Oksana colabora como voluntaria con la parroquia ucraniana de Roma, con envíos y refugiados
La voluntaria y madre ucraniana que reza con el Papa el rosario por la paz: orar acogiendo
En la última tarde de mayo, el Papa Francisco rezará el Rosario por la paz en el mundo junto a la imagen de María, Reina de la Paz, en la iglesia de Santa María la Mayor. La imagen la encargó Benedicto XV durante la Primera Guerra Mundial.
El Papa hará mención a la guerra de Ucrania, que está en su día número 97. La Fiscalía ucraniana calcula a 31 de mayo que esta guerra ha matado a 243 niños y ha herido a 446, algunos de los cuales se recuperan en el hospital infantil del Papa, el Gemelli. A 26 de mayo, tras 3 meses de combates, un informe de Naciones Unidas (OHCHR) calculaba (a la baja, con regiones enteras sin investigar) que la guerra había causado la muerte de 4.000 civiles y herido a otros 4.700 civiles. Nadie da cifras fiables de soldados muertos, pero parece casi seguro que han superado los 25.000 entre los de ambos bandos.
Con el Papa, rezará el rosario Oksana Boyko, una madre de familia de 40 años, de Ucrania occidental, que colabora como voluntaria con la parroquia ucraniana católica de Roma, la de Santa Sofía.
Oksana ha contado su situación a Antonella Palermo, de VaticanNews, aprovechando un rato en que dos de sus 4 hijos (el mayor tiene 10 años; el menor, dos) están en unas actividades para niños organizadas en la parroquia ucraniana por la Comunidad de San Egidio. Sus hijos también acudirán al rezo con el Papa.
Oksana, natural de Brody (a cien km de Leópolis) llegó a Roma en 2008 para estudiar en la Universidad Pontificia Angelicum. Ya era licenciada en Economía y había trabajado en una entidad pública.
Empezó la guerra. Su hermana escapó de Kiev inmediatamente con sus 4 hijos. Pero sus padres se quedaron en casa.
"Cuando Don Marco, el párroco de Santa Sofía, me pidió que participara con el Papa", cuenta, "al principio tuve un poco de miedo, pensé en los dos niños más pequeños, un poco díscolos e inquietos... Pero entiendo la importancia de este evento. La guerra debería desaparecer de la tierra y nunca puede considerarse justa. Espero que esta oración podrá ayudarnos a salir de esta guerra atroz, para que el mismo concepto de guerra desaparezca", exclama.
Una familia con fe mariana
Oksana explica a sus hijos que la Virgen María es "una mujer que dijo sí a la propuesta de Dios y se convirtió en madre de todos nosotros. Nací en una familia creyente y desde mi infancia, el mes de mayo era el mes mariano por excelencia. Todavía recuerdo las canciones que cantábamos con mi abuela, que era muy devota. Solíamos ir al santuario de Zarvanytsia y conozco muchos otros", explica. Zarvanytsia es un popular santuario greco-católico en Ucrania, uno de los que se conectará online con el Papa para el rezo del final de mayo por la paz.
"Un gran sueño para mí sería visitar Lourdes. Cuando asistía al Angelicum, todas las mañanas, a las 12, iba a misa en la basílica de Santa María la Mayor. Estar con María es algo muy natural para mí", explica Oksana.
María Reina de la Paz, la imagen de la Primera Guerra Mundial en Santa María la Mayor ante la que el Papa reza por la paz la tarde el 31 de mayo de 2022.
Primero, clasificar ayudas; luego, escuchar
En la parroquia ucraniana de Roma, todos hacen lo que pueden por acoger refugiados y enviar ayuda. "Durante noventa días he estado aquí clasificando las ayudas. Luego empezaron a llegar los primeros refugiados. Lamento usar esta palabra 'refugiados', no puedo creerlo", reconoce Oksana. A menudo son madres jóvenes con hijos, dejando a los padres en la guerra. Cuando la familia es numerosa, el Estado permite al padre ir al extranjero con la madre y los hijos.
