La profunda fe de María Soriano Llorente, una pionera en la educación especial en España
Mujer, esposa, madre, psicóloga y pedagoga de la Edad de Plata, pionera en España en Pedagogía Terapéutica, María Soriano permite caminar tras las huellas de científicas católicas españolas del siglo XX. La UNESCO la consideró “Embajadora de la Educación Especial de España y Europa hacia Iberoamérica”. De María Soriano Llorente (1900-1996), dice el Archivo Pares:
"Profesora de Educación Especial y pionera de la Pedagogía Terapéutica. Hija del ingeniero Manuel Soriano y Noguera y de la maestra María de los Desamparados Llorente y Gómez, obtuvo el título de maestra de Primera Enseñanza en la Escuela Normal de Guadalajara en 1919. Cursó luego estudios en la Escuela de Estudios Superiores de Magisterio de Madrid y obtuvo título de profesora de Ciencias en 1923.Ese mismo año, tras obtener el número uno en la oposición, fue nombrada directora de la Escuela Central de Anormales, Instituto de Pedagogía Terapéutica a partir de 1960, puesto que seguirá desempeñando hasta su jubilación en 1970. Para ampliar sus conocimientos sobre el retraso mental, pidió beca a la Junta de Ampliación de Estudios lo que le permitió viajar a Francia, Suiza, Austria y Alemania. Obtuvo el título de Psicología Aplicada en el Instituto de Orientación Profesional de París en 1933 y se especializó en Psicomotricidad en Suiza; unos años más tarde, en 1953, cursó enseñanzas de Fono-audiología y Logopedia en la Facultad de Medicina de París. Impulsora, junto a los doctores Palancar y Juarrós, de la Escuela Central de Anormales de Madrid, esta institución fue tremendamente innovadora en su tiempo, abierta a las tendencias pedagógicas que circulaban en Europa pero adaptándolas a la realidad española. También fundó la Asociación de Educación Especial (Aedes) en 1976; fue representante de España en la Unesco, la OMS o Unicef. Como reconocimiento a su carrera recibió el Premio Reina Sofía en 1991 y la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio a título póstumo en 1999.Casada con Ruperto Fontanilla García, fue madre de tres hijos’".
María Soriano participó en la Liga de Higiene Mental, en la Sociedad Internacional de Ortopedagogía, en el Bureau International Catholique de l’Enfance (B.I.C.E.). Además, fundó la Asociación Española para la Educación Especial (Aedes), vinculándola a la ‘European Association for Special Education (EASE)’. Del mismo modo, creó la asociación Española para el Estudio Científico del Retraso Mental, vinculándola, a su vez, a la Asociación Iberolatinoamericana para el Estudio Científico del Retraso Mental (AILA).
Jose Manuel Cabada Alvarez, refiriéndose a la vinculación de María con la Oficina Internacional Católica de la Infancia (BICE), dijo de ella en 1991: “En el año 1990, María Soriano organiza y preside, el Congreso de la Oficina Internacional Católica de la Infancia (OICI), que se celebra en Madrid bajo el título ‘El derecho al crecimiento espiritual del niño con minusvalía en un contexto de integración’. El trabajo de María Soriano en el BICE, se expresa en su pensamiento pedagógico, y en el estilo y sentido de sus actuaciones. De profunda convicción católica, elevaba al máximo y sublimaba la condición humana. Católica profunda, sin galería, como su discípulo y compañero en la Dirección del Instituto Nacional de Pedagogía Terapéutica, Juan Antonio Vallejo Nágera y Botas; ambos con expedientes académicos extraordinarios, con las notas más bajas en Religión, y paradójicamente, católicos profundos”.
Siguió los métodos de la también ferviente católica María Montessori. Propuso para la curación de los niños con problemas la concurrencia de familias sustitutas, estables, formadas para el caso, que permitiesen al discapacitado un ambiente curativo idóneo. Hay quienes dicen hacer historia y cuentan todo lo que hizo quitando su faceta católica. Este es el modo de hacer historia de algunos que, diciendo ir tras las huellas de científicas españolas del XX, dan una imagen totalmente sesgada de las mismas. Yo completo lo que otros no dicen, para que hablen los hechos: una mujer, esposa, madre, católica y científica, con una proyección social reconocida internacionalmente, de esas que los progres dicen que no existen y menos en la Edad de Plata, etapa que transcurrió en su mayor parte bajo la monarquía parlamentaria y católica confesional de Alfonso XIII.
Hizo más que honor a su nombre de bautismo, María de los Desamparados, y propició de manera determinante el desarrollo de la psicología en la Edad de Plata, así como el de la pedagogía terapéutica, aplicando el desarrollo en España del movimiento pedagógico Escuelas Nuevas dirigido a los discapacitados intelectuales desde el catolicismo.
Raquel Casado Muñoz y Fernando Lezcano cuentan que fue llamada la “Dama Española” de la Educación Especial en ámbitos internacionales. En 1931 la II República incorporó a la legislación todas sus propuestas en materia de pedagogía curativa y terapéutica, propuestas que permanecieron activas durante más de 30 años. Su amplia trayectoria de premios y distinciones, ella lo resumía con una sencilla frase: “No he sido yo, han sido mis colaboradores, todo se lo debo a los niños y sus familias”.
Sin embargo, María de los Desamparados fue tan importante como es desconocida. Y la ‘memoria pedagógica’ oficial de la Edad de Plata, que tiene por objetivo inculcarnos que en dicho período no hubo otra realidad mejoradora de la educación española que la Institución Libre de Enseñanza, no la considera.