Viernes, 22 de noviembre de 2024

Religión en Libertad

Beata Gertrudis "la Oriental".

Con la mirada siempre en Cristo, sol que nace del Oriente.

Ramón Rabre

Getrudis "la Oriental".
Getrudis "la Oriental".

Si hace poco veíamos de una mística flamenca de la que poco se sabe, la Beata Hadewych de Flandes (15 de diciembre), hoy estamos en el mismo caso. Gertrudis debe haber nacido en sobre 1320. Un juego de palabras entre su ciudad de origen, Oostburg (ciudad de Oriente) y un conocido himno llamado "Het daghet in den Ooste" (“Albores en Oriente”), que se le atribuía, es conocida como:

Beata Gertrudis “la Oriental”, beguina y mística. 6 de enero.

Nació en una familia muy pobre, pero piadosa, y aún niña fue colocada como empleada doméstica para una familia rica, donde conoció a otras chicas empleadas, de nombre Lielta y Dievera. Con ellas comenzó a alejarse de la religión y se dio a una vida mundana, de fiestas, juergas en las tabernas. Cantaban en las esquinas para beberse y comerse lo recaudado, frecuentaban hombres y casas de mala reputación. Y aún en medio de aquellos desenfrenos, según contó a un director espiritual luego, en su interior bullía Dios. En estos peligros del mundo, Gertrudis conoció a un joven que le prometió matrimonio y luego la abandonó para casarse con otra. Gertudis supo que su rival estaba embarazada y juró vengarse de ella. En el momento del nacimiento del niño, supo Gertrudis que  la joven estaba en peligro de muerte, y su primer impulso fue orar por ella. Sin cuestionamientos ni preguntas, solo oró por su curación y obtuvo la gracia. Ambos, madre y criatura se salvaron. Para nuestra beata aquello significó un punto y aparte, una gracia fundante que llaman los místicos a ese momento y ocasión en que Dios ilumina al alma de tal manera que ya no hay paso atrás en el camino de la conversión.

Así que Gertrudis comenzó una vida espiritual intensa, a la que atrajo a sus amigas Lielta y Dievera. Comunión, confesión frecuente, ejercicios devotos, penitencia y una estricta dirección espiritual la llevaron a pedir la admisión en un convento de beguinas de Delft. Y sus amigas harían lo mismo años más tarde. Allí pudo entregarse al estudio y la vida de oración, aspectos de la vida interior que el beguinato mimaba muchísimo. Gertrudis se lanzó a la misericordia de Dios, y teniendo presente el amor de Cristo por los pobres, que le llevó a hacerse uno de ellos, también se dedicó a la caridad activa con los necesitados. Y esta asimilación con la caridad de Cristo, la llevó a la asimilación con la Encarnación y Pasión de Cristo, que recibió el curioso fenómeno (místico para sus contemporáneos) en el cual todos los años sus pechos se llenaban de leche en Adviento y Navidad. Además, durante Cuaresma y Pascua recibía los estigmas de la Pasión. En 1351 tuvo una serie de visiones de la Santísima Virgen que dieron pie a la construcción de la iglesia de Santa María la Nueva en Delft.

Gertrudis falleció el 6 de enero de 1358 y fue sepultada en el cementerio de lo pobres, el de las Hermanas del Espíritu Santo. A inicios del siglo XX una asociación de mujeres para el servicio doméstico la eligió como patrona.


Fuentes:
-“Prophets in Their Own Country: Living Saints and the Making of Sainthood in later Middle Age”. AVIAD M. KLEINBERG. Chicago, 1992.
-“La mirada interior: Escritoras místicas y visionarias en la Edad Media”. VICTORIA CIRLOT y BLANCA GARÍ. Ediciones Siruela. Madrid, 2008.
-“Grosses vollständiges Universal Lexicon” Volumen 10. Leipzig, 1735.

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