Oksana aprendió que además de ofrecerles comida e información podía ofrecerles su disponibilidad para escuchar y tranquilizar. "Les decía: 'llámenos, incluso a altas horas de la noche, si nos necesita'. Santa Sofía se convirtió en un trozo de tierra ucraniana en suelo romano, también un trozo de mundo".
"Al principio pasaba por la parroquia para encontrar la mirada de Jesús y María en los iconos y pedirles que me ayudaran a no equivocarme", confiesa Oksana. "Muchos quieren ayudar, pero incluso con esta intención pueden cometer errores". Explica que esto puede ocurrir, por ejemplo, cuando se da información errónea y se crean expectativas equivocadas.
Muchos refugiados, en una semana, se convertían en voluntarios
Ella afirma que se necesita ternura con los que han dejado todo bajo las bombas. "Algunos querían contar toda su historia, pero no teníamos tiempo para escuchar. Así que nos organizamos con nuestra psicóloga ucraniana, que siempre está llena de citas". En marzo, había 500 voluntarios que venían cada día a ayudar, "siempre diferentes, de todos los colores de piel". La gente venía aquí y preguntaba: ¿qué puedo hacer? Y nosotros ni siquiera lográbamos manejar esta situación. Hoy quiero dar las gracias a todos. Nuestros hijos solían venir aquí después de la escuela. Los refugiados tenían miedo, desconfiaban. Lo que más me sorprendió fue que los refugiados, una semana después de su llegada, ya se convertían en voluntarios. Sembrar el bien que al cabo de las semanas se convertía en otro bien. Un multiplicador. "Lo que vi", observa Oksana, "es que en cada persona hay una voluntad natural de hacer el bien".
La parroquia ucraniana tiene dos sacerdotes e infinitas tareas que hacer con los refugiados. La familia de Oksana, que rezaba el Rosario varias veces por semana al principio de la guerra, ha visto como la actividad incesante absorbía bastantes de estos momentos. Ahora la oración se encarna en la acogida y la escucha.
"Cuando estaba embarazada de cada uno de mis hijos, compré un rosario que rezaba durante el embarazo. Ahora saben que cada uno tiene su propio rosario", cuenta.
Y recuerda que, a pesar de la guerra y del riesgo de ser bombardeados, los ucranianos siguen acudiendo a los santuarios, mostrando la fuerza de su fe.
Una oración especial por la paz
En ese encuentro de oración, el Papa se acompañará de representantes de la comunidad cristiana de Roma:
- jóvenes scouts,
- familias de la comunidad ucraniana de Roma (la de Oksana)
- representantes de la Juventud Ardiente Mariana,
- miembros del cuerpo de Gendarmería Vaticana y de la Guardia Suiza Pontificia
- feligreses de parroquias romanas dedicadas a la Virgen María Reina de la Paz
- algunos miembros de la Curia Romana.
- capellanes militares
Se han comprometido a participar en esta oración santuarios marianos internacionales y santuarios de países en guerra o en grave inestabilidad, que conectarán online para rezar todos juntos.
Estos son los santuarios marianos que adherirán a la oración:
- Santuario de la Madre de Dios (Zarvanytsia) en Ucrania
- Catedral de Sayidat al-Najat (Nuestra Señora de la Salvación) en Irak
- Catedral Nuestra Señora de la Paz en Siria
- Catedral de María Reina de Arabia en Baréin
- Santuario de Nuestra Señora de la Paz y del Buen Viaje
- Santuario Internacional de Jesús Salvador y Madre María
- Santuario de Jasna Góra
- Santuario Internacional de los Mártires de Corea
- Santa Casa de Loreto
- Santísima Virgen del Santo Rosario
- Santuario Internacional Nuestra Señora de Knock
- Santísima Virgen del Rosario
- Nuestra Señora Reina de la Paz
- Nuestra Señora de Guadalupe
- Nuestra Señora de Lourdes.