Franca Ovadje, Premio Harambee 2022: «Las mujeres con educación rompen las cadenas de la pobreza»
La economista nigeriana Franca Ovadje recibió el pasado 26 de abril el Premio Harambee a la Promoción e Igualdad de la Mujer Africana 2022, que concede anualmente la ONG Harambee. La presidenta de honor de Harambee, SAR Teresa de Borbón entregó el premio a una docente que dedica su trabajo a la promoción de mujeres. Ovadje viaja ahora a varias ciudades españolas con el fin de recaudar fondos para sus proyectos solidarios.
En este caso dedicará el importe del premio al proyecto Tech Power, para empoderar a las niñas en STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) de una manera práctica y amena.
Ovadje ha viajado a Madrid a recibir el premio Harambee, que patrocinan los Laboratorios René Furterer y afirma: “no he sido una activista. Simplemente he visto situaciones o necesidades en mi entorno y he buscado los recursos y las personas que podían brindar algunas soluciones”.
"La educación es el billete a una vida mejor y a la erradicación de la pobreza", dice Franca Ovadje, que gracias al apoyo de sus padres llegó a licenciarse en las universidades de Ibadan y Nsukka, a ser doctora en Administración de Empresas por el IESE y profesora pionera de la más importante escuela de negocios de su país, la LBS (Lagos Business School).
Ovadje ha llevado a cabo numerosos proyectos solidarios. En 1999, fue cofundadora y presidenta del NBWF (Foro de Mujeres Empresarias); y uno de sus programas de capacitación para mujeres empresarias, denominado 'Grow Your Business Programme' ha sido seguido por cientos de mujeres de su país.
En conversación con ReL cuenta: “mis padres consideraban la educación como la llave que abriría las puertas de nuestro futuro y nos alentaban a trabajar para realizar nuestros sueños, nos aseguraban que si estudiábamos con seriedad podíamos ser lo que quisiéramos ser”.
“Pienso -nos dice- que promover el empoderamiento y la igualdad de las mujeres significa garantizar que las niñas tengan acceso a una buena educación. Una educación que las empodere, que les enseña que pueden ser lo que quieran ser. Sólo una mujer que se valora a sí misma, que se considera de igual dignidad que un hombre, puede empoderar a sus hijos para aspirar a la luna”.
En su opinión, esta docente con larga experiencia, señala que “la niña necesita grandes dosis de confianza en sí misma y un profundo sentido de autoestima para enfrentar los desafíos en la sociedad. Muchas mujeres africanas exitosas tenían padres, especialmente madres, que desafiaron las creencias culturales y las alentaron a dar lo mejor de sí mismas. La mayoría de estas madres también habían recibido educación”.
-Por tanto, la educación es la clave…
“La educación es una condición sine qua non para el empoderamiento económico, social y político. La educación ayuda a uno a descubrirse a sí mismo. También es un habilitador, el gran igualador. La mujer africana educada está mejor equipada para defender sus derechos, para imponer el respeto de sus colegas y jefes, para criar a sus hijos para que sean libres, para que alcancen su potencial”.
-Como hija de familia numerosa, son diez hermanos, ¿qué supone la familia?
-“Debo mucho a la educación que he recibido y a los valores que me inculcaron mis padres. En primer lugar, la fe. Y el respeto a los demás, la honestidad, el compartir lo que tenemos. Yo he tratado de compartir mis habilidades, mi capacidad para organizarme y encontrar colaboradores, mi tiempo, etc. Y he encontrado mucha alegría en servir a los demás”.
-¿Qué hará con la ayuda que supone el Premio Harambee?
“Me permitirá poner en marcha un nuevo proyecto, llamado Tech Power. Hay pocas mujeres en Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas. Si no queremos que las mujeres se queden atrás en la cuarta revolución industrial, debemos encontrar una manera de desmitificar la tecnología y la ingeniería y alentar a las niñas a participar y posiblemente encontrar el éxito profesional en STEM. Queremos presentar a las estudiantes de escuelas públicas en barrios marginales urbanos las habilidades para el futuro. Estas escuelas no tienen computadoras ni acceso a Internet. Para dotarlas, necesitaremos muchos más medios, por lo que espero la ayuda de muchos”.