La Degollación e Invención del Bautista.
La memoria del martirio de San Juan Bautista, hoy una fiesta venida a menos, junto a la gran fiesta de su Natividad, fue en otrora una gran festividad, aunque no por el testimonio martirial del santo profeta, sino por la devoción que a su cabeza, o supuestas cabezas se tenía en diversos, demasiados sitios. El Evangelio es escueto en cuanto al suceso, motivos y consecuencias del martirio de San Juan:
Degollación de San Juan Bautista. 29 de agosto.
La memoria del martirio de San Juan Bautista, hoy una fiesta venida a menos, junto a la gran fiesta de su Natividad, fue en otrora una gran festividad, aunque no por el testimonio martirial del santo profeta, sino por la devoción que a su cabeza, o supuestas cabezas se tenía en diversos, demasiados sitios. El Evangelio es escueto en cuanto al suceso, motivos y consecuencias del martirio de San Juan:
Pero la devoción de los fieles, la necesidad de completar hechos históricos, y la malsana curiosidad, hicieron tejerse varias leyendas posteriores a la degollación o decapitación de Juan. San Jerónimo (30 de septiembre y 9 de mayo, traslación de las reliquias) dice que Herodías se entretuvo en pinchar con alfileres la lengua del Bautista mientras decidían que hacer con la cabeza. Josefo y otros atribuyen a esta injusticia todos los posteriores males de Herodes, y parentela. Herodes y Herodías murieron pobres y defenestrados en Lyon de Francia. Salomé caminaba sobre un río helado cuando el peso del cuerpo le hizo hundirse y el hielo le arrancó la cabeza.
Sobre el cuerpo del santo, Jerónimo, Rufino y Teodoro dicen que fue enterrado en Samaría, entre las tumbas de San Eliseo (14 de junio y 20 de octubre) y San Abdías (19 de noviembre). Allí estuvo en paz hasta los tiempos de Juliano el Apóstata, cuando los paganos profanaron la tumba y quemaron los huesos. Una parte que se habría salvado fue a parar a Alejandría, donde en 396 San Teodosio el Grande (17 de enero) haría levantar una basílica en su honor sobre el templo de Serapis. Pero sigamos con la cabeza:
La Primera Invención de la cabeza de San Juan Bautista. 21 ó 24 de Febrero.
La primera Invención de la cabeza ocurrió en 453, cuando un funcionario de la corte romana, dejó el mundo y se fue a vivir como eremita muy cerca del Monte de los Olivos. Allí comenzó a hacer una celda y cuando empezó a cavar, su pala golpeó una olla de barro. La sacó y halló en ella una cabeza y, claramente, tenía que ser la de Juan el Bautista, cuyos discípulos, según la leyenda, la habían enterrado allí, mas no el cuerpo. La sacó y fue puesta en veneración. Según otra tradición, sostenida por San Beda (25 de mayo) y San Simeon Metafraste (28 de noviembre), Herodías quien enterró la cabeza en los sótanos del palacio de Herodes para que Juan no resucitara y volviera a recriminarle su adulterio. El santo se habría aparecido a algunos religiosos devotos del santo para indicarle el sitio.
La Segunda Invención de la cabeza de San Juan Bautista. 29 de agosto.
Según la Leyenda Áurea, en tiempos del emperador Valente unos monjes herejes llevaron la Santa Cabeza a Cilicia. Con la reliquia fueron dos devotos del santo, Vicencio y Matrona. Enterado el emperador, se hizo traer la santa cabeza a Constantinopla, pero llegando a Pantiquini, las mulas que tiraban del carro que transportaba la reliquia, se negaron a caminar, por lo que allí se quedó, en un templo en un territorio de Mardonio, criado del emperador (otra tradición dice que fue porque Valente era arriano). Allí estuvo hasta que fue llevada a Constantinopla. Ante esto, Vicencio dejó la herejía con tal de no abandonar su preciada reliquia. El emperador la tomó en sus manos y a pie entró a la ciudad, dedicándole un hermoso templo. Esta festividad de la Invención y Traslación celebra hoy solamente el martirio de Juan, pero su origen es este. Con el tiempo, se perdería la Santa Cabeza, hasta que sucedió la:
La Tercera Invención de la cabeza de San Juan Bautista. 25 de mayo.
En el siglo IX, ya no quedaba ni el recuerdo de dicha reliquia, ni veneración, ni nada. Entonces, de pronto, fue inventada (las palabras toman su más estricto significado) en Constantinopla, por el patriarca Ignacio, y mandada venerar solemnemente por Santa Teodora II de Constantinopla (11 de febrero), gran defensora de las reliquias y las imágenes. Y muchos milagros se realizaron mediante dicha cabeza, lo cual no sería raro, pues el primero habría sido aparecer de pronto, luego de 600 años. Allí estuvo hasta que los franceses tomaron la ciudad en 1204 y un canónigo de Amiens se llevó allí la parte superior, dejando la quijada en Constantinopla. Pero otra versión dice que los franceses la donaron al papa y fue trasladada a Roma, a la iglesia de San Silvestre de Campo Marzio, llamada luego "in capite" por estar allí la cabeza de San Juan.
Otras cabezas del Bautista
Pero si ya esta historia de cabezas que aparecen y desaparecen, se trasladan y se retrasladan, pareciera que Juan, como la hidra de Lerna, le crecían dos cabezas cada vez que le cortaban una. Y digo esto porque si se inventariasen las reliquias y cabezas de San Juan Bautista que se veneran en Europa (hoy ya casi ninguna al culto público) la cantidad sería enorme. Más de 50, seguro. Francia, Bélgica y Alemania se llevan la palma en cantidad de cabezas en relicarios y urnas. Solo un ejemplo:
-Cabeza en la capilla de la Degollacion, Clugnat, Francia.
-Cabeza en la iglesia de San Juan de Eremo, Bélgica.
Cabeza en la iglesia de Santa María de Everbeek, Bélgica.
-Cabeza en la iglesia de San Baafs, Gante, Bélgica.
-Cabeza en la iglesia de San Silvestre in Capite, Roma.
-Cabeza en la Catedral de Amiens.
-Cabeza en la iglesia de San Juan Bautista, Nobressart, Bélgica.
-Cabeza en la iglesia de Liens, Panazol, Francia.
-Cabeza en el Landesmuseum en Zürich, Suiza.
-Cabeza en el Vaticano.
-Cabeza en Manchen, Alemania.
-Un trozo de cráneo en el Museo Topkapi de Estambul.
Y, además, otras reliquias, como huesos, trozos de cráneos, dientes, varios dedos, pies, brazos y manos, trozos de la túnica, del cordón, de saltamontes que comía, de pelos... Además, para más INRI, hay al menos tres tumbas con las reliquias de San Juan: en el monasterio de Garabad, Efkere, Armenia; otra en Damasco y una tercera en Samaria, la que narra entre otros San Jerónimo.
Fuente:
-"Vidas de los Padres, Mártires y otros principales Santos". Tomo VIII. ALBAN BUTLER. Valladolid, 1791.