Santa Eusoye de Hamage, abadesa.
Hija y nieta de santas. Abogada para los embarazos.
Santa Eusoye (o Eusebia) de Hamage, abadesa. 16 de marzo y 18 de noviembre (elevación de las reliquias).
Fue hija de San Adalbald de Douai (2 y 4 de febrero) y de Santa Rictrudis (12 de mayo), y hermana de San Maroncio (4 de febrero), al que San Riquier (26 de abril) salvó milagrosamente de morir aplastado por un caballo. Sus hermanas fueron Santas Clotsindis y Adalsindis (30 de junio). Su madrina fue la reina Nanthildis. Sus padres se habían casado por amor, en contra de la oposición de los familiares de Rictrudis. Fue un matrimonio piadoso, amante de la caridad y la piedad. En 652, durante un viaje a Périgueux, los parientes de Rictrudis mataron a Adalbald.
San Amando (6 de febrero) aconsejó entonces a Rictrudis que tomara el velo monástico, cosa que hizo ella junto a sus dos hijas mayores Clotsindis y Adalsindis, en el monasterio de Marchiennes, diócesis de Bauvais, el cual junto a su marido había fundado. Eusoye quedó al cuidado de Santa Gertrudis (6 de diciembre), su abuela materna y a la sazón, abadesa del cercano monasterio de Hamage (a 500 pasos). La abuela murió cuando Eusoye tenía 12 años, y no sabemos si ya había tomado el hábito monástico, pero es probable que sí, pues a los 12 ya se consideraban a las mujeres aptas para el matrimonio o la vida religiosa.
La leyenda cuenta que, como era muy niña, su madre la llevó consigo a Marchiennes, pero Eusebia cada noche se transportaba milagrosamente a Hamage, donde tocaba la campanilla y las puertas del monasterio se abrían solas, para que pudiera entrar y pasar la noche en oración. Una noche la sorprendió su hermano San Maroncio y pensando se había escapado, pretendió pegarle con su vara, pero esta se partió en dos antes de tocar a la niña. Visto este portento, Rictrudis dejó que la niña regresara a Hamage, como se veía era voluntad de Dios. Allí fue Eusoye una religiosa ejemplar, pronta para la obediencia, la oración y el trabajo. La leyenda igualmente dice que a los 13 años ya fue elegida abadesa, y que llevó al monasterio a su culmen de piedad y sabiduría. No hay que exagerar, probablemente fue elegida mucho después.
A los 10 años de abadesa, falleció el 16 de marzo de 670, luego que Dios le revelara el día y la hora. Fue sepultada en Hamage, y pronto su sepulcro se hizo famoso por los milagros que la santa dispensaba a los que la invocaban. El 18 de noviembre de 686 se consagró una nueva iglesia abacial y las reliquias fueron elevadas solemnemente. Sobre 690 su nombre fue inscrito entre los santos de la diócesis, aunque luego sus reliquias se trasladaron a Marchiennes en el siglo X, por miedo a las invasiones normandas. De hecho saquearon la abadía en una incursión. Por las necesidades pasadas por las monjas de Marchiennes, el relicario fue vendido y las reliquias pasadas a un arca de madera. En 1133 los monjes (el monasterio pasó a ser masculino en el siglo XI) las pusieron en un nuevo y hermoso relicario de plata. En 1793 se trasladaron nuevamente a París por miedo a los revolucionarios. En el arzobispado de esta ciudad se conservaron hasta el 19 de julio de 1830, cuando este edificio fue incendiado y saqueado. Sin embargo, su culto en Hamage perduró y aún existe, siendo la patrona de la iglesia parroquial. Se le invoca como abogada para lograr embarazos y llegar a buen parto.
Fuentes:
-"Vie des saints du diocèse de Beauvais". Abbé AGATHON SABATIER. Beauvais, 1866.
-http://sainte-eusoye.fr
A 16 de marzo además se celebra San Heriberto de Colonia, obispo.