Carlos Alvarado impone el aborto libre en Costa Rica con una norma-coladero, denuncian los obispos
La Conferencia Episcopal de Costa Rica (CECR), expresó su indignación por la decisión del presidente Carlos Alvarado de firmar una norma-coladero que en la práctica permitiría el aborto libre en este país, explotando sin límite una rendija legal de 1970 pensada para casos de emergencias ginecológicas de riesgo cierto e inminente para la vida de la embarazada.
Los obispos de Costa Rica (hay 8 diócesis, y 9 obispos, porque San José tiene un obispo auxiliar) recuerdan que todo el que colabore en "promover normas favorables al aborto o la eutanasia" queda excluido de poder comulgar.
El 12 de diciembre el presidente de Costa Rica desde 2018, Carlos Alvarado; y el ministro de Salud, Daniel Salas, firmaron una norma técnica que obliga a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y los hospitales privados a implementar en un plazo de seis meses este nuevo protocolo médico elaborado por el Ministerio de Salud sobre el acceso al aborto.
Los obispos critican que Alvarado ha ignorado "la opinión de expertos en derecho y medicina” y al pueblo costarricense, “contraviniendo todo principio de gobierno participativo”.
Marcha provida del 1 de diciembre de 2019 en San José de Costa Rica... ignorada por el presidente Alvarado
En un comunicado publicado este martes 17, el Episcopado señaló que la firma de la norma ignora el deber del Estado de “garantizar el derecho a la vida de todo ser humano desde la concepción”, como reconoce la Carta Magna y el ordenamiento jurídico de Costa Rica.
La norma explota el artículo 121 del Código Penal de 1970, que se promulgó -recordaron- para “preservar la vida de la madre en caso urgentisimo o especialísimo donde se encuentre en un peligro inminente” de salud.
El truco es el mismo que se utilizó en España durante muchos años antes de la ley de aborto de Zapatero de 2010: no definir legalmente el concepto "salud de la madre", de forma que los médicos abortistas aplican la vaporosa definición de la OMS ("estado de completo bienestar físico, mental y social"), por lo que cualquier falta de "completo bienestar social", o un indefinido "riesgo para la salud psíquica" se convierte en una justificación legal para abortar.
“Esta definición abriría el camino para la aplicación de la norma en casos de origen psicológico y emocional, aun cuando la madre no corra el riesgo de morir, dejando así un portillo a la práctica del aborto libre”, avisan los obispos costarricenses en su nota.
Además, indicó la CECR, la norma se refiere al bebé como “un producto”, “sin definir qué es aborto ni la edad gestacional para practicar el procedimiento”.
¿Embarazadas que se autodiagnostican?
Otro truco en la normativa es que en caso de las emergencias obstétricas, la madre -sin ninguna formación en obstetricia- puede señalar que a su parecer su vida se encuentra en peligro grave y es necesario realizar un aborto, priorizando el criterio subjetivo de la mujer al del médico tratante.
Acoso a los sanitarios objetores de conciencia
Además, en casos de emergencia, se pone en riesgo la posibilidad de los médicos de acceder a la objeción de conciencia. “Es inadmisible que médicos o enfermeros se vean en la obligación de prestar cooperación inmediata a los abortos y tengan que elegir entre la ley cristiana y su situación profesional”, expresaron los prelados.
Los obispos añaden que esta norma abre las puertas a la posibilidad del aborto eugenésico, “permitiendo el aborto de aquellos seres humanos ‘inviables’” por algún tipo de alteración genética que puedan causarle “problemas” fuera del vientre de la madre.
La Conferencia Episcopal de Costa Rica expresó su apoyo a los médicos y trabajadores de la salud que luchan por salvar las dos vidas, la de la madre y la del bebé, y consideró “urgente y necesario que se someta la Norma Técnica a la aprobación legislativa, dándole el trámite de una Ley de la República, por tratarse de la regulación de la vida humana que constituye el derecho básico de todas las libertades públicas”.
Los católicos, como pueblo de Dios, no pueden apoyar “leyes inmorales en sí mismas”, como del aborto o la eutanasia, pues “conforma la figura de cooperación formal, y por tanto, excluye de la participación de los bienes espirituales que otorga la iglesia”, especialmente de la Eucaristía, indicó la CECR.
Finalmente, los obispos alentaron al pueblo de Costa Rica a luchar por la vida y alzar la voz por aquellos que no pueden hacerlo por sí mismos, y así “preservar la Cultura de la Vida, que siempre nos ha distinguido como un país pacífico y solidario”.
El nuevo truco abortista: no votar leyes, decretar reglamentos y protocolos
En Costa Rica se está aplicando algo similar a lo que sucede en Argentina, que también han denunciado los obispos del país: en vez de cambiar las leyes provida actuales por leyes abortistas, los Gobiernos implantan protocolos abortistas con reglamentos menores que nadie vota (ni los parlamentarios ni el pueblo).
Lea más en la sección Provida de ReligionEnLibertad