El juez Alfredo López cree que la lucha provida ha estado «a la defensiva» y hoy toca una «ofensiva»
El pasado mes de junio daba la vuelta al mundo la noticia de que un juez decretaba medidas cautelares para suspender la ley del aborto (Ley 27.610) aprobada recientemente en Argentina al entender que la normativa viola la obligación internacional del estado argentino de proteger la vida desde la concepción.
Ese juez era Alfredo López, titular del Juzgado Federal número 4 de Mar de Plata, y que recientemente ha estado en España y donde en la Universidad Católica de Valencia pronunció una conferencia sobre “La globalización del derecho pro vida”.
Posteriormente, en el semanario Paraula, el juez López explicaba en relación al tema central de su conferencia que “la cultura de la muerte se está promoviendo hace tiempo en Europa y en todo el mundo por los más poderosos a nivel internacional y esto ha generado una reacción a favor de la vida en Occidente incipiente pero insuficiente pero tenemos la esperanza de que llegue a más desarrollo”.
El juez puso un curioso ejemplo. Habló de China y del permiso para poder tener tres hijos, pues tras décadas con la política del hijo único y luego la reciente ampliación a dos “se han dado cuenta que hay que revertir esas medidas de control de la población”.
Sin embargo, en otros países de –recalcó- “se está promoviendo el aborto, la despoblación, la ideología de género, la eutanasia, etc. que afectan a la vida”.
De este modo, el juez Alfredo López advirtió que “hay que tener en cuenta las causas que generan la cultura de la muerte. La defensa de la vida está muy bien pero hay que buscar mecanismos políticos, jurídicos y sociales que permitan no tener que estar siempre a la defensiva, sino tener también una ofensiva”.
Sobre la decisión que tomó en Argentina de ordenar suspender cautelarmente la ley del aborto, el magistrado señaló que su decisión “fundada en la Constitución argentina, en los tratados y el Código Civil argentino que protegen la vida desde la concepción, por lo tanto es inconstitucional. Gracias a ello se evitó la muerte durante el tiempo que rigió porque después fue revocada y será finalmente la Corte la que resuelva el asunto. En Buenos Aires por ejemplo se evitaron cien abortos, para mí fue suficiente. Es un eslabón más en nuestra lucha. Hay que tener en cuenta que en Argentina, a diferencia de España que solo lo puede hacer el Tribunal Constitucional, cualquier juez puede declarar inconstitucional una ley en primer término”.
Preguntado si su decisión fue valiente, López indicó que “para ser un juez que defienda la vida además de saber derecho hay que tener mucho coraje, ya que muchas veces para tomar decisiones prima el miedo. Es necesario dejar esas prevenciones porque lo que están en juego es la vida”.
“Ahora estamos en una etapa que no solo hay desprecio por la vida sino también por el cuerpo. Ya fueron a por el alma y ahora quieren destruir el cuerpo humano a través del aborto, la eutanasia y el ataque al cuerpo”, concluyó.