El PSOE registra una proposición de ley para hacer eutanasias «muy controladas» con fondos públicos
Cualquiera con un "sufrimiento por enfermedad, padecimiento o discapacidad" ha de poder conseguir la eutanasia con fondos públicos en España, han venido a declarar portavoces socialistas al presentar este jueves una proposición de Ley que el PSOE acaba de registrar en el Congreso, abriendo en el Parlamento del debate de la eutanasia.
La expresión "sufrimiento por enfermedad, padecimiento o discapacidad" es muy amplia: casi todos los seres humanos experimentan el "sufrimiento por padecimiento" alguna vez en su vida. (De hecho, sufrir y padecer son sinónimos en español).
¿Lo quiere el 80% de los españoles?
Los socialistas aseguran que la eutanasia ya ha ganado en la opinión pública, que el 80% de los españoles quieren "regularizarla"... palabra que usan como sinónimo de "legalizarla". (La eutanasia ya está regularizada: de hecho, la regularización actual en España prohíbe matar enfermos y sanos por igual).
Imaginemos que una encuesta preguntase: "¿Le parece bien que sea legal que los médicos maten a los enfermos, un gran ahorro de costes, después de conseguir que ellos o sus parientes firmen un papel pidiéndolo?" No parece que se lograra un 80% de síes en España.
El objetivo de la norma propuesta por los socialistas, que aspiran a poder debatir en el Congreso, se formula así: «regular el derecho a solicitar y recibir ayuda para morir, en condiciones garantistas, rigurosas, con un procedimiento ordenado y sistemático, de forma que todo el proceso reúna las máximas garantias necesarias ante una situación definitiva». Para los socialistas, «el Estado no puede mirar para otro lado ante personas que quieren acabar con el sufrimiento que les ocasiona su enfermedad, padecimiento o discapacidad».
El paciente que contempla la ley no tiene por qué estar en sus días finales de vida, sino que tiene que tener alguna dolencia o sufrimiento que le hace insostenible seguir viviendo. «La eutanasia empieza donde la muerte digna termina», ha dicho -quizá sin pensar mucho la crudeza de lo que decía- el secretario de "Justicia y Nuevos Derechos" del partido, Andrés Perelló.
¿Ramón Sampedro como ejemplo?
Mencionó como ejemplo a Ramón Sampedro, el protagonista de la película "Mar Adentro". En la vida real era un tetrapléjico suicida con depresión, que no quiso usar silla eléctrica ni ninguna de las posibilidades técnicas modernas para llevar a cabo una vida más activa y se empeñaba en alojarse en un segundo piso en una casa con escaleras, no acondicionada, algo que han denunciado otros tetrapléjicos en varias ocasiones.
El PSOE pretende hacer creer que los profesionales de los cuidados paliativos también necesitan esta ley para sentirse más seguros "sobre todo al abordar casos que requieren una sedación alta, por ejemplo con la dispensación de opiáceos".
Hace unos meses, Unidos Podemos, propuso en el Parlamento la despenalización de la eutanasia, algo a lo que el PSOE entonces se opuso, dicen que porque en aquel momento se mezclaron ambos conceptos, «muerte digna» y «eutanasia». Ahora el PSOE se muestra a favor de ambas cosas, aunque las diferencie con matices.
Insisten en que habrá muchos controles
El PSOE insiste en que los controles serían muchos... pero la experiencia del aborto y la de la eutanasia en otros países tiende a hacer pensar que esos controles enseguida se relajan y que centros especializados (habría locales de eutanasia como hay abortorios) los facilitarían enseguida.
Por el momento aún hablan de «la demanda de la persona, cuando considere que tiene un sufrimiento le resulta intolerable e insoportable y se conoce que no tiene tratamiento y no es reversible».
En ese contexto, el ejemplo de Ramón Sampedro es peculiar... su sufrimiento no venía de su tetraplejia (hay muchos tetrapléjicos así que no sufren especialmente por ello) sino por su depresión y su tendencia suicida.
La solicitud, dice es «indelegable»... a menos que la firma sea "físicamente imposible", en cuyo caso lo pediría la familia (por ejemplo, ¿para enfermos en coma?, esos que a veces despiertan después de años).
Por el momento dicen que la decisión ha de ser «plenamente, libre, consciente e informado», que «podrá ser revocada en cualquier momento del proceso, de manera voluntaria, por ejemplo si surgiera algún avance en su dolencia» y que los menores quedan completamente fuera de esta ley... por ahora.
Primeramente se solicita la eutanasia al médico, que después de informar al paciente deberá recibir su ratificación en un plazo de dos semanas. Después el doctor deberá relevar su informe a una comisión específica de control y evaluación creada al efecto. Ambas fases llevarían 15 y 17 días, respectivamente. Un plazo que garantiza que la solicitud de eutanasia «realmente sea una demanda reflexionada e informada».
El protocolo permitiría tanto la administración del fármaco por parte de un equipo médico como la prescripción farmacológica para que el paciente la pueda tomar de manera autónoma (esto sería más bien un suicidio asistido: tomarse uno un veneno que le prepara un experto), aunque con un seguimiento cercano de los sanitarios hasta el final del proceso, han especificado.
Los requisitos que se imponen al paciente son: tener la nacionalidad española o situación regularizada en España, estar "bien informado" de su situación médica, haber formulado la solicitud de manera "voluntaria", sufrir una enfermedad grave e incurable y prestar consentimiento informado. La ley reconocería que el ámbito de aplicación será en el ámbito «público y privado».
Se reconocería, al principio al menos, la objeción de conciencia de los profesionales sanitarios (ya que matar enfermos repugna a la conciencia de la mayoría de los sanitarios; como el aborto, pronto se convertiría en la especialidad de una clase especial de "médicos").
