La Asociación Cruz de San Andrés
Denuncian que engañan a la Iglesia tras el aborto de un feto de seis meses en el Hospital Sant Pau
El Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, de Barcelona, sigue haciendo abortos, a pesar de la oposición de la Iglesia, que forma parte de su patronato. En concreto, el Sant Pau ha sido acusado de terminar con la vida de un feto de 24 semanas que tenía malformaciones, caso en el que la ley de 2010 permite abortar hasta el fin del embarazo, aunque el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, ha anunciado que quiere suprimir este supuesto.
El Hospital precisó ayer a LA GACETA que, como el resto de clínicas de patronato eclesiástico en Cataluña que hacían terminaciones voluntarias del embarazo, dejó de hacerlas al aprobarse la ley de aborto libre en 2010. Sin embargo, el Sant Pau sigue abortando en casos en que considera que está en peligro la vida de la madre (o del feto, precisaron paradójicamente estas fuentes). Estos casos son aprobados por el Comité de Ética Asistencial, presidido por el jefe del Servicio de Ginecología, Joaquim Calaf Alsina, y en ellos siempre vota en contra el prior del hospital, Josep M. Forcada i Casanovas, sacerdote y médico.
El caso del que ahora se trata fue dado a conocer en el número de septiembre de la revista Rol, especializada en enfermería, donde se especificaba que, en un caso de embarazo gemelar, se había abortado a uno de los fetos de seis meses de gestación, porque tenía malformaciones. Su hermano nació prematuramente y con graves problemas respiratorios.
La revista Rol refiere que, cuando la madre acudió a ver a su hijo a la unidad neonatal, “la enfermera detecta gran cantidad de pensamientos negativos en ella, que interfieren notablemente en el proceso de vinculación con su hijo”.
Entre los comentarios de la madre que recoge la enfermera presente, se encuentran los siguientes: “Pienso que no sabré cuidar a mi hijo. Nunca volveré a la normalidad, esto no acabará nunca. Un pensamiento que tengo muy a menudo es que me siento culpable porque cuando se murió el otro niño y me dijeron que sería difícil mantener a este en buenas condiciones, pensé que lo mejor era que él también se fuera (se pone a llorar)”.
El caso ha sido denunciado por la Asociación Cruz de San Andrés, que asegura que “la Generalitat engaña al arzobispo de Barcelona y sigue realizando abortos en el Hospital de Sant Pau”.
Desde su fundación en 1401, el Hospital tiene una Administración mixta civil y eclesiástica. Actualmente, la Muy Ilustre Administración del Hospital está compuesta por dos representantes del Ayuntamiento de Barcelona, dos de la Generalitat y dos del Arzobispado de Barcelona. En el Comité de Ética Asistencial, la Iglesia solo cuenta con el voto del prior.
El Hospital precisó ayer a LA GACETA que, como el resto de clínicas de patronato eclesiástico en Cataluña que hacían terminaciones voluntarias del embarazo, dejó de hacerlas al aprobarse la ley de aborto libre en 2010. Sin embargo, el Sant Pau sigue abortando en casos en que considera que está en peligro la vida de la madre (o del feto, precisaron paradójicamente estas fuentes). Estos casos son aprobados por el Comité de Ética Asistencial, presidido por el jefe del Servicio de Ginecología, Joaquim Calaf Alsina, y en ellos siempre vota en contra el prior del hospital, Josep M. Forcada i Casanovas, sacerdote y médico.
El caso del que ahora se trata fue dado a conocer en el número de septiembre de la revista Rol, especializada en enfermería, donde se especificaba que, en un caso de embarazo gemelar, se había abortado a uno de los fetos de seis meses de gestación, porque tenía malformaciones. Su hermano nació prematuramente y con graves problemas respiratorios.
La revista Rol refiere que, cuando la madre acudió a ver a su hijo a la unidad neonatal, “la enfermera detecta gran cantidad de pensamientos negativos en ella, que interfieren notablemente en el proceso de vinculación con su hijo”.
Entre los comentarios de la madre que recoge la enfermera presente, se encuentran los siguientes: “Pienso que no sabré cuidar a mi hijo. Nunca volveré a la normalidad, esto no acabará nunca. Un pensamiento que tengo muy a menudo es que me siento culpable porque cuando se murió el otro niño y me dijeron que sería difícil mantener a este en buenas condiciones, pensé que lo mejor era que él también se fuera (se pone a llorar)”.
El caso ha sido denunciado por la Asociación Cruz de San Andrés, que asegura que “la Generalitat engaña al arzobispo de Barcelona y sigue realizando abortos en el Hospital de Sant Pau”.
Desde su fundación en 1401, el Hospital tiene una Administración mixta civil y eclesiástica. Actualmente, la Muy Ilustre Administración del Hospital está compuesta por dos representantes del Ayuntamiento de Barcelona, dos de la Generalitat y dos del Arzobispado de Barcelona. En el Comité de Ética Asistencial, la Iglesia solo cuenta con el voto del prior.
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