Christine Panyard siempre se había interesado por el arte cristiano, pero «por fuera»
¿Qué vio una veterana psicóloga en Miguel Ángel y en las catedrales góticas? Su fe mortecina revivió
El estudio de las grandes obras de arte del Renacimiento y la Edad Media llevó a la psicóloga jubilada Christine Panyard a apreciar más profundamente su fe. Lo cuenta Gigi de la Torre en Detroit Catholic:
Durante siglos, el arte del Renacimiento ha cautivado y penetrado en muchos corazones y almas.
Christine Panyard, psicóloga durante 43 años, ya jubilada, y feligresa de la iglesia del Divino Niño de Dearborn (Michigan), no es ajena a los efectos transformadores que el arte religioso puede tener en el alma.
En su nuevo libro, Stalking Michelangelo, Finding God, Panyard muestra cómo la verdad, la bondad y la belleza presentes de forma vívida en estas esculturas y pinturas, que representan a Dios y la grandeza de Su creación, la transformaron de una católica "muy tibia" en una enardecida por su fe.
Sintiéndose llamada por el Espíritu Santo a compartir su viaje espiritual con otros, Panyard escribió Stalking Michelangelo e incluyó en su libro sus premiadas fotografías de arte renacentista de todo el mundo.
Para ella, todo comenzó con Miguel Ángel.
"Siempre me han gustado los viajes y la historia y me fascinó, probablemente me obsesionó, el arte del Renacimiento y especialmente Miguel Ángel", dijo Panyard, de 75 años, a Detroit Catholic. "Leí todo lo que pudo llegar a mis manos y viajé por todo el mundo en un intento de comprender su obra y las raíces de su grandeza".
Panyard explicó que, como psicóloga, estudiaba los niveles de personalidad e inteligencia. Sentía curiosidad y quería saber "qué hacía funcionar a este genio".
Esto la llevaría a encontrar a Cristo a través de un medio en el que nunca lo había encontrado: el arte.
"Me impresionó la grandeza de su obra", dijo Panyard. "Creó el edificio más impresionante de Roma, la Basílica de San Pedro, la estatua más bella del mundo, la Piedad de Roma, y los frescos más gloriosos jamás vistos, el techo y la pared del altar de la Capilla Sixtina".
Mientras contemplaba las obras maestras de Miguel Ángel, Panyard se dio cuenta de que no podía entender realmente el genio de Miguel Ángel si no comprendía las historias y los temas bíblicos presentes, no solo en el arte de Miguel Ángel, sino también en las obras de muchos otros artistas del Renacimiento.
"Cuando empecé a estudiar, no entendía muchas de las historias representadas en el arte del Renacimiento, así que empecé a leer la Biblia para poder dar sentido a las pinturas y esculturas", explicó Panyard.
Como resultado, no solo comenzó a estudiar las Escrituras, sino que también pasó innumerables horas frente al Santísimo Sacramento.
Aunque parte del arte del Renacimiento se exhibe en los museos, Panyard explicó que la mayoría se encuentra en las iglesias, como la Capilla Sixtina y la Basílica de San Pedro. Fue en estas iglesias, ante el Santísimo Sacramento, donde Panyard empezó a sentir la gracia de Dios en su alma.
"Lo que observé fue lo que llamé experiencias raras, locas, extrañas, psicóticas", dijo Panyard. "Entraba en las iglesias y el organista empezaba a tocar o los monjes se ponían a cantar. Llegaba a los sitios a tiempo para ver una ordenación, la celebración del aniversario de un cardenal o incluso al Papa Benedicto celebrando una misa para canonizar a un grupo de santos".
Cuando estaba en un museo, Panyard dijo que nunca sintió experiencias similares.
Ella atribuye la diferencia a la presencia de Jesús, presente en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad en la Eucaristía. "Creo que el poder del Santísimo Sacramento me cambió y me hizo volver a la Iglesia", dijo Panyard.
"Empecé a notar que rezaba más. Al principio solo una señal de la cruz cuando entraba en una iglesia o una breve oración ante la tumba de alguien de esa época que admiraba. Luego, empecé a aparecer justo cuando empezaba el rezo del rosario o la misa", explica Panyard.
"Poco a poco, sin darme cuenta, pasé de ser una católica muy tibia a ser miembro de una comunidad de Carmelitas Descalzas Seglares", dijo Panyard.
Panyard espera hacer sus promesas definitivas en la Comunidad de Carmelitas Descalzas Seglares de la Parroquia de la Asunción de la Santísima Virgen María (Grotto) de Detroit en enero de 2024, después de haber hecho recientemente sus promesas temporales en enero de 2021.
Samuel Prout (1783-1852), 'La catedral de Ruán (Rouen)'.
En su nuevo libro, Panyard explica su viaje espiritual utilizando la metáfora de una catedral gótica.
"Las catedrales góticas suelen tener una gran plaza delante de la iglesia. Suele estar rodeada de comercios y ser el centro de actividad de la ciudad", escribe. "Durante muchos años viví fuera de la iglesia dedicando mi vida a actividades profesionales y sociales. Deambulé como un peregrino lo haría en el exterior de una catedral tratando de entender lo que significaban los contrafuertes, las gárgolas y los programas escultóricos".
"Finalmente entré a estudiar arte", continúa. "Caminé por el interior y desarrollé una comprensión de las fuentes bautismales y de agua bendita como lugares de purificación, los confesionarios como lugares de reconciliación, el arte como ilustración de la base de nuestra fe y, finalmente, el altar como lugar de sacrificio y redención".
Gracias a su re-conversión, Panyard dice: "Ya no me centro en el dolor y la perversión como hacía como psicóloga, sino que me centro en la belleza y el espíritu".
Traducido por Verbum Caro.