Sábado, 02 de noviembre de 2024

Religión en Libertad

Los 7 errores de las chicas que sueñan con casarse

Un grupo de adolescentes
Un grupo de adolescentes

No definen lo que quieren, esperan mal, se equivocan de persona, se aferran al consumismo, desesperan, crean falsas expectativas... ¿eres así?

[Realove.ru es una de las webs en lengua rusa más completas y realistas acerca de las relaciones de pareja e interpersonales. Rusia acumula tres generaciones de divorcio, muchas mujeres criadas sin padre ni abuelo buscando "hombres de verdad" que también fueron criados sin padre ni abuelo. La gente se casa muy joven y se divorcia casi enseguida. Pero los errores que allí se cometen no son tan distintos a los que se cometen en los países como España, con sólo una generación de divorcio. Este reportaje ha sido traducido originalmente por Fórum Libertas. Nota de Redacción]

Evitar errores fatales
Existen errores que nos pueden costar vida y felicidad. ¿Nos da miedo cometerlos? ¿Nos da miedo no construir nada o perderlo todo? ¿Acaso no da miedo comprender tus errores en el ocaso de tus días, cuando ya es tarde para cambiar las cosas? Es dudoso que alguien desee tal suerte para uno mismo. ¿Cómo evitar errores fatales? La respuesta es fácil: con conocimiento y voluntad.

Hay que saber dónde está el peligro y saber cómo evitarlo. Hay que tener voluntad para conseguirlo, no fracasar, no ceder y salir victoriosa.

Antes de conocer los 7 errores más peligrosos de los sueños con el matrimonio, por favor, primero:

- Date tiempo para un análisis honesto
- Llama las cosas por su nombre
- Olvídate de tus autodisculpas.
- Lee. Analiza. Saca conclusiones. Corrige.

Error Nº 1. NO DEFINES NI TE DEFINES
Estás soñando con el matrimonio pero en realidad no te has definido.

¿Sabes qué es eso de definirTe? Este concepto incluye como mínimo 4 etapas:

A) Entender los conceptos básicos. ¿Qué es la familia, cuál es su destino? ¿Para qué? ¿Por qué?

B) Pararte y con la mano en el corazón, preguntarte: ¿realmente quiero formar una familia?

C) Si la respuesta es un “sí”, es urgente dejar de hacer todo lo que pueda ser perjudicial para el futuro matrimonio.

D) Seguir tu decisión con honestidad y estar dispuesta a actuar. Lo que significa no solamente reaccionar sino tomar decisiones y cumplirlas.

Si no estás definida, los sueños sólo distraen tu imaginación. Y mejor que no los haya. Simplemente están chupando tu energía. Y la seguirán chupando si no te ayudas a ti misma. ¡Defínete!

Una mujer que sueña con el matrimonio y con ello va a la deriva, flirtea desesperadamente, empieza relaciones sexuales con personas casuales o inoportunas, se esconde de cuestiones serias (por ejemplo, si quiere tener hijos), no está dispuesta a sacrificar su confort personal, cultiva hábitos nocivos, etc... todo esto son indicios de la indefinición de sus propósitos. O deja de soñar, o defínete.

Si no sabes cómo empezar, habla con personas sabias. Lee. Busca tus fuentes. Si tu deseo es fuerte, las encontrará. Pero sé pertinaz.

Ten en cuenta que los hombres enseguida se dan cuenta si una mujer no tiene posiciones firmes y vive “como cae”. Lo sienten con la espina dorsal.

Posiblemente, crees que estás soñando con el matrimonio, pero en realidad tu felicidad se basa en la adrenalina.

Error Nº 2. ESPERAS QUE PASE UN "DE PRONTO"
Estás soñando con la felicidad pero… no sabes cómo elegir a tu verdadero compañero de la vida. No tienes criterios. Y cada hombre “DE PRONTO” podría ser ÉL. Por eso aceptas todo o casi todo que te proponen los hombres que se te cruzan. ¿Y si fuera ÉL?

Crees que estás así "probando" hombres, que es como un tipo de cuestionario que te permitirá entender si es ÉL o NO ÉL. Así no dejarás escapar al tuyo, que de otra forma puede pasar de largo.

