El arzobispo de Sevilla confiesa una pérdida de visión casi total y pide a Francisco el relevo

El arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo Pelegrina, se ha dirigido a todos los fieles de la diócesis para explicarles su situación personal, "agravada hace aproximadamente un mes", y la petición que ha hecho al Papa en consecuencia.

El 26 de junio de 2019 monseñor Asenjo sufrió un grave problema ocular en el ojo izquierdo: "Me conservó la vista periférica, pero no así la visión central ni los detalles de las cosas. En consecuencia, no puedo leer ni escribir". El 13 de noviembre de este año tuvo un problema semejante en el ojo derecho "con una hemorragia masiva, infección y dolores enormes, casi insufribles".

"He sido operado dos veces de éste último ojo sin encontrar de momento una palpable mejoría", añade: "Lo más probable es que no lo recupere".

"El valor altísimo de la Cruz"

"No os oculto que estoy sufriendo mucho, como nunca sospeché", dice don Juan José, que hace una cristiana reflexión espiritual sobre el dolor: "Todo lo acepto como permitido por nuestro Padre Dios para mi purificación y santificación. Todo lo ofrezco por la Iglesia, por la diócesis a la que me ha tocado servir, por los sacerdotes, diáconos, consagrados, seminaristas y laicos. Pido al Señor que mi sufrimiento no sea estéril y que se convierta en fuente de energía sobrenatural para la Iglesia, la archidiócesis y cada uno de nosotros".

Y comparte que esta experiencia le ha servido para una profundización mayor en los misterios de la fe: "Ahora estoy comprendiendo mejor que nunca el valor altísimo de la cruz, en la que el Señor quiso demostrarnos palpablemente cuánto ama a su Padre Celestial, a la humanidad y a cada uno de nosotros. Ahora estoy entendiendo que no puede haber santidad, ni fidelidad, ni fecundidad apostólica sin amor a la cruz, sin amor al Crucificado y sin nuestra identificación con Él".

Las oraciones del prelado sevillano han quedado circunscritas a las cuatro partes del Rosario (misterios gozosos, luminosos, dolorosos y gloriosos), dado que no puede leer para cumplir la obligación sacerdotal de rezar el Oficio: "Siento la compañía y la ternura de la Santísima Virgen, la Buena Madre de los sacerdotes".

Monseñor Asenjo ve su acción pastoral "muy mermada", por lo que ha pedido a la Santa Sede que "acelere el trámite" de su sustitución. Y se dirige a su clero para decirle: "Los obispos pasamos. Sois los sacerdotes los que dais continuidad a la acción pastoral y los que tenéis que mantener enhiesto el pabellón de la fidelidad, la caridad pastoral y la entrega a vuestros fieles".

Muy querido en la ciudad

El actual arzobispo de Sevilla cumplió 75 años el 15 de octubre, por lo cual su renuncia por edad se produjo un mes antes del grave incidente que ha precipitado su situación. Monseñor Asenjo, natural de Sigüenza (Guadalajara), fue ordenado sacerdote en 1969 y nombrado obispo auxiliar de Toledo en 1997. Entre 2003 y 2008 fue obispo de Córdoba, y en 2009, tras un año como obispo coadjutor, Benedicto XVI le designó para la sede hispalense, sustituyendo al cardenal Carlos Amigo Vallejo.

En estos once años se ha ganado el reconocimiento público, siendo reconocido como hijo adoptivo de la ciudad el pasado 24 de septiembre por el alcalde socialista, Juan Espadas.

Hasta el pasado mes de junio, la diócesis tenía un obispo auxiliar, Santiago Gómez Sierra, pero fue nombrado obispo de Huelva, por lo cual queda a decisión del Papa cuándo y cómo llevar a cabo el relevo que monseñor Asenjo pide con premura.