El escultor de la Virgen de Hakuna llega al mundo cofrade con un santo sudario bendecido por el Papa
Javier Viver, el afamado imaginero, escultor, fotógrafo y autor de fotolibros español nacido en 1971, espera con impaciencia la escasa semana que resta para la salida el Viernes Santo de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno de “El Salvador” en Cuenca. El día central de la Semana Santa será también su presentación al mundo de su primera obra destinada al mundo cofrade.
Lo hará con el Santo sudario con el rostro de Cristo elaborado para la hermandad conquense. Una obra que se enmarca en el deseo de la cofradía de ampliar su patrimonio d a través del arte sacro contemporáneo y que toma como modelo la tradición de la Santa Faz, teniendo como eje la Sábana Santa de Turín trabajando una serigrafía sobre tela.
"Al trabajar con los negativos y positivos originales, han ido apareciendo nuevos retos como probar con diferentes tonos de tela siempre dentro de la línea de la propia imagen y estética de la hermandad”, afirma el autor.
Viver muestra al público su catálogo de obras a través de su portal web.
El sudario lo porta la imagen de la Verónica, que forma parte del desfile procesional de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno de “El Salvador” en la centenaria procesión “Camino del Calvario” que tiene lugar en la madrugada del Viernes Santo conquense.
El `Santo sudario´ de Viver, para la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno de El Salvador en Cuenca.
Nacido en 1971 y doctorado en Bellas Artes, algunas de sus obras de relevancia internacional -entre las que se encuentran la Madre de Hakuna, la Bella Pastora de Iesu Communio, Our Lady of Protección en Kenia o Santa María de la Paz en Shangai de China- han sido expuestas en enclaves como el Museo Nacional Reina Sofía de Madrid; el Queens Museum of Arts de Nueva York; la Recoleta de Buenos Aires o la Galleria Nazionale d ́ Arte Moderna e Contemporanea en Roma.
Él mismo Viver se considera también un imaginero y reconoce que hacer una obra para la Semana Santa "es algo que quería desde hace tiempo, por lo que, cuando se me presentó esta oportunidad, acepté ilusionado dicho proyecto".
Aprovechando los actos anuales de la propia hermandad, el sudario fue bendecido por el Santo Padre en la Plaza de San Pedro en una peregrinación a Roma organizada por la misma el pasado mes de octubre.