Beato Roberto de Salento. Abogado contra las úlceras.
Beato Roberto da Salle (o de Salento). 18 de julio y 19 de mayo (en Morrone).
Nació en 1273 y era originario de la aldea de Salento o La Salle, sus padres se llamaban Tomás y Bienvenida. Al bautizarlo, como si de una premonición se tratara, le llamaron “Santuccio”, digamos “santito”. Desde muy niño demostró el santo que llevaba dentro, era piadoso, caritativo, amable. A los 7 años un vecino de su hermana la ofendió y, ante la petición de venganza de esta, el domingo siguiente, en la misa, Santuccio recibió (de manera extraordinaria) la paz de manos del sacerdote, gesto que tomó como un signo de Dios y corrió a ofrecésela al ofensor, que pidió perdón, solucionando el problema en paz.
Adolescente aún, a los 16 años, tuvo clara su vocación religiosa al eremitismo y la soledad. Por ello pidió permiso a sus padres y se fue con el monje Pedro Angeleri de Isernia, que había fundado un eremitorio en Morrone, siguiendo la regla de San Benito. A la regla le añadió Pedro, algunas prácticas penitenciales propias, como las 100 postraciones de día y 100 de noche, las 3 cuaresmas (la ordinaria, la de Adviento y por la Asunción), confesión pública de los pecados, vestir el cilicio constantemente, y otras más. Pero Roberto no temió estas normas y en 1294 era el discípulo predilecto de Pedro, por su amor al silencio, la penitencia y la oración. Ese mismo año Pedro fue llamado nada menos que al solio pontificio. Fue elegido Papa en un momento muy duro para la Iglesia, hacía dos años no había papa y las familias Orsini y Colonna dominaban a los cardenales, al Vaticano. Eligieron un papa anciano (tenía 84 años) y santo, humilde y ajeno a las intrigas, los placeres y protocolos, que no hiciera nada, pero que diera tiempo a preparar su sucesión.
Roberto, que era ya su nombre de religioso aunque Pedro seguía llamándole "Santuccio" de cariño, se negó rotundamente a seguirle cuando Pedro quiso llevarle consigo, nombrándolo cardenal (su iconografía le pone con un capelo cardenalicio a los pies), y se trasladó a Roccamorice, donde continuó sus prácticas de penitencia y oración. La verdad es que la "operación papa" salió regular, porque si en verdad calmó la situación, Pedro no hizo mucho como papa, solo eso, ser una transición. Tomó el nombre de Celestino V, se retiró Nápoles y se hizo una cabaña en el palacio adjudicado, donde siguió viviendo como un eremita más. Así 5 meses, hasta abdicar (caso único hasta Benedicto XVI) del papado.
Al quedar libre del papado regresó a la montaña, y Roberto fue junto a él. Pero la alegría les duró poco. Bonifacio VIII, su sucesor, temiendo un cisma lo apresó y lo mantuvo encerrado hasta morir en 1296 (Clemente V lo canonizó en 1313 y su memoria es el 19 de mayo). Ese mismo día se le apareció a Roberto, por lo que el santo supo la noticia de su muerte días antes que se lo comunicaran. Roberto volvió a San Jorge de Roccamorice, donde recibió el sacerdocio a los 25 años (aunque la regla lo prohibía antes de los 31). Durante doce años vivió totalmente como eremita, sin salir de su celda para nada hasta ser nombrado procurador del monasterio del Espíritu Santo de Roccamontepiano. Luego fundó el de Santa Cruz, otro más en Gessopalena y en 1321 regresó a Roccamontepiano hasta 1327, que fue nombrado General de la Congregación Celestina (ya se le llamaban así). Fundó más monasterios y algún hospital para peregrinos.
Ya en vida era tenido por santo por su caridad y humildad. Muchos se hicieron monjes atraídos por su santidad. En el orden místico tuvo signos de Dios, consuelos en su oración. Algunos éxtasis y visiones fueron presenciados por monjes. Sanó a una niña lisiada mientras celebraba la misa para ella, resucitó a un monje que había muerto en pecado mortal, este se confesó y entró al cielo. En una ocasión sanó a uno de los hermanos de la lepra con solo besar y hacer la señal de la cruz a las heridas. Pero padeció lo suyo, pues fue acusado por el obispo de Chieti de abusar de las donaciones que le hacían y de aprovecharse de la fe de las gentes para enriquecerse.
Roberto murió en 1341, el 18 de julio, luego de 52 años de vida religiosa. Luego de su muerte, su tumba fue meta de peregrinaciones debido a los muchos milagros que allí ocurrieron. En 1342 las reliquias se trasladaron a Sulmona. Otras reliquias se trasladaron a su parroquia natal de La Salle, donde se bendice a los fieles con su brazo el día de su festividad. Se le invoca contra las llagas, las úlceras de la piel y la parálisis.