San Tujen de Daoulas, abad.
A Bretaña a por los perros, por machista.
San Tujen de Daoulas, abad. 26 de enero, 1 de febrero, y domingo anterior al 24 de junio.
Según la leyenda, fue hermano de la gran Santa Brígida de Irlanda (1 de febrero). Ambos eran hijos de un noble de Kerarroué, Cornualles, donde aún existe una capilla medieval dedicada al santo. Ambos hermanos se dedicaron desde niños a la oración y la penitencia. Cuando crecieron, se separaron y cada uno vivía en su propia ermita, alejada del otro.
Para preservar la virginidad de su hermana, alejándola de cualquier hombre, Tugen tuvo la idea de arrojar piedras de vez en cuando en alguna dirección. Si salían aves espantadas era buena señal, pues eso indicaba que si había aves allí no había nadie merodeando. Entonces Brígida podía pasearse, buscar agua o lo que fuera. Pero he aquí que un día un hombre descubrió a Brígida, y quiso conocerla. Descubrió la estratagema de Tugen y cazó dos tordos, así, cuando el santo lanzó una piedra, el hombre soltó los tordos y Tugen pensó que no había nadie por aquellos lares. Entonces Brígida se adentró en esa zona del bosque. El chico enamorado se acercó a ella y hablaron cordialmente. La leyenda dice que esa tarde Brígida pasó por alto sus oraciones y Tugen fue en su busca. Cuando la vio hablando con un hombre dijo despectivamente: "¡Dios mío, es más fácil de preservar a un hombre de la rabia que a una mujer del enamoramiento!". Y en ese momento una voz clamó desde cielo diciendo: "¡Necio, tu hermana es más santa y más sabia que tú! Y si dices que es más fácil salvar a la gente de la rabia, te mando ir a Bretaña, donde te dedicarás a ello".
Entonces Tugen obedeció, se despidió de Brígida y cruzó el mar, llegando a Bretaña, y formando parte del monasterio que había sido fundado por San Primel (15 de mayo), siendo abad San Jaoua (2 de marzo). Sobre 542, cuando San Pol de Léon (12 y 13 de marzo, Todos sus Santos Compañeros, y tercer domingo de julio, en Léon) se sintió morir eligió a Joua como sucesor, recomendando a este que eligiera a Tugen como nuevo abad. En realidad las fechas entre unos y otros varían y distan mucho como para que se hayan conocido, pero es común en las historias de los evangelizadores bretones hacerles coincidir unos con otros. Además de reforzar las leyendas, se indica que todos tenían el mismo espíritu evangelizador. Algunas fuentes dicen que se carteó con los papas Virgilio y Pelagio I.
Y poco más se sabe de Tugen, algunas leyendas le ponen seguido constantemente por perros rabiosos y por personas afectadas por este mal, a los que sanaba (a perros y humanos) haciendo la señal de la cruz. Esto igualmente se ha concluido es un símbolo de la evangelización, el destierro del mal y del paganismo. De más está decir que en la leyenda de Santa Brígida no se menciona para nada su flirteo con joven alguno.
A nuestro santo se le venera principalmente en Daoulas, Brasparts y Esquibien, donde tiene su capilla y una procesión el domingo antes del 24 de junio. Es abogado contra la rabia, los dolores de muelas. Se le invoca para hallar objetos perdidos y la razón de este patronato se halla en el siglo XV, cuando la invasión inglesa a Bretaña. Ocurrió que durante esta invasión, la llave de su iglesia fue arrojada a la bahía de Cabestan; años después, un pescador decidió reabrirla, invocó al santo, halló la llave dentro del pez y reabrió la capilla al culto. Por ello la llave es otro de sus atributos iconográficos, además del perro. Otras variantes de su nombre son Eugene, Tugean o Ujane.
Fuente:
-"Dix mille saints: dictionnaire hagiographique". A. SIGIER. 1991.
A 26 de enero además se celebra a San Tito, obispo.