Willy Toledo, con sus tuits groseros, a dormir al calabozo por negarse 2 veces a acudir ante el juez

Dos veces Willy Toledo se negó a acudir al juez que le citaba: ahora la Policía le ha detenido. El actor y activista de izquierda radical Willy Toledo, de 48 años, durmió en la noche, de miércoles a jueves, en el calabozo. Finalmente, el jueves la policía le llevó ante el juez y después de declarar quedó en libertad.

Dos veces fue citado a declarar acusado de vejación de los sentimientos religiosos y en ambas se negó con altanería y falta de respeto a la autoridad. El Juzgado de Instrucción número 11 de Madrid ordenó su detención hace 8 días y así ha sucedido finalmente, para tratar de garantizar que el actor comparezca en los juzgados, donde ha sido citado a las diez de la mañana de este jueves 13 de septiembre.

Las declaraciones del activista grosero

Toledo llegó al juzgado escoltado por la policía, aunque no esposado. Antes de entrar a la sala para su declaración, ante la prensa y sus partidarios, Toledo ha gritado, visiblemente agitado, "tendría usted que desaparecer de la faz de la tierra", en referencia al juez o uno de los abogados, las únicas personas que lo acompañaban. Al salir, decenas de activistas laicistas lo recibieron con el grito (supuestamente ilustrado y edificante) de "me cago en Dios". 

"Estoy haciendo lo que tengo que hacer, que es llamar la atención, porque es vergonzoso que haya todavía cinco artículos en el código penal relativos a los sentimientos religiosos", ha asegurado Toledo al salir.

El artista ha afirmado que en el proceso legal él continuará "hasta el final" en apoyo de toda persona que esté siendo "perseguida por lo que piensa".

Detenido el miércoles tarde

Fue detenido en la tarde del miércoles en el Teatro del Barrio, situado en el barrio madrileño de Lavapiés, donde había anunciado su asistencia a un acto, precisamente, en apoyo a su persona y desobediencia y de promoción de las expresiones groseras contra los sentimientos religiosos como"libertad de expresión".

Willy Toledo quería pasar esta noche fomentando las expresiones groseras contra los sentimientos religiosos, pero la pasará en el calabozo por desobedecer al juez

El 5 de julio de 2017, el actor escribió (sin asteriscos) en su perfil: "Yo me cag* en Dios. Y me sobra mi*rda para cag*rme en el dogma de la santidad y virginidad de la Virgen María". Estaba haciendo activismo grosero y desafiante después de que una juez de Sevilla abriese juicio oral contra tres mujeres que portaron en la capital andaluza una reproducción de plástico de una vagina de casi dos metros, como si fuese un paso de Semana Santa. Una iniciativa que se bautizó como "la procesión del santo coño insumiso".

El activista, en un acto en cierta parroquia de Madrid,
a los pies de Cristo (que no es mal lugar)

"La denuncia [de la Asociación Española de Abogados Cristianos, www.abogadoscristianos.es] se puso por cagarse en el dogma y porque sus palabras fueron una afrenta contra los sentimientos religiosos", explicó al diario laicista El País la presidenta de este colectivo de letrados, Polonia Castellanos, que pidió al juez que valore si el actor cometió también un delito de odio durante una intervención en televisión, donde afirmó que durante la Guerra Civil se fusiló a personas a causa de su fe y se incendiaron iglesias porque "algo harían".

Antes de la citación de este jueves, Toledo ya se había negado en dos ocasiones a acudir a declarar. También había anunciado en Facebook que este jueves tampoco se presentaría ante el juez. En su mensaje, aseguraba que llevaría su acto de desobediencia "hasta las últimas consecuencias (aceptando estas sean cuales sean)".

Lo que dice la ley: escarnio, burla tenaz y pública para ofender

Conforme al artículo 525 del Código Penal español, cometen delito de escarnio, castigado con pena de multa de ocho a doce meses, «los que para ofender los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa, hagan públicamente, de palabra, por escrito o mediante cualquier tipo de documento, escarnio de sus dogmas, creencias, ritos o ceremonias, o vejen, también públicamente, a quienes los profesen o practican». El "escarnio" es la burla tenaz que se hace con propósito de afrentar, una clase de injuria consistente en ridiculizar los sentimientos religiosos. Si el escarnio o burla tenaz se hace por redes sociales se considera, evidentemente, que se hace "públicamente".