Santa Aquilina, niña mártir.
"conserva, Señor, la lámpara de mi virginidad"
Sus Actas son ficticias, pero tienen cierto sabor de autenticidad, y muchos historiadores creen estén basadas en verdaderas Actas notariales.
Vivía esta niña de 12 años en Biblis, Palestina. En 293, imperando Diocleciano, fue denunciada como cristiana, apresada e interrogada. Como se negó a sacrificar a los dioses fue atormentada introduciéndole punzones al rojo vivo por los oídos. El posible añadido a las Actas dice que, mientras se calentaban los punzones, Aquilina clamó al cielo diciendo: "Tú Señor Jesucristo, que me has alimentado desde mi infancia, que has iluminado mis pensamientos más secretos con los brillantes rayos de tu justicia, que me has fortalecido con tu pronta y fuerte ayuda para que pueda luchar contra el enemigo y el adversario, Satanás. Tú que das a todos tus fieles la verdadera y más elevada sabiduría, termina el curso de mi contienda y conserva sin apagar la lámpara de mi virginidad, para que yo con las vírgenes prudentes pueda entrar en el salón de bodas, y allí alabarte a Ti que siempre has oído todas mis peticiones".
Este tormento tan doloroso hizo que la pequeña niña se desmayara y fuera arrojada a una fosa como muerta. Sin embargo, al día siguiente se vieron signos de vida en ella y fue decapitada.
Fuente:
-"Vidas de los Santos". Tomo VI. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.
A 13 de junio además se celebra a:
Santa Felícula de Roma, virgen y mártir.
Beato Gerardo de Claraval, abad.
San Antonio de Padua, franciscano.