Los ejemplos a seguir
La valentía y determinación de unas chicas jóvenes en la batalla a favor de la vida
En una de sus ediciones de enero de 2013 la revista TIME, una publicación amiga de los lobbies pro aborto, tuvo que reconocerlo: la causa pro vida ha ganado muchísimo terreno en los Estados Unidos. Los estudios demoscópicos más recientes confirman también esa clara tendencia (véase J.E. Mújica, «Tras 40 años de abortos en Estados Unidos, los jóvenes son mayoritariamente pro vida según las encuestas más recientes»).
Además de que el ultrasonido se convirtió en una poderosa arma para mostrar que quien está en el seno materno no es un extraterrestre, otro de los puntos a favor que ha logrado una amplia penetración y simpatía en las nuevas generaciones es que la defensa de la vida humana la hayan asumido jóvenes mujeres con capacidad de mostrar la injusticia que supone un asesinato en el vientre materno.
Kristan Hawkis es la líder de «Students for Life», una asociación que ha logrado movilizar a más de 670 grupos pro vida en diferentes universidades de la Unión Americana. Lila Rose tenían 15 años cuando puso en marcha el proyecto «Live Action» y fue una de las primeras que puso realmente en jaque a la principal empresa que lucra con el asesinato de niños en el seno de sus madres: Planned Parenthood. Lo hizo presentándose con cámara oculta en las clínicas abortistas y pidiendo información sobre cómo practicar un aborto, información que le fue suministrada a pesar de declarar explícitamente que era menor de edad. Los videos quedaron grabados y son hoy en día un claro testimonio de que lo que importa en Planned Parenthood es cuánto se pagará para matar y deshacerse de un niño y no el ayudar a una persona a solucionar una dificultad más de fondo.
Otra que también puso en jaque a Planned Parenthood fue Abby Johnson, quien por varios años trabajó como directora de una clínica de abortos y hoy es activista pro vida. Abby contó en el libro «unPlanned» cómo opera Planned Parenthood y cómo sucedió su conversión a la causa por la vida.
Estos tres ejemplos tienen en común no sólo la juventud de sus impulsoras sino también un estupendo uso de las redes sociales (fans page en Facebook, accounts en Twitter, canales en YouTube, perfiles en Pinterest, Flickr o Google+) y demás medios digitales que, hoy por hoy, las convierten en referencias juveniles para seguir dando la lucha en la defensa de los niños.