San Oscar de Bremen, obispo.
Historia, Evangelio y trabajos por Cristo.
San Oscar de Bremen, obispo y apóstol de Dinamarca. 3 de febrero y 9 de septiembre, traslación de las reliquias.
Óscar (Ansgarius, para ser precisos) nació en la francesa Corbie, en 801, año 863, o sea, que hoy celebramos su festividad. Nació en una noble familia sajona, venida a menos. A los 5 años quedó huérfano de madre y su padre lo confió a los benedictinos de Corbie, bajo la tutela de San Adalhard (2 de enero), que se ocupó personalmente de su formación humana y teológica. En 814 tomó el hábito de San Benito. En 818 le encargaron ser director de la escuela de la abadía, en la que el mismo se había formado.
En 822 el joven monje Óscar fue uno de los fundadores del monasterio de Corvey en Sajonia, dependiente de la abadía de Corbie. Allí fue formador de los monjes que se dedicaban a la evangelización. Teología, latín, liturgia, sobre todo era lo que les impartía. En 826 el destino de los evangelizadores cambió luego de la relativa pacificación de los pueblos daneses con el imperio carolingio, siendo las tierras de Dinamarca el nuevo pueblo al que llevar el Evangelio. Intentos anteriores no habían cuajado del todo, pues los daneses eran reacios a los que veían como una latinización de su cultura. Pero el cambio verdadero vino cuando el rey Haral Lark, expulsado de sus tierras por nobles daneses, hubo de refugiarse con Ludovico Pío, el cual le hizo ver las ventajas (políticas) de convertirse al cristianismo y hacer cristianas sus tierras. La principal, que los demás príncipes cristianos podrían socorrerle a retomar su reino y a mantenerlo. En fin, que ese mismo año Haral renunció al paganismo oficialmente y junto a casi 400 daneses se hizo bautizar solemnemente en la catedral de Maguncia.
La "Vita Ansgarii", que los Bollandistas recogen, dice que Ludovico "comenzó a hacer una diligente acción con el fin de encontrar a un hombre santo y devoto que pudiese ir [a Dinamarca] y continuar con él, que pudiera fortalecerle a él [Harald] y a su pueblo, y por la enseñanza de la doctrina de la salvación podría inducirlos a recibir la fe del Señor". Ese hombre fue nuestro santo que, junto a su hermano de monasterio San Aubert (9 de mayo), se lanzó a evangelizar la actual Holanda. A los que le intentaron disuadir les dijo "Se me ha preguntado si, por el nombre de Dios, consentiría en dirigirme a unas naciones bárbaras para predicar en ellas el Evangelio de Cristo. No he querido rechazar esta proposición. Más aún, deseo con todas mis fuerzas que se me dé la ocasión de partir. Nadie podrá quebrantar mi resolución". Pero la misión transcurrió sin mucho éxito, pues toda la ayuda del rey nacía de sus intenciones políticas. Óscar fundó una escuela en la corte real, pero pocos estuvieron interesados en que sus hijos estudiaran allí. En 827 Harald fue depuesto y Óscar hubo de regresar fracasado.
En 829, acude al llamado del rey de Suecia, que pide misioneros para evangelizar en su reino. Se va allá acompañado de San Wittmar (4 de febrero), en un viaje tormentoso, pues fueron robados por unos piratas, que les quitaron cuanto pudieron, menos la vida, por puro milagro. En 830 construye la primera iglesia en la isla de Björkö, Suecia, desde donde comienza a expandir su trabajo apostólico.
En 831 junto a Ludovico Pío decide erigir la diócesis de Hamburgo, ciudad importantísima comercial, política y culturalmente. El papa Gregorio IV le recibió, bendijo su idea y confirmó su elección como obispo para dicha sede. Además, le nombró Legado para toda Escandinavia. Ya investido con la dignidad episcopal, Óscar se lanza a una febril obra de evangelización y conversión de los habitantes del norte de Europa. Predica, construye, bautiza, da ejemplo. Todo iba bien, pero la adversidad política le tocó de lleno cuando su escuela de misioneros en Turholt, en la que se formaban los presbíteros daneses pasó a ser controlada por Carlos el Calvo junto con toda la ciudad. Para colmo, en 845 los paganos normandos saquearon Hamburgo, se apropiaron de ella, expulsando o martirizando a los cristianos e imponiendo de nuevo el paganismo.
En 845, luego de la muerte del obispo de Bremen, San Leuderic (6 de julio), Luis el Germánico dio la sede a San Óscar. Este unificó la sede con Hamburgo, a lo cual el papa Nicolás I accedió, para facilitar la re-evangelización de la zona. En su nueva sede Óscar comenzó la evangelización fundando un monasterio y un hospital. Se lanzó a la búsqueda de los otrora cristianos, para devolverles al redil de Cristo, alcanzando numerosas conversiones. Trabajó en contra de la esclavitud, redimiendo para ello a muchos esclavos por sí mismo. En 847 pudo ir a Dinamarca, donde construyó algunas iglesias, especialmente la de Santa María de Sleswig, la primera de Dinamarca. Pero la fatalidad le perseguía, a los dos años el rey Horic de Dinamarca le prohibió seguir predicando y que los cristianos continuasen con su fe. Pero Óscar fue paciente y a los dos años pudo reabrir la iglesia de Santa María. A esta iglesia dotó de campanas, las primeras en Dinamarca, las cuales atemorizaban a los paganos, por lo cual, con paciencia, aceptó no tocarlas más. En 852 obtuvo el permiso del rey Olaf de Suecia para reevangelizar la zona donde había predicado Aubert. Sobre 860 escribió la biografía de San Willehad de Bremen (8 de noviembre).
Óscar murió el 3 de febrero de 865 a causa de la disentería, luego de encomendar a San Remberto (11 de junio) como sucesor en la sede episcopal. Su labor evangelizadora fue ingente, difícil y en ocasiones chocó con el fracaso y la comodidad de los prelados o monjes, que no veían con tranquilidad la evangelización de los "bárbaros" del norte. El mismo papa Nicolás I canonizó a Óscar a pocos años después de su muerte, reconociendo su santidad y entrega por el Evangelio. El santo patrón de Escandinavia, de Hamburgo y Bremen. En el siglo XX la Iglesia Ortodoxa reconoció su culto y a pesar de la imposición de la herejía luterana en los países nórdicos, su memoria como apóstol de Dinamarca y Suecia se conserva.
Fuente:
-"Historias de la Historia de la Iglesia". ALBERTO ARROYO MEJÍA. Estados Unidos, 2011.
-"Vidas de los Santos". Volumen II. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.
A 3 de febrero además se celebra a San Blas, obispo y mártir.