Sábado, 02 de noviembre de 2024

Religión en Libertad

San Felipe de Agira, presbítero.

"Muestra, oh Señor, tu rostro".

TAGS:
San Felipe de Agira.
San Felipe de Agira.
San Felipe de Agira, presbítero. 12 de mayo.

Nació Felipe en Tracia, y sus padres se llamaban Teodosio y Augia. Antes de Felipe, habían tenido tres hijos los buenos esposos, pero habían fallecido trágicamente en un accidente, ahogados en el río Sangaris cuando llevaban caballos a vender a Constantinopla. Sus padres sufrieron mucho, pero como eran cristianos cabales, luego del luto, la primera palabra que salió de sus labios fueron: "Alabado sea el Nombre del Señor, ahora y para siempre". Sus súplicas, limosnas y oraciones por las almas de sus hijos les alcanzaron del cielo el regalo de un nuevo hijo, al que llamaron Felipe. Nuestro santo.

Ambos padres decidieron educar a su hijo para Dios, alejándolo de todo peligro. Felipe era despierto, inteligente y devoto. Fue ordenado diácono a los 21 años, hablaba con fluidez el sirio y el griego. Sabía teología, Escrituras, Santos Padres y Sagrados Cánones. Felipe quiso visitar la iglesia de Roma y así lo dijo a su padre, quien no querían alejarse de él, pero pensando era voluntad de Dios, le dejaron marchar diciendo el santo viejo: "Dios de Abraham, Isaac y Jacob, en tus manos encomiendo a este tu siervo. Haz con él lo que te parezca mejor a tus ojos". Luego regresó a casa a dar la noticia a su mujer.

Felipe se embarcó a Roma y estando navegando se desató una terrible tormenta y clamó el santo al cielo: "¡Oh, Dios mío! A ti me confió mi padre. Que no me pierda en el mar como mis hermanos se perdieron en el río". Y entonces la tormenta se calmó y el barco atracó en Roma sin más peligros. Con Felipe viajaba un monje griego llamado Eusebio, con el cual se encaminó a la basílica de San Pedro. Al llegar a la puerta, le salió el encuentro el papa (no sabemos cual), quien había recibido la revelación de que hallaría a un joven diácono que debía ministrarle ese día en el altar del Señor. El papa habló a Felipe, pero este ni supo que le decía ni puedo hablar, pues no conocía latín. Aunque no se entendieron, el papa le signó los labios con la señal de la cruz y le invitó al altar. Por milagro Felipe ministró perfectamente y respondió todo en latín. Y eso que jamás había visto el rito romano.

El papa quedó maravillado con Felipe y le entregó el "Volumen apostólico". Nadie sabe a cuál libro llama así Eusebio. Suponemos se trata de los Evangelios o las Cartas de los Apóstoles. Luego le ordenó presbítero y le envió a predicar a Sicilia, específicamente a Agira, donde el demonio se había aposentado y atacaba a los cristianos arrojándoles fuego desde el infierno. Que nadie olvide que allí está el Etna… 

Pues allá se fue Felipe, invocó el Nombre de Jesús y gritó: "Muestra, oh Señor, tu rostro, y ahuyenta todo este ejército de demonios", mientras hacía la señal de la cruz con el mencionado libro. Entonces, el fuego y la lava se detuvieron, las cenizas se solidificaron y los demonios volvieron al interior “del infierno”.

San Felipe se quedó en la zona, predicó el Evangelio y murió en paz, anciano, a finales del siglo V. Es abogado contra los terremotos, el fuego y las erupciones volcánicas.

Fuentes:
-"Vidas de los Santos". Tomo V. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.

A 12 de mayo además se celebra a:
San Pancracio, mártir.
Santa Juana de Portugal, princesa, virgen dominica.
Santa Rictrudis, viuda y abadesa.

Comentarios
5€ Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
10€ Gracias a tu donativo habrá personas que podrán conocer a Dios
50€ Con tu ayuda podremos llevar esperanza a las periferias digitales
Otra cantidad Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
Si prefieres, contacta con nosotros en el 680 30 39 15 de lunes a viernes de 9:00h a 15:30h
Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter

¡No te pierdas las mejores historias de hoy!

Suscríbete GRATIS a nuestra newsletter diaria

REL te recomienda