Vatileaks
El informático del Vaticano, condenado a dos meses de prisión por complicidad
Dos meses de prisión suspendida. Esa es la condena del Tribunal Vaticano para Claudio Sciarpelletti, conocido como el informático del Vaticano, acusado de complicidad con el mayordomo del Papa, Paolo Gabriele, en el robo de documentos confidenciales.
La fiscalía había solicitado cuatro meses de prisión, reducidos a dos meses debido a circunstancias atenuantes de colaboración con la justicia, mientras que su defensa había pedido la absolución.
En la sesión de hoy también estaban convocados a declarar los testigos monseñor Carlo María Polvani, que trabaja en la Secretaria de Estado (la "presidencia del Gobierno" de la Santa Sede), Domenico Giani, jefe de la Gendarmería vaticana; William Kloter, vicecomandante de la Guardia Suiza, y el gendarme Gianluca Gauzzi Brocoletti.
Por este caso, Paolo Gabriele, de 46 años, fue condenado el pasado 6 de octubre a 18 meses de cárcel, que cumple desde el 25 de octubre en una celda del Vaticano. El informático iba a ser juzgado en el mismo juicio contra Gabriele el pasado 29 de septiembre, pero el Tribunal separó los dos casos.
La primera audiencia del 5 de noviembre estuvo dedicada a la presentación de excepciones preliminares por parte de la defensa, que pidió que fuese anulada la imputación de encubrimiento, al alegar que Sciarpelletti siempre colaboró con la Justicia y la acusación no tiene sentido.
El tribunal lo rechazó al considerar que dio tres versiones diferentes respecto al sobre con documentos reservados que fue hallado en su poder, en el que había material que después apareció en el libro ´Sua Santita´, del periodista Gianlugi Nuzzi, que desvela tramas e intrigas en el pequeño Estado.
Sciarpelletti fue detenido el 25 de mayo, un día después que Gabriele.
Según se supo en esa primera audiencia, fue detenido después de que una "llamada anónima", hecha al parecer por un oficial de la Secretaria de Estado, informara (no se especificó a quién) de la supuesta íntima amistad entre Gabriele y Sciarpelletti.
Agentes de la Gendarmería fueron al lugar de trabajo de Sciarpelletti, encargado del mantenimiento de los ordenadores del Vaticano, y encontraron en un cajón de su mesa un sobre con documentos reservados.
Pasó una noche detenido y fue puesto en libertad provisional al día siguiente.
Tres versiones
El informático, según se señaló en la primera audiencia, dio tres versiones. La primera, que el sobre le fue entregado hacía dos años por Gabriele; la segunda que se lo había dado un sacerdote -al parecer monseñor Carlo María Polvani- para que lo conservase y lo entregase al mayordomo, y la tercera que le fue entregado por otra persona, que no fue identificada durante la sesión.
El abogado Benedetti aseguró que las distintas versiones pudieron deberse a un "estado emocional" e insistió en que Sciarpelletti siempre colaboró con la Justicia.
"¿Como iba a echar por la borda un trabajo de 20 años en la Santa Sede para ayudar a una persona a la que raramente veía, que no era su amigo? ¿Por qué iba a obstaculizar a la Justicia?", dijo Benedetti.
La fiscalía había solicitado cuatro meses de prisión, reducidos a dos meses debido a circunstancias atenuantes de colaboración con la justicia, mientras que su defensa había pedido la absolución.
En la sesión de hoy también estaban convocados a declarar los testigos monseñor Carlo María Polvani, que trabaja en la Secretaria de Estado (la "presidencia del Gobierno" de la Santa Sede), Domenico Giani, jefe de la Gendarmería vaticana; William Kloter, vicecomandante de la Guardia Suiza, y el gendarme Gianluca Gauzzi Brocoletti.
Por este caso, Paolo Gabriele, de 46 años, fue condenado el pasado 6 de octubre a 18 meses de cárcel, que cumple desde el 25 de octubre en una celda del Vaticano. El informático iba a ser juzgado en el mismo juicio contra Gabriele el pasado 29 de septiembre, pero el Tribunal separó los dos casos.
La primera audiencia del 5 de noviembre estuvo dedicada a la presentación de excepciones preliminares por parte de la defensa, que pidió que fuese anulada la imputación de encubrimiento, al alegar que Sciarpelletti siempre colaboró con la Justicia y la acusación no tiene sentido.
El tribunal lo rechazó al considerar que dio tres versiones diferentes respecto al sobre con documentos reservados que fue hallado en su poder, en el que había material que después apareció en el libro ´Sua Santita´, del periodista Gianlugi Nuzzi, que desvela tramas e intrigas en el pequeño Estado.
Sciarpelletti fue detenido el 25 de mayo, un día después que Gabriele.
Según se supo en esa primera audiencia, fue detenido después de que una "llamada anónima", hecha al parecer por un oficial de la Secretaria de Estado, informara (no se especificó a quién) de la supuesta íntima amistad entre Gabriele y Sciarpelletti.
Agentes de la Gendarmería fueron al lugar de trabajo de Sciarpelletti, encargado del mantenimiento de los ordenadores del Vaticano, y encontraron en un cajón de su mesa un sobre con documentos reservados.
Pasó una noche detenido y fue puesto en libertad provisional al día siguiente.
Tres versiones
El informático, según se señaló en la primera audiencia, dio tres versiones. La primera, que el sobre le fue entregado hacía dos años por Gabriele; la segunda que se lo había dado un sacerdote -al parecer monseñor Carlo María Polvani- para que lo conservase y lo entregase al mayordomo, y la tercera que le fue entregado por otra persona, que no fue identificada durante la sesión.
El abogado Benedetti aseguró que las distintas versiones pudieron deberse a un "estado emocional" e insistió en que Sciarpelletti siempre colaboró con la Justicia.
"¿Como iba a echar por la borda un trabajo de 20 años en la Santa Sede para ayudar a una persona a la que raramente veía, que no era su amigo? ¿Por qué iba a obstaculizar a la Justicia?", dijo Benedetti.
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