lo había hecho.
50.000 embarazos por fallo contraceptivo
De esta forma, del total de mujeres que abortó, 50.696 intentaron evitar su embarazo frente a las casi 37.668 que no utilizaron ningún método anticonceptivo.
Respecto a las 29.696 mujeres restantes que no quisieron continuar con su embarazo, "no consta" si emplearon algún método anticonceptivo, según los datos del Ministerio de Sanidad.
La alta tasa de abortos tras el uso de anticonceptivos se debe, principalmente, al "mal uso" que se hace del preservativo, explicó el miembro del patronato de la Fundación Española de Contracepción (FEC), Ezequiel Pérez.
"Entre el 20 y el 30 por ciento de los usuarios de preservativos lo utiliza de forma inconsistente", es decir, que o no lo usa siempre que tiene relaciones, o no lo hace desde el principio de la relación, destacó.
También influyen fallos como olvidos en la píldora, o errores en el uso de parches, anillos o tratamientos hormonales.
Más fallos de la contracepción
[La Sociedad Española de Contracepción reconocía ya en 2006 que la anticoncepción falla bastante y que sus usuarios padecen consecuencias emocionales. Tanto es así que en un estudio advertía de que el 57% de las mujeres que toman la píldora en España temen quedarse embarazadas, mientras que el porcentaje crecía hasta el 80% en el caso de los hombres.
En esas mismas fechas, el 23 de junio de 2006, el diario El País informaba de que “la Organización Mundial de la Salud calcula que la efectividad de la píldora tiene una tasa de fallos del 8% y el preservativo del 14% y muchas de esas mujeres van a recurrir a la interrupción voluntaria del embarazo”.]
Según la estadística de Sanidad sobre aborto en 2011, de las mujeres que usaron anticonceptivos, la mayoría (27.440) recurrieron a métodos barrera (espermicidas, condones, esponja, diafragma o capuchón cervical), seguidas por las 15.831 que emplearon fórmulas hormonales.
Del total de abortos practicados en 2011, el 89,58 por ciento (106.026) fueron a petición de la mujer; el 7,30 por ciento (8.640) por grave riesgo para la vida o la salud de la embarazada; el 2,73 por ciento (3.234) por riesgo de graves anomalías en el feto; y el 0,30 por ciento (356) por anomalías fetales incompatibles con la vida o enfermedad extremadamente grave o incurable.
La FEC, el principal lobby contraceptivo en España, admite que la contracepción falla, pero predica que lo haría menos si se impartiese una educación sexual contraceptiva a todos los niños de forma obligatoria y generalizada en las escuelas (con o sin participación de los padres, se entiende).
El timo de Holanda, Bélgica y Alemania
"El conocimiento, la educación y el acceso a la anticoncepción es lo que hace disminuir las cifras de aborto", dicen, apelando a las tasas de aborto de Holanda, Bélgica y Alemania.
La FEC se olvida de señalar tres factores clave:
1- En esos tres países, la situación económica es mucho mejor que en España; es lógico que haya menos abortos.
2 - En esos tres países, la población musulmana dobla a la de España: son un 6%, mientras en España es apenas un 3%. Los musulmanes son desproporcionadamente numerosos entre la población joven que tiene hijos y aborta menos, aumentando la natalidad total y haciendo que los abortos sean porcentualmente menos.
3- Las ayudas públicas y privadas a la familia y la natalidad en esos tres países doblan, triplican o cuatriplican cualquier ayuda que haya en España.
En España hay un "gran camino" que recorrer en educación sexual ya que no está implantada como asignatura obligatoria en los colegios, explicó Ezequiel Pérez.
Que eduquen las familias
Por el contrario, la portavoz de la plataforma Derecho a Vivir, Gador Joya, cree que la educación sexual "es un tema que hay que dejar en manos de las familias" y que ni el Estado ni ninguna otra institución debe interferir en ella.
En declaraciones Gador Joya aseguró que "jamás nos hemos encontrado en una situación en la que haya más acceso a la información" como ahora y que, sin embargo, "cada vez hay más abortos", se venden más píldoras poscoitales, hay más consumo de anticonceptivos y más enfermedades de transmisión sexual.
