Supuesto de malformación
«Los médicos me aconsejaron abortar: estoy feliz de haber dicho que no»
En pleno debate en España sobre la reforma de la ley, la prensa irlandesa publica un nuevo y esclarecedor testimonio.
¿Eliminará la nueva ley del aborto el supuesto eugenésico, esto es, el aborto en caso de malformación -cierta, probable o posible- del feto? Es uno de los términos del debate político en España, pero no sólo aquí.
El diario irlandés Independent publica una de las muchas historias que demuestran las consecuencias de legalizar la eliminación de seres humanos por supuestas o reales patologías que alguien juzga incompatibles con ´una vida digna´. Louise Kehoe, que ahora tiene tres años, podría haber sido una de las víctimas de esa pretensión.
A la pequeña le diagnosticaron, cuando aún estaba en el vientre de su madre, una malformación congénita del corazón y un trastorno cerebral, el síndrome de Dandy-Walker, potencialmente peligroso para su vida. Tendría pocas posibilidades de sobrevivir fuera del seno materno, afirmaron. Y, si sobrevivía, sería "con una calidad de vida disminuida".
"Lo primero que nos dijo mi ginecólogo fue: ´Vayan a Inglaterra´. Insistió: ´Mucha gente iría a Inglaterra´. Y una pausa. Y se ofreció a escribir la carta para facilitar allí la realización del aborto", explica su madre, Jennifer, quien tiene otros cinco hijos. Pero ella y su marido, John, médico generalista, tenían otros planes: "Decidimos que le daríamos a nuestra hija una oportunidad en la vida, por larga o corta que pudiera ser".
Dos miradas de felicidad que alguien quiso suprimir. |
Y van ya tres años de una vida dura, pero, a juzgar por el rostro de la niña, muy alegre, y con excelentes perspectivas. Dura, porque a esa corta edad Louise ha sufrido ya tres operaciones de corazón. Pero su desarrollo cognitivo es absolutamente normal, y su expectativa de vida, la de cualquier otro niño: "Larga y normal".
"El aborto estaba tan lejos de nuestros pensamientos que quedamos chocados cuando nos lo propusieron", recuerda Jennifer. Y durante el embarazo se sintieron "juzgados y reprochados" por haber decidido tener a Louise. "Pero estoy feliz de haber dicho que no", insiste: "De haber aceptado no habría podido disfrutar de esta adorable pequeñita que con su amor nos ha metido en el bolsillo".