Seamos honestos. Ese es un camino muy arriesgado. Y no sólo porque sin criterios te vas a perder aún más. Ten claro que es un camino de pérdidas, porque cada "prueba" así es una pérdida. No se nota a primera vista. Y además, ahora está de moda llamarlo “experiencia”. Y alegrarse con tenerla. Desde luego, al ser humano le es fácil autodisculparse…

Lo peor es que este camino puede volverse sin retorno. Pierdes los criterios, pierdes el tiempo, pierdes la fe. Pierdes la salud. Y tu sueño se convierte en nada.

Respétate a ti misma, estudia con atención qué tipo de persona tienes delante. ¡No cierres los ojos ante nada! Si no estás segura de tus conclusiones, pide ayuda a los tuyos, no desprecies su opinión. En una cuestión seria como esta es mejor asegurarse.

Posiblemente, soñando con el matrimonio, temes no reconocer a tu segunda naranja y así te abres ante cualquiera que te lo pida…

Error Nº 3. ES LA PERSONA EQUIVOCADA
Estás soñando con el matrimonio, te enamoras, te atrae, pero tu elegido se casa con otra.

Es una situación muy dolorosa. Para ti es todo pérdida: pierdes las fuerzas anímicas, el tiempo… A veces mucho de unas y mucho de otro. No estamos ahora hablando de todo tipo de "mantenidos", o sea, estafadores. Simplemente, necesitamos comprender si este es “Él” o es “otro”. Para esto puedes testar tu “objeto” de la siguiente manera:

Primero: ¿Quién de vosotros busca quedar? Si eres tú y solamente tú, es una señal de alarma, es más, es una señal de “stop”. Si le interesa mucho, después puede ser un amigo de tu familia, pero de momento, “stop”.

Segundo: ¿Para qué quiere quedar contigo? No intentes dotar el objeto de rasgos imaginarios. Sé realista. Lo que “se nota, se divisa y a veces sale a la luz” y aquello de que “ni él mismo se da cuenta” – con mucha probabilidad son tus propias ilusiones.

El hombre que será tu marido busca un encuentro contigo. Te respeta, se siente atraído por ti, quiere estar a tu lado, te tiene confianza, te pide consejos, te quiere alegrar y está dispuesto a ayudarte.

Y hay que prestar atención a esta clase de hombres. Está muy en boga amar a los chicos malos y misteriosos, pero, normalmente, es de tontas. ¿Quién se atreve a dictarle qué está y qué no está de moda? Sé tú la promotora de la moda a la felicidad familiar. No pienses que no eres capaz de gobernar tus propios sentimientos. Sólo hay que quererlo.

Probablemente, entiendes que aquél con quién sueñas casarte, no te quiere. Simplemente no puedes y no quieres detenerte.

Error Nº 4. ERES CONSUMISTA
Estás soñando con la vida familiar, pero ¿sabes que la vida familiar es un trabajo? ¿Sabes que presupone un montón de nuevas obligaciones, preocupaciones, quebraderos de cabeza? Para evitar ilusiones, infórmate de que realmente así es.

Si tu postura es consumista, es mejor dejar de soñar ahora mismo, para no perder el tiempo.

No creas que tu marido practicará en casa el autoservicio y disfrutará con ello. Quizá el 0,5% de los hombres son así, pero es dañino contar con ello. Dañino para tus sueños.

Desde luego, aumentarán los quehaceres. Lo quieras o no, serás un ama de casa. Resígnate con este pensamiento.

Comienza a adquirir hábitos útiles, pon en orden tu cabeza. Siempre te será útil, y mucho más en la vida familiar. Sobre lo bueno y lo muy bueno. En el matrimonio, tú no sólo pones sino que también recibes. Pero no es posible predecir en qué forma obtendrás tus dividendos, bonificaciones y ventajas. Esto depende de ti personalmente y de muchas cosas más. El matrimonio es una transformación muy seria.

Probablemente, estás soñando con un matrimonio donde no das sino que sólo recibes.

Error Nº 5. CREES QUE LOS PODERES CELESTIALES LO ARREGLARÁN TODO.
Estás soñando con el matrimonio pero lo dejas a la iniciativa de las fuerzas superiores. Crees en historias como esta: “Una chica era muy de quedarse en casa, no tenía amigas, ni tampoco amigos. Y no pensaba en casarse, pero un día su madre trajo su foto a su trabajo, y un joven la vio, un colega joven-guapo-listo-bueno de su madre, se enamoró, y pronto se casaron”.