Insistió en que la actual ley del aborto "debe ser derogada sin ninguna duda" y recordó que el Gobierno se comprometió a proteger la vida humana.
En 2011, 21,34 de cada mil mujeres españolas que interrumpieron su gestación tenía entre 20 y 24 años; 17,72 entre 25 y 29 años; 13,67 contaban con 19 años o menos; 13,36 entre 30 y 34 años; 9,23 entre 35 y 39 años, y 3,86 mujeres de cada mil que abortaron tenían 40 o más años.
En cuanto a la formación de las mujeres, más de un tercio (35,57%) había cursado la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) o equivalente; el 25 por ciento tenía Bachillerato o Formación Profesional (FP); el 22,23 por ciento había a finalizado la Educación Primaria, y el 11,68 por ciento contaba con estudios universitarios. Sólo el 2,30 por ciento era analfabeta o carecía de estudios.
En lo referente a su situación laboral, la mitad eran trabajadoras por cuenta ajena, el 23,13 por ciento estaba desempleada, el 12,33 por ciento era estudiante y el 7,98 por ciento ama de casa.
LAS CIFRAS
89% de los abortos practicados en 2011 (106.026) fueron a petición de la mujer, mientras que el 7,30% (8.640) fue por grave riesgo para la vida o la salud de la embarazada. Además, el 2,73% (3.234) de las interrupciones del embarazo fueron por riesgo de graves anomalías en el feto; y el 0,30% (356) por anomalías fetales incompatibles con la vida o enfermedad grave o incurable.
21% de cada mil mujeres que interrumpieron su gestación tenía entre 20 y 24 años; 17,72 entre 25 y 29 años; 13,67 contaban con 19 años o menos; 13,36 entre 30 y 34 años; 9,23 entre 35 y 39 años, y 3,86 mujeres de cada mil que abortaron tenían 40 o más años.
35% de las españolas que abortaron había cursado la ESO; el 25% tenía Bachillerato o FP; el 22,23% había a finalizado la Educación Primaria, y el 11,68 % contaba con estudios universitarios. Sólo el 2,30 % era analfabeta.
50.000 embarazos por fallo contraceptivo
De esta forma, del total de mujeres que abortó, 50.696 intentaron evitar su embarazo frente a las casi 37.668 que no utilizaron ningún método anticonceptivo.
Respecto a las 29.696 mujeres restantes que no quisieron continuar con su embarazo, "no consta" si emplearon algún método anticonceptivo, según los datos del Ministerio de Sanidad.
La alta tasa de abortos tras el uso de anticonceptivos se debe, principalmente, al "mal uso" que se hace del preservativo, explicó el miembro del patronato de la Fundación Española de Contracepción (FEC), Ezequiel Pérez.
"Entre el 20 y el 30 por ciento de los usuarios de preservativos lo utiliza de forma inconsistente", es decir, que o no lo usa siempre que tiene relaciones, o no lo hace desde el principio de la relación, destacó.
También influyen fallos como olvidos en la píldora, o errores en el uso de parches, anillos o tratamientos hormonales.
Más fallos de la contracepción
[La Sociedad Española de Contracepción reconocía ya en 2006 que la anticoncepción falla bastante y que sus usuarios padecen consecuencias emocionales. Tanto es así que en un estudio advertía de que el 57% de las mujeres que toman la píldora en España temen quedarse embarazadas, mientras que el porcentaje crecía hasta el 80% en el caso de los hombres.
En esas mismas fechas, el 23 de junio de 2006, el diario El País informaba de que “la Organización Mundial de la Salud calcula que la efectividad de la píldora tiene una tasa de fallos del 8% y el preservativo del 14% y muchas de esas mujeres van a recurrir a la interrupción voluntaria del embarazo”.]
Según la estadística de Sanidad sobre aborto en 2011, de las mujeres que usaron anticonceptivos, la mayoría (27.440) recurrieron a métodos barrera (espermicidas, condones, esponja, diafragma o capuchón cervical), seguidas por las 15.831 que emplearon fórmulas hormonales.
