Asirios, caldeos, sirocatólicos, pentecostales, armenios... todos claman contra la ofensa de París

Aún hay medios de comunicación que quieren presentar el enfado por la ceremonia inicial woke y anticristiana de los Juegos de París como cosa de "políticos de extrema derecha", cuando la realidad es que el enfado es mundial, también de personas de Irak o Pakistán que no saben qué es la extrema derecha ni saben nada de política europea.

Cada día se lanzan más proclamaciones de todo el mundo pidiendo que las autoridades francesas se disculpen de verdad, y no a medias. Se suman a las declaraciones de ortodoxos griegos y rusos y de coptos y musulmanes que ya publicamos en ReL.

La Iglesia Asiria de Oriente: "que pidan perdón"

La Iglesia Asiria de Oriente (de rito antioqueno, son medio millón de fieles repartidos por Irak y una gran diáspora) difundió el 28 de julio su nota expresando "profunda preocupación y desaprobación por la representación sacrílega de la Última Cena en la reciente ceremonia olímpica de apertura en París".

"Este evento sagrado de la vida de Nuestro Señor Jesucristo, que tiene una importancia significativa en la fe y la tradición cristiana, se ha presentado de manera blasfema e irreverente. Urgimos respetuosamente a todos los implicados a abordar el simbolismo religioso con el máximo respeto y sensibilidad", sigue la nota.

"Llamamos al comité organizador de los Juegos de 2024 a que presente formalmente sus disculpas por esta representación inapropiada, y que se abstenga en el futuro de implicarse en acciones que sean derogatorias hacia la fe y la comunidad cristiana".

Caldeos ("una burla vergonzosa"), sirocatólicos ayunan

Sin salir de Irak, país donde los cristianos saben lo que es sufrir y ser perseguidos e insultados, también se han pronunciado las autoridades católicas caldeas y sirocatólicas.

"Lo que sucedió en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París es vergonzoso y una burla a la religión cristiana", dice una nota difundida por la Iglesia Católica Caldea (unida a Roma, de rito antioqueno). El cardenal y Patriarca caldeo, Luis Rafael Sako, expresó su apoyo "a la Iglesia en Francia y su asamblea de obispos", que ya publicaron un comunicado de protesta.

Desde Mosul, que fue capital de Estado Islámico y donde quedan hoy unos 5.000 sirocatólicos, el arzobispo sirocatólico Benedictus Younan Hanno animó a sus fieles a ayunar este pasado lunes en protesta por la blasfemia. "No tenemos nada que ofrecer más que orar y ayunar para que Dios perdone este gran insulto, un insulto no solo a la religión sino también a la humanidad", declaró a AFP.

"Nos sorprendió porque Francia es un país de secularidad y humanidad, un país que respetaba todas las nacionalidades y religiones; nos sorprendió que un comportamiento tan ofensivo hacia los símbolos religiosos provenga de Francia", añadió.

Pentecostales de Inglaterra piden que se disculpen en serio

Mike Royal, obispo pentecostal y portavoz de la plataforma Iglesias Juntas en Inglaterra, en la que colaboran cristianos de distintas denominaciones, critica que las supuestas disculpas del Comité Olímpico de París no fueron serias.

Royal a indicado al nuevo primer ministro inglés que la escena "fue inapropiada y desagradable y que eso es compartido por varias personas de diferentes tradiciones: ortodoxas, católicas, pentecostales, evangélicas. Así que ecuménicamente había que decirlo. Tuvieran la intención de ofender o no, la verdad es que sí ofendieron. Y, seamos honestos, he visto la disculpa y realmente es una disculpa a medias, es como 'lo siento si te molesta’. Tiene que haber un reconocimiento de que hubo ofensa y que podría haberse evitado".

El Sínodo ortodoxo búlgaro: "decepción y ofensa"

También se ha pronunciado el Sínodo de la Iglesia Ortodoxa Búlgara (tiene 7 millones de fieles, es hegemónica en su país) declarando que la ceremonia "contradice los valores cristianos y los ideales de los Juegos Olímpicos".

