Santoral hoy: San Absalon de Lund, arzobispo.
La espada, la cruz y la diplomacia fueron sus armas.
Santoral hoy: San Absalon de Lund, arzobispo.
Absalon nació sobre 1128 en Sorö. Fue hijo de Asser Rig, un poderoso líder del clan de Hvide Fjenneslev, Zealand. También era un pariente del arzobispo Eskil de Lund. Fue educado en la fortaleza familiar, junto a su hermano Esbern y el príncipe Valdemar. Durante la guerra civil tras la muerte de Erik III de Dinamarca en 1146, Absalon estaba en París, estudiando teología para encaminarse a la carrera eclesiástica, mientras su hermano se dedicaba a la carrera militar. En París se interesó por la liturgia romana, el gobierno de la Iglesia y su relación con el Estado.
La “Gesta Danorum”, le pone mediando entre Valdemar y Sweyn III, el otro pretendiente al trono, y logrando que hicieran la paz, firmada en el priorato de San Albano de Odense. Pero era una paz con trampa, pues Sweyn intentó matar a Canuto V, a Valdemar y a Absalon en 1157, en un banquete que dio en Roskilde. El rey Canuto fue asesinado, pero Valdemar y Absalon huyeron a Jutlandia, a donde Sweyn los siguió, aunque no pudo darles alcance. Ese mismo año Sweyn fue derrotado y asesinado en la batalla de Grathe Heath, y Valdemar fue coronado rey, como Valdemar I. Por todo el apoyo prestado, en 1158 Absalon fue premiado por Valdemar con el obispado de Roskilde, al morir el obispo Asser.
Además de su sede, Absalon fue consejero de Valdemar, y su primera acción fue organizar la campaña contra los wendos, piratas y gene bárbara que asolaban las costas danesas, aprovechándose de las guerras internas de los daneses. Pero una vez que la paz se había conseguido, su presencia era peligrosa. Absalon comenzó organizando una flota y construyendo fortalezas para que los ejércitos resistieran. Aconsejó a Valdemar que perdonara a los que antes se le oponían a cambio de unirse contra los wendos. En 1160 Absalon se puso al frente de la primera campaña. Poco a poco los daneses fueron sometiendo a los wendos y al mismo tiempo imponiendo la religión cristiana. En 1168 finalmente la ciudad de Arkona y la isla Rügen fueron tomadas y los wendos aceptaron la soberanía danesa y la fe cristiana. Absalon desembarcó en la ciudad con otros obispos y con gran pompa atravesó la ciudad entre los wendos rendidos. Se dirigió al templo del dios Rugievit, una deidad pagana de siete cabezas y mandó fuera derribado, arrastrado y quemado frente al templo. Acto seguido, todos los wendos fueron bautizados. Absalon organizó la iglesia, nombró presbíteros y creó una diócesis dependiente de Roskilde. Otras campañas dirigió, como 1170 contra los piratas que aún quedaban en Wolin. Y en 1184, derrotó a una flota que atacó a sus vasallos de de Rügen.
En medio de las batallas, no dejaba su labor pastoral y diplomática. Entre 1159 y 1164 ocurrió el cisma de Alejandro III y el antipapa Víctor IV. Valdemar apoyó al antipapa, candidato preferido del emperador Barbarroja, pues era peligroso enemistarse con el emperador, estando Dinamarca en luchas internas. Valdemar desterró al arzobispo Eskil, defensor del verdadero papa. Absalon no estuvo de acuerdo con ello, y contrario a su parecer, en 1162 Valdemar rindió lealtad a Barbarroja. Absalon, mientras, intentaba mantener la unidad de la Iglesia danesa. A partir de 1165, cuando Alejandro III regresa a Roma (aunque tuvo que huir), Barbarroja va perdiendo posiciones frente a los reyes que se le oponen y apoyan a Alejandro III. Ante esto, Absalon aconseja a Valdemar, por el bien del país y de la Iglesia, apoyar a Alejandro III, verdadero papa.
Fue un gran unificador del país, un héroe nacional sin duda alguna. Organizó la Iglesia danesa, acercándola a Roma, promulgó una reforma local del Derecho Canónico, estableció relaciones entre la monarquía y el papado. Estableció la liturgia romana, fundó iglesias y monasterios, importando órdenes religiosas para la evangelización y la enseñanza. A los agustinos, a los que encargó misionar en el país, siempre bajo su autoridad.
En 1162 hizo que los benedictinos de Sorö, la abadía de su familia, pasara al Císter, donándoles tierras propias. Y desde esta abadía se fundaron otros monasterios que permanecieron hasta la persecución protestante en el siglo XVI. En 1167 construyó una fortaleza en la ciudad Havn, lo que convirtió a la ciudad en un gran centro de actividad militar y comercial, siendo una de las ciudades europeas más importantes: la actual Copenhague, capital danesa. Ese mismo año regresó a Dinamarca el arzobispo Eskil, y ambos acordaron canonizar a Canuto V, padre de Valdemar, como mártir. Consta que así fue, aunque al parecer no tuvo culto estable, ni siquiera aparece citado en martirologios daneses. Eskil renunció a la sede en 1177, luego de elegir a Absalon para el arzobispado de Lund. Absalon se negó, pues no quería perder su sede y tierras en Zealand. Negoció y el papa Alejandro III le permitió gobernar las dos sedes. En Lund instituyó el diezmo y aumentó el control sobre los siervos. Esto provocó una revuelta de campesinos en 1180, que le obligó a huir hacia Zealand. Ese mismo año regresó y con la ayuda del rey, reprimió a los sublevados.
En 1182 murió Valdemar, y subió al trono su hijo Canuto VI. Absalon quedó como consejero del joven rey de 19 años, y más aún, fue el verdadero gobernante durante todo este reinado. Fue su oportunidad para resistirse a Barbarroja y su política imperial, impidiendo que Canuto jurara lealtad a Federico.
En 1184, con 57 años (toda una edad en sus tiempos), renunció al mando de la flota y el ejército, nombrando al príncipe Valdemar, hermano menor de Canuto VI (y futuro Valdemar II) como Comandante de los Ejércitos. Para él mismo se reservó la administración económica del reino y eclesiástica de la Iglesia danesa. Para garantizar su legado, en 1192 nombró obispo de Roskilde a su sobrino Absalon Sunesen, y al hermano de este, Anders Sunesen, como canciller de Canuto VI, aunque después de la muerte de Absalon, sería nombrado por el rey como arzobispo de Lund. En 1200, sintiéndose enfermo, se retiró a la abadía familiar, Sorö, donde murió el 21 de marzo de 1201, con 73 años. Antes de morir legó todos sus bienes personales a la abadía, y la ciudad de Copenhague al obispado de Roskilde. Fue sepultado en la misma abadía, donde se conserva su sepulcro.
Aunque Dinamarca se hizo luterana en el siglo XVI, su memoria litúrgica es conservada y patrono de los militares daneses. Curiosamente, recientemente la Marina Real de Dinamarca nombró “Absalon” a un tipo de buques destinado especialmente a combatir la piratería.
Fuente:
-“Key Figures in Medieval Europe: An Encyclopedia”. RICHARD K. EMMERSON. New York 2006.