Del total de abortos practicados en 2011, el 89,58 por ciento (106.026) fueron a petición de la mujer; el 7,30 por ciento (8.640) por grave riesgo para la vida o la salud de la embarazada; el 2,73 por ciento (3.234) por riesgo de graves anomalías en el feto; y el 0,30 por ciento (356) por anomalías fetales incompatibles con la vida o enfermedad extremadamente grave o incurable.
La FEC, el principal lobby contraceptivo en España, admite que la contracepción falla, pero predica que lo haría menos si se impartiese una educación sexual contraceptiva a todos los niños de forma obligatoria y generalizada en las escuelas (con o sin participación de los padres, se entiende).
El timo de Holanda, Bélgica y Alemania
"El conocimiento, la educación y el acceso a la anticoncepción es lo que hace disminuir las cifras de aborto", dicen, apelando a las tasas de aborto de Holanda, Bélgica y Alemania.
La FEC se olvida de señalar tres factores clave:
1- En esos tres países, la situación económica es mucho mejor que en España; es lógico que haya menos abortos.
2 - En esos tres países, la población musulmana dobla a la de España: son un 6%, mientras en España es apenas un 3%. Los musulmanes son desproporcionadamente numerosos entre la población joven que tiene hijos y aborta menos, aumentando la natalidad total y haciendo que los abortos sean porcentualmente menos.
3- Las ayudas públicas y privadas a la familia y la natalidad en esos tres países doblan, triplican o cuatriplican cualquier ayuda que haya en España.
En España hay un "gran camino" que recorrer en educación sexual ya que no está implantada como asignatura obligatoria en los colegios, explicó Ezequiel Pérez.
Que eduquen las familias
Por el contrario, la portavoz de la plataforma Derecho a Vivir, Gador Joya, cree que la educación sexual "es un tema que hay que dejar en manos de las familias" y que ni el Estado ni ninguna otra institución debe interferir en ella.
En declaraciones Gador Joya aseguró que "jamás nos hemos encontrado en una situación en la que haya más acceso a la información" como ahora y que, sin embargo, "cada vez hay más abortos", se venden más píldoras poscoitales, hay más consumo de anticonceptivos y más enfermedades de transmisión sexual.
Insistió en que la actual ley del aborto "debe ser derogada sin ninguna duda" y recordó que el Gobierno se comprometió a proteger la vida humana.
En 2011, 21,34 de cada mil mujeres españolas que interrumpieron su gestación tenía entre 20 y 24 años; 17,72 entre 25 y 29 años; 13,67 contaban con 19 años o menos; 13,36 entre 30 y 34 años; 9,23 entre 35 y 39 años, y 3,86 mujeres de cada mil que abortaron tenían 40 o más años.
En cuanto a la formación de las mujeres, más de un tercio (35,57%) había cursado la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) o equivalente; el 25 por ciento tenía Bachillerato o Formación Profesional (FP); el 22,23 por ciento había a finalizado la Educación Primaria, y el 11,68 por ciento contaba con estudios universitarios. Sólo el 2,30 por ciento era analfabeta o carecía de estudios.
En lo referente a su situación laboral, la mitad eran trabajadoras por cuenta ajena, el 23,13 por ciento estaba desempleada, el 12,33 por ciento era estudiante y el 7,98 por ciento ama de casa.
LAS CIFRAS
89% de los abortos practicados en 2011 (106.026) fueron a petición de la mujer, mientras que el 7,30% (8.640) fue por grave riesgo para la vida o la salud de la embarazada. Además, el 2,73% (3.234) de las interrupciones del embarazo fueron por riesgo de graves anomalías en el feto; y el 0,30% (356) por anomalías fetales incompatibles con la vida o enfermedad grave o incurable.
21% de cada mil mujeres que interrumpieron su gestación tenía entre 20 y 24 años; 17,72 entre 25 y 29 años; 13,67 contaban con 19 años o menos; 13,36 entre 30 y 34 años; 9,23 entre 35 y 39 años, y 3,86 mujeres de cada mil que abortaron tenían 40 o más años.
35% de las españolas que abortaron había cursado la ESO; el 25% tenía Bachillerato o FP; el 22,23% había a finalizado la Educación Primaria, y el 11,68 % contaba con estudios universitarios. Sólo el 2,30 % era analfabeta.
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