Después de recordar que "las enseñanzas de Jesucristo han influido profundamente en todos los aspectos de la vida y la cultura humanas, inspirando algunas de las mayores obras de arte", la Iglesia Ortodoxa Búlgara expresa "profunda decepción y ofensa por las representaciones artísticas presentadas durante la ceremonia inaugural".

El Patriarca Daniil (Daniel) de la Iglesia Ortodoxa Búlgara, recién nombrado, en junio de 2024; joven, aportará dinamismo a una iglesia ortodoxa de tamaño considerable, activa en Europa, y con un papel mediador entre las divisiones que separan a Moscú (y sus satélites) y Grecia-Constantinopla (y casi toda Europa).

A pesar de los motivos declarados por los organizadores, el Sínodo considera que estas representaciones eran incompatibles con la moral cristiana evangélica, la vida espiritual y la razón humana común".

La declaración también critica la ceremonia por violar los criterios estéticos europeos de siglos de antigüedad y el ideal clásico de "un espíritu sano en un cuerpo sano" que los Juegos Olímpicos deben celebrar.

El Sínodo subraya el carácter discriminatorio e insultante de la ceremonia hacia los creyentes cristianos. También señala que las muchas voces críticas ante esta ceremonia muestra que "la Europa cristiana sigue siendo vibrante" y que "los esfuerzos por descristianizar y deshumanizar a Europa no tendrán éxito, ya que la historia ha demostrado que todos los intentos de luchar contra Cristo y su Iglesia han fracasado".

El Sínodo pide "una Europa que respete y honre sus raíces históricas y culturales, afirmando que sin una fe genuina y viva en Cristo y la adhesión a los valores cristianos eternos, Europa no puede tener un futuro viable".

Anglicanos de Pakistán: "horror, desdén, burla, impiedad"

Ha comentado con detalle la ceremonia el arzobispo anglicano Azad Marshall, principal líder de los anglicanos de Pakistán, que son aproximadamente millón y medio y también saben lo que es ser discriminados y acosados.

Ha recordado que muchas veces en televisión hemos visto a deportistas cristianos santiguándose o mirar al cielo en oración, y ha citado a Eric Liddell, el corredor cristiano de los años 20 popularizado en la película Carros de Fuego, que consideraba correr como un acto de adoración.

"Fue para nuestro horror ver que el prestigioso evento pronto se convirtió en una muestra de desdén y burla contra 2000 años de narrativa cristiana, historia y Sagradas Escrituras. El alarde de impiedad y la violación del sentimiento cristiano no solo era altamente objetable sino también innecesario a la luz de la herencia de los deportes, la resistencia y la lucha por la victoria. Los cristianos de Pakistán no son una excepción en nuestro dolor por la violación y burla de la Última Cena de Da Vinci, los valores familiares cristianos y el desprecio por la fe de muchos atletas", escribe el líder anglicano.

Los cristianos, dice, "fueron despedidos y cancelados en una decepcionante ceremonia de apertura; de hecho, todos lo fuimos. Que nunca nos tomemos esta libertad de expresión y expresión tan a la ligera que pisoteemos los sentimientos de creyentes", reclama.

Escenas blasfemas de la ceremonia de París 2024 remitiendo a la Última Cena: anglicanos de Pakistán o pentecostales ingleses o armenios en Turquía o caldeos en Irak: todos ven clara la voluntad blasfema y cristianófoba.

Armenios de Turquía: los LGTB no toleran críticas, pero buscan ofender

Sahak Mashalian, jefe del Patriarcado Armenio en Turquía, en declaraciones recogidas por la Agencia turca Anadolu (que presta mucha atención a esta polémica) ve claro que la ceremonia buscaba "degradar la fe cristiana.

"Esta parodia ofensiva destinada a burlarse de la Última Cena de nuestro Señor Jesucristo, el evento más sagrado de nuestra fe, ha herido profundamente a los cristianos de todo el mundo", constata.

Los Juegos, en vez fomentar la armonía y la paz "se han convertido en una plataforma para insultar y denigrar a una religión con más de dos mil millones de seguidores por el bien de una pequeña minoría". Y esa minoría es el activismo LGTB, que "no tolera ni la más mínima crítica" contra sus intereses pero que con su "comportamiento inaceptable e irrespetuoso" dañará a su propia causa, advierte el jerarca armenio.