Santa Ariadna de Prymnesse, mártir.
Santa Ariadna de Prymnesse, mártir.
Protegida por ángeles y amada por el Esposo Cristo.
Santa Ariadna de Prymnesse, mártir. 27 de septiembre.
El martirologio romano la recoge a 17 de septiembre, mientras que el Sinaxario de Constantinopla la pone el 18 y 27 del mismo mes junto a Santa Ripsimena. Algunos plantean que ni siquiera existió, otros que sí existió como tal, pero que se inventó una “vita” sobre la que sustentar el culto, y los más la identifican con la mártir Santa María, del 1 de noviembre. La verdad es que lo que se sabe de esta mártir tan antigua es poco, son escritos recopilados entre los siglos V y VI, pero que sin embargo, parecen copiar documentos más antiguos, comparándolas con actas verdaderas y procesos penales de los siglos II y III que se conservan. En 1853, en los archivos vaticanos se encontró un documento en griego que avalaría esta tesis, pero la verdad es que nada es concreto.
Según estas "actas", Ariadna era esclava de Tertuliano, un noble. En el cumpleaños del hijo de este, Ariadna se negó a festejar y romper el ayuno cristiano, por lo que fue azotada y encerrada durante todo un mes. Sin embargo, su amo fue denunciado por esconder una cristiana, fue llevado a juicio, pero se defendió argumentando que en realidad era esclava de su mujer y que él no conocía de su fe. Entonces fue llamada Ariadna para que sacrificara a los dioses, a lo que se negó. Sometida a tormentos, la multitud protestó ante el juez por la juventud y belleza de la chica. Por tanto, Gordiano, el juez, le concedió tres días para pensárselo bien, recordándole los castigos y tormentos que le esperaban (este trozo de ambos juicios son los que parecen auténticos, por tanto ella sí habría existido).
Ariadna entonces escapó a una montaña y se refugió en su interior. Gordiano dio órdenes de sacarla a la fuerza, y entonces bajaron del cielo dos ángeles, en medio de fuego y tormenta, lo que hizo dispersarse a la multitud, juez y soldados incluidos, y se volvió a cerrar la montaña tras ella. Y eso es todo, en concreto, mártir no fue, puesto que sobrevivió al martirio, al estilo de la protomártir femenina, Santa Tecla (23 de septiembre), pero sí que lo es en toda regla porque si hubiese tenido oportunidad habría dado la vida; de hecho es considerada como mártir.
A 27 de septiembre además se celebra a:
San Adolfo de Córdoba, mártir.
S. Simeón Metafrastes, hagiógrafo.
San Juan Marcos, obispo.