Nuevo varapalo de la FINA a los trans que compiten contra mujeres: «Tenemos que proteger la equidad»
El 4 y 5 de diciembre de 2022 se inició una de las mayores polémicas en el ámbito deportivo, después de que el nadador Will Thomas rompiese todos los récord de natación en estilo libre de 200 metros y 500 metros. ¿Sorprendente? No debería serlo, salvo porque lo hizo compitiendo contra mujeres, inscribiéndose como tal tras declararse transexual.
Tras siete meses de polémica y reflexión, la Federación Internacional de Natación (FINA) ha sentado cátedra y con ella, una victoria para el deporte y un varapalo a los deportistas trans que aprovechaban las ventajas propias de su sexo biológico para mejorar sus marcas y resultados.
El pasado domingo 19 de junio, durante la celebración del congreso general extraordinario de la FINA, el organismo votó con una amplia mayoría para no admitir a atletas transexuales en competiciones femeninas que hayan pasado la pubertad. De este modo, los atletas transexuales ven reducidas sus posibilidades de competir frente a mujeres en caso de haber completado la "transición" antes de los doce años.
Una decisión mayoritaria para "proteger la equidad"
"Tenemos que proteger los derechos de nuestros atletas a competir, pero también tenemos que proteger la equidad competitiva en nuestras pruebas, especialmente la categoría femenina en las competiciones de la FINA", declaró su presidente, Husain Al-Musallam.
Para todos aquellos atletas que hayan comenzado el llamado "proceso de reasignación" habiendo superado esta edad, la FINA ha establecido una nueva categoría abierta.
La decisión se aprobó con el voto favorable del 71% de los 152 miembros de la Federación, pero aunque parezca y sea una buena noticia para el común de las nadadoras profesionales, esta medida es, según el organismo, "el primer paso hacia la integración completa" de los deportistas trans.
El presidente de la Federación Internacional de Natación, Husain Al-Musallam, durante el Congreso que resolvió por una amplia mayoría no admitir a atletas trans en competiciones contra mujeres.
La polémica comenzó cuando el nadador Will Thomas -autodenominado `Lia´- decidió declarar ser transgénero para competir en la modalidad femenina de natación de la Upenn, la Universidad de Pennsilvania, tras tres años de poco éxito compitiendo contra hombres.
Te contamos todo sobre Will Thomas y el orígen de la polémica en Religión en Libertad.
La decisión de la FINA propone medidas acordes a multitud de disciplinas, desde opiniones autorizadas de atletas y expertos en el ámbito deportivo o la misma ciencia hasta otras tan dispares como el ámbito militar.
Pruebas científicas, militares y deportivas
Como contamos en ReL, un ejemplo de ello es el informe publicado por el Instituto Macdonald-Laurier de Canadá, que reconocía la inexistencia "de ningún argumento que justifique que las mujeres trans -hombres que han comenzado su transición- compitan en el deporte femenino". La razón, detalla el estudio, es que los hombres que han comenzado la reasignación solo pierden un 5% de fuerza muscular y conservan la ventaja atlética obtenida durante la pubertad.
También lo muestra el doctor en medicina y exatleta trans, presentado como Joanna Harper, que abandonó su carrera deportiva y, con su experiencia, advierte de la injusticia que supone que mujeres compitan contra hombres biológicos.
De hecho, afirma que "no hay absolutamente ninguna duda de que las personas transgénero mantienen ventajas corporales sobre las mujeres, incluso tras la supresión de la testosterona". Una afirmación, explica, que se basa en su experiencia clínica como médico: "Puede ser que a la larga la ventaja disminuya, pero hasta el día de hoy no hay ninguna evidencia ni estudio científicamente válido" que lo confirme.
Incluso en el ámbito militar, las conclusiones son semejantes, como las que surgen del estudio del doctor Timothy Roberts realizado sobre militares estadounidenses que hicieron la transición estando de servicio. Los hombres que lo hicieron, explica, seguían corriendo un 12% más rápido que las mujeres pasados dos años.
La opinión de una olímpica: "No podemos permitirlo"
Relevantes figuras del deporte olímpico han manifestado la necesidad de una decisión como la tomada por la FINA. Es, por ejemplo, el caso de Erika Brown, bicampeona de natación estadounidense y ganadora de un bronce en los últimos juegos olímpicos de Tokio.
A raíz de la polémica de Will Thomas, expresó en su cuenta de Twitter "que todos somos hijos de Dios y estamos llamados a amarnos unos a otros", pero que eso no justifica las injusticias cometidas en las competiciones en beneficio de los atletas trans.
El atleta transgénero Will Thomas, antes (izquierda) y después de la transición.
“No podemos permitirlo. Un hombre biológico atraviesa la pubertad masculina, e incluso cuando ha hecho la transición sigue teniendo la fisiología de un hombre”, afirmó.
“Unos años de bloqueadores de testosterona y estrógeno no cambian el hecho de que [un hombre transgénero] tiene unos músculos más fuertes, un corazón más grande y una mayor capacidad pulmonar que una mujer”, añadió Brown.
Por ello también se ha mostrado decidida a “defenderse” de lo que considera una clara amenaza en el ámbito deportivo.
“Es la hora de empezar a defender el deporte femenino antes de que perdamos aquello por lo que han luchado tantas personas antes que nosotros”, añadió.