Sobre los supuestos "controles estrictos" lea lo que pasó en Bélgica aquí y en Holanda aquí; y cómo se amplió enseguida a niños "que disciernen"
Lea, del doctor Jacinto Bátiz, la diferencia entre los cuidados paliativos (buenos) y la eutanasia (mala) aquí
La expresión "sufrimiento por enfermedad, padecimiento o discapacidad" es muy amplia: casi todos los seres humanos experimentan el "sufrimiento por padecimiento" alguna vez en su vida. (De hecho, sufrir y padecer son sinónimos en español).
¿Lo quiere el 80% de los españoles?
Los socialistas aseguran que la eutanasia ya ha ganado en la opinión pública, que el 80% de los españoles quieren "regularizarla"... palabra que usan como sinónimo de "legalizarla". (La eutanasia ya está regularizada: de hecho, la regularización actual en España prohíbe matar enfermos y sanos por igual).
Imaginemos que una encuesta preguntase: "¿Le parece bien que sea legal que los médicos maten a los enfermos, un gran ahorro de costes, después de conseguir que ellos o sus parientes firmen un papel pidiéndolo?" No parece que se lograra un 80% de síes en España.
El objetivo de la norma propuesta por los socialistas, que aspiran a poder debatir en el Congreso, se formula así: «regular el derecho a solicitar y recibir ayuda para morir, en condiciones garantistas, rigurosas, con un procedimiento ordenado y sistemático, de forma que todo el proceso reúna las máximas garantias necesarias ante una situación definitiva». Para los socialistas, «el Estado no puede mirar para otro lado ante personas que quieren acabar con el sufrimiento que les ocasiona su enfermedad, padecimiento o discapacidad».
El paciente que contempla la ley no tiene por qué estar en sus días finales de vida, sino que tiene que tener alguna dolencia o sufrimiento que le hace insostenible seguir viviendo. «La eutanasia empieza donde la muerte digna termina», ha dicho -quizá sin pensar mucho la crudeza de lo que decía- el secretario de "Justicia y Nuevos Derechos" del partido, Andrés Perelló.
¿Ramón Sampedro como ejemplo?
Mencionó como ejemplo a Ramón Sampedro, el protagonista de la película "Mar Adentro". En la vida real era un tetrapléjico suicida con depresión, que no quiso usar silla eléctrica ni ninguna de las posibilidades técnicas modernas para llevar a cabo una vida más activa y se empeñaba en alojarse en un segundo piso en una casa con escaleras, no acondicionada, algo que han denunciado otros tetrapléjicos en varias ocasiones.
El PSOE pretende hacer creer que los profesionales de los cuidados paliativos también necesitan esta ley para sentirse más seguros "sobre todo al abordar casos que requieren una sedación alta, por ejemplo con la dispensación de opiáceos".
Hace unos meses, Unidos Podemos, propuso en el Parlamento la despenalización de la eutanasia, algo a lo que el PSOE entonces se opuso, dicen que porque en aquel momento se mezclaron ambos conceptos, «muerte digna» y «eutanasia». Ahora el PSOE se muestra a favor de ambas cosas, aunque las diferencie con matices.
Insisten en que habrá muchos controles
El PSOE insiste en que los controles serían muchos... pero la experiencia del aborto y la de la eutanasia en otros países tiende a hacer pensar que esos controles enseguida se relajan y que centros especializados (habría locales de eutanasia como hay abortorios) los facilitarían enseguida.
Por el momento aún hablan de «la demanda de la persona, cuando considere que tiene un sufrimiento le resulta intolerable e insoportable y se conoce que no tiene tratamiento y no es reversible».
En ese contexto, el ejemplo de Ramón Sampedro es peculiar... su sufrimiento no venía de su tetraplejia (hay muchos tetrapléjicos así que no sufren especialmente por ello) sino por su depresión y su tendencia suicida.
La solicitud, dice es «indelegable»... a menos que la firma sea "físicamente imposible", en cuyo caso lo pediría la familia (por ejemplo, ¿para enfermos en coma?, esos que a veces despiertan después de años).
Por el momento dicen que la decisión ha de ser «plenamente, libre, consciente e informado», que «podrá ser revocada en cualquier momento del proceso, de manera voluntaria, por ejemplo si surgiera algún avance en su dolencia» y que los menores quedan completamente fuera de esta ley... por ahora.
Primeramente se solicita la eutanasia al médico, que después de informar al paciente deberá recibir su ratificación en un plazo de dos semanas. Después el doctor deberá relevar su informe a una comisión específica de control y evaluación creada al efecto. Ambas fases llevarían 15 y 17 días, respectivamente. Un plazo que garantiza que la solicitud de eutanasia «realmente sea una demanda reflexionada e informada».
El protocolo permitiría tanto la administración del fármaco por parte de un equipo médico como la prescripción farmacológica para que el paciente la pueda tomar de manera autónoma (esto sería más bien un suicidio asistido: tomarse uno un veneno que le prepara un experto), aunque con un seguimiento cercano de los sanitarios hasta el final del proceso, han especificado.
Los requisitos que se imponen al paciente son: tener la nacionalidad española o situación regularizada en España, estar "bien informado" de su situación médica, haber formulado la solicitud de manera "voluntaria", sufrir una enfermedad grave e incurable y prestar consentimiento informado. La ley reconocería que el ámbito de aplicación será en el ámbito «público y privado».
Se reconocería, al principio al menos, la objeción de conciencia de los profesionales sanitarios (ya que matar enfermos repugna a la conciencia de la mayoría de los sanitarios; como el aborto, pronto se convertiría en la especialidad de una clase especial de "médicos").
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