Un ciudadano acude a la exposición para retirar las formas profanadas y llevarlas a la iglesia
La profanación de 242 Hostias consagradas, utilizadas de forma sacrílega para formar la palabra "pederastia" en una exposición en Pamplona, ha provocado la indignación y la reacción ciudadana hasta el punto de que un ciudadano decidió entrar en el lugar en el que se exponían para retirarlas por su propia cuenta.
Una exposición apoyada por EH Bildu
Sin esperar a que el Ayuntamiento de Pamplona, gobernado por EH Bildu, explicara la cesión de un espacio público para albergar una exposición que ataca de forma radical los sentimientos religiosos, un ciudadano ha decidido poner fin a la profanación y llevar las formas consagradas a la parroquia Cristo Rey de Pamplona para que el Cuerpo de Cristo pueda descansar ahora en un sagrario.
En la exposición aún permanecen, sin embargo, fotografías que muestran esta profanación. El lugar en el que se han producido estos hechos ha sido la sala de exposiciones de la plaza Serapio Esparza (Conde Rodezno), cedida por la diócesis de Pamplona al Ayuntamiento.
La Iglesia navarra decidió ceder el lugar al gobierno municipal para actividades culturales bajo la condición de que se respetara la naturaleza y origen de la edificación, algo que obviamente no se ha cumplido. Ahora el Ayuntamiento de Pamplona podría ser demandado por este incumplimiento y por consentir un ataque de esta magnitud a los católicos y el arzobispado podría reclamar la devolución del edificio.
El artista sacrílego denuncia el robo de las hostias
Por su parte Abel Azcona, autor de la obra sacrílega, ha denunciado el robo de su obra por parte de este ciudadano y exige que las formas consagradas que él obtuvo fingiendo que comulgaba en misa le sean devueltas.
Una exposición apoyada por EH Bildu
Sin esperar a que el Ayuntamiento de Pamplona, gobernado por EH Bildu, explicara la cesión de un espacio público para albergar una exposición que ataca de forma radical los sentimientos religiosos, un ciudadano ha decidido poner fin a la profanación y llevar las formas consagradas a la parroquia Cristo Rey de Pamplona para que el Cuerpo de Cristo pueda descansar ahora en un sagrario.
En la exposición aún permanecen, sin embargo, fotografías que muestran esta profanación. El lugar en el que se han producido estos hechos ha sido la sala de exposiciones de la plaza Serapio Esparza (Conde Rodezno), cedida por la diócesis de Pamplona al Ayuntamiento.
La Iglesia navarra decidió ceder el lugar al gobierno municipal para actividades culturales bajo la condición de que se respetara la naturaleza y origen de la edificación, algo que obviamente no se ha cumplido. Ahora el Ayuntamiento de Pamplona podría ser demandado por este incumplimiento y por consentir un ataque de esta magnitud a los católicos y el arzobispado podría reclamar la devolución del edificio.
El artista sacrílego denuncia el robo de las hostias
Por su parte Abel Azcona, autor de la obra sacrílega, ha denunciado el robo de su obra por parte de este ciudadano y exige que las formas consagradas que él obtuvo fingiendo que comulgaba en misa le sean devueltas.
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