No sólo crees en estas historias, es más, ¡crees que así debe ser! Según tú, esto se llama “Dios me lo ha dado”. Y opina que tales situaciones son las más correctas, y las demás, del demonio.

Y por eso, en espera de un mensaje divino, evitas cualquier iniciativa. Cultivas una NEUTRALIDAD en todo, para no interferir en la pureza de la espera. Incluso evitas mirar a la gente, porque aquel que te está predestinado como marido, recibirá una señal directa desde lo alto y te encontrará por sí mismo.

Sí, es cierto. Eso pasa a veces. Pero ¿sabrá él atravesar el muro construido por ti cuanto te haya encontrado? ¿Y si está viendo las cosas de tu propia perspectiva e, igual que tú, está esperando una señal de ti? El fatalismo no es una percepción realista de la vida. Somos libres para encontrar nuestra felicidad, igual que para dejarla escapar. Probablemente, estás soñando con un matrimonio que te traigan del cielo en bandeja.

Reprime tu orgullo y no temas nada. Cuando una mujer sueña, de todo corazón, con el amor, familia y felicidad es hermoso e inspirador. Los hombres normales respetan tal postura.

Error Nº 6. DESESPERAS
Estás soñando con la vida familiar, pero no llega. Y te desesperas.

La desesperación es un ENEMIGO peligroso, terrible, fuerte, experimentado. Y hay que tratarla como a un enemigo.

Si has decidido que tienes todas las razones para desesperarte, es igual que abrir la escotilla en un submarino a gran profundidad. Te llevará, te ahogará, te aplastará. El estado de desesperación tiene su parte dulce: se puede no hacer nada. Pero sí hay que hacer algo. Si no quieres quedar a merced del ENEMIGO y acabar tu vida infeliz, aplastada y sin fe.

¿Qué hacer? Quizá, la respuesta te sorprende, pero es “resígnate, sé humilde”. Intenta averiguar qué significa eso. Humildad no tiene nada que ver con lo que nuestra mente “cotidiana” intenta dibujarnos, no es un intento de mostrar a todo el mundo nuestra cabeza cubierta de cenizas. Es un proceso que ayudará a descubrir toda la belleza de tu alta y que lleva hacia la felicidad. Y tú, ¿a dónde querías ir?

Probablemente, estás soñando con el matrimonio de una manera demasiado impaciente, mientras en el despacho celestial se tramita tu solicitud y asignan responsables.

Error Nº 7. IMÁGENES FALSAS
Estás soñando con el matrimonio y con ello te dibujas una imagen inadecuada de la vida familiar. Lo que te impide ver la realidad y abrirse a su encuentro. La cultura de masas produce una cantidad espantosa de imágenes falsas de la felicidad. Unos brazos fuertes y bronceados, unas miradas largas, unos abrazos con el mar y ocaso de fondo…

Cuanto más le absorbe el mundo mágico de los medios de información masiva, más gruesa es el muro de cristal entre tú y la realidad. Pero detrás de este muro nadie te ama, simplemente porque allí no hay nadie.

Las personas fieles y amorosas a veces están mal afeitadas y pasan hambre, se resfrían y pierden pelo, no recuerdan fechas clave, y su mejor ropa precisa lavandería… Pero son reales y pueden darte felicidad. ¡Fuera el muro de cristal, respeta la realidad!

Probablemente, estás soñando con el matrimonio, pero en realidad estás amando a un héroe imaginario. Y así no continuará.

CONCLUSIONES: ¿Qué hacer?
Una revisión de errores será un paso serio y, posiblemente, clave por el camino hacia la felicidad.

Sé franca, estudia con honestidad todo lo que te preocupe. Haz una “lista de alarmas” personal.
Trabaja cada punto, o sea, establece las acciones que te ayudarán a quitar los obstáculos.

Sueña con una vida familiar feliz con tranquilidad y seguridad. ¡Ni te imaginas qué bellos son los sueños cuando se basan en la realidad!

(Traducción: T. Fedótova / Adaptación: P. J. Ginés)
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