San Doroteo de Tiro, obispo.
De un mártir incruento.
Según Eusebio en su "Historia Eclesiástica", Doroteo se dedicaba al negocio de tintar telas y que padeció numerosos tormentos cuando era seglar, en tiempos de Diocleciano. Vivió desterrado en Sicilia hasta 318. Era uno de los ilustres confesores de la fe en Tiro cuando llegó la paz de San Constantino (21 de mayo), por lo cual fue elegido obispo de la ciudad. Aprendió latín clásico y hebreo, para poder predicar a más fieles.
En 325 aparece entre los firmantes del Concilio de Nicea. En 361, Juliano el Apostata asumió en solitario el gobierno del Imperio y pretendió volver al paganismo oficial, sumiendo a los cristianos en cierta persecución. Doroteo tuvo que volver a exiliarse a Sicilia, siendo muy anciano. En este viaje sufrió muchas privaciones en el mar y en tierra, muriendo al año siguiente, 362, con 107 años de edad. Por tantos sufrimientos en ocasiones se le llama mártir.
Fuentes:
-"Vidas de los Santos". Tomo VI. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.
A 5 de junio además se celebra a:
San Bonifacio de Fulda, obispo y mártir.
San Fernando de Portugal, príncipe.
Beato Meinwerk de Paderborn, obispo.