La Justicia de Canadá obliga a Peterson a la «reeducación», él promete luchar: «Si voy, no iré solo»
El pasado mes de enero se desató una nueva polémica y persecución sobre el psicólogo canadiense Jordan B. Peterson por haber publicado y compartido en su cuenta de Twitter mensajes cuestionando las políticas gubernamentales del primer ministro Trudeau, el uso de "neopronombres" transgénero, los médicos que se lucran con estos postulados o lo que parece una creciente promoción de la obesidad y el sobrepeso en anuncios.
Dicha publicación mereció al conocido conferenciante la acusación de "conducta de odio" y, con ella, a ser obligado por el Colegio de Psicólogos de Ontario a participar en un "curso de reeducación" si quería mantener su licencia profesional.
Pero quedarse callado ante esta y otras imposiciones dista mucho de ser la actitud de Peterson.
Medida admitida y "de impacto mínimo", según la Justicia
El psicólogo solicitó una revisión judicial argumentando que los comentarios políticos no entran dentro del ámbito de competencia del Colegio y que su decisión viola la libertad de expresión en su nivel más básico. Sin embargo, el pasado miércoles, tres jueces del Tribunal Divisional de Ontario dictaminaron que la decisión del Colegio era admisible y que no afectaba a ninguna libertad fundamental.
"La orden no es disciplinaria y no impide que el Dr. Peterson se exprese sobre temas controvertidos; tiene un impacto mínimo en su derecho a la libertad de expresión”, se lee en la decisión final de la Corte.
Entrevistado por el Toronto Sun en relación a los hechos, Peterson admitió estar "atónito" ante el fallo. "Es una decepción curiosa, estoy más decepcionado como ciudadano de Canadá que a nivel personal", subrayó.
Según el juez Paul Schabas, redactor del fallo, la decisión del Colegio estaría motivada por la "preocupación sobre su uso del lenguaje denigrante o degradante" y no por cancelar su libertad de expresión". Algo que Peterson no suscribe, al menos a efectos prácticos: "No creo que nuestra garantía constitucional de libertad de expresión exista en Canadá; ciertamente no vale ni el papel en el que está escrita".
Si va a la "reeducación", no acudirá solo
Por ello, el psicólogo prometió recurrir el fallo en las instancias que fuese preciso, estando dispuesto a apelar ante la Corte Suprema.
"La cuestión fundamental es la del discurso libre… Pensamos hablando, en gran parte. Por eso no estoy dispuesto a suspender mi lengua como consecuencia de un decreto del gobierno", aseguró.
En caso de que su apelación sea rechazada, Peterson librará "la guerra" por su cuenta, asegurando que de tener que acudir a la "reeducación", la retransmitiría llevando tras de sí a una cohorte de seguidores que solo en YouTube ascienden a los 7,4 millones de personas.
En ese caso, dijo, "cumpliré con las regulaciones, pero no lo haré en secreto. Y la razón por la que no lo haré en secreto es porque no creo haber hecho nada malo", anunció.
El pensador más influyente
Para el autor de 12 reglas para vivir, este tipo de censura pretende crear una cultura del miedo. "Canadienses: sus médicos, abogados, psicólogos y otros profesionales ahora están tan intimidados por sus amos supremos que tienen miedo de decir la verdad. Esto significa que su atención y asesoramiento legal se han vuelto peligrosamente poco confiables", expresó. (Puedes leer aquí el hilo de Twitter de Peterson).
La irrupción de Jordan B. Peterson en el pensamiento contemporáneo fue un éxito a raíz del éxito mundial 12 reglas para vivir (Planeta). Es "el pensador más importante e influyente de Canadá desde Marshall McLuhan", afirma Camille Paglia, compañera de batalla contra la corrección política.
Psicólogo clínico y ex profesor de Psicología en la Universidad de Toronto, saltó a la fama inesperadamente al negarse a la pretensión de su Gobierno de decidir con qué pronombres era obligatorio dirigirse a las personas transexuales.
Los vídeos de sus discusiones en la calle con agresivos alumnos militantes de la causa LGBTIQ+, a quienes respondía con calma y energía, se hicieron virales y descubrieron a un hombre de una capacidad de comunicación poco común y con gran entereza de ánimo para mantenerse firme en los hechos y en el sentido común frente a la imposición de la ideología de género. (Aquí puedes ver su canal de YouTube).