Revive la historia de Silas Edenfield
Murió de cáncer con cuatro años: hablaba de cómo sería el cielo y de su encuentro allí con Jesús
El 25 de mayo de 2013, a punto de cumplir los cinco años (había nacido el 4 de junio de 2008), falleció Silas Edenfield en Lyons (Georgia, Estados Unidos). Padecía hepatoblastoma, una rara forma de cáncer de hígado contra la que no pudieron nada catorce meses de radiación, intervenciones quirúrgicas y quimioterapia.
Su caso se hizo célebre a través de Facebook porque su familia se movilizó pidiendo donaciones para costear los tratamientos que requería el pequeño, y también solicitando oraciones para que se hiciera en él la voluntad de Dios.
Los Edenfield, una familia que formaba con sus padres, Archie y Jessica, y tres hermanos más, son cristianos baptistas, y grabaron un vídeo de Silas hablando del cielo que catapultó su historia en todo el país. Sus estancias en los hospitales de Savannah y Atlanta (donde el doctor Martin Johnston hizo por él, según su familia, "más allá de todo cuanto pudiera esperarse"), su afición por las tortugas marinas -que le convirtieron en Invitado de Honor de un parque acuático- o la campaña que lanzó de pintarse las uñas de color dorado en solidaridad con los niños enfermos de cáncer le convirtieron en un héroe infantil hasta su fallecimiento.
Los Edenfield, al completo, con Silas en una silla.
Incluso un miembro de la Cámara de Representantes, John Barrow, demócrata elegido por Georgia, evocó su figura durante una de las sesiones de la cámara días después del fallecimiento del pequeño.
La campaña de las uñas de oro tiene su origen en una frase de Silas en el vídeo familiar que le grabó su madre hablando del cielo. Demostrando que nada en la red es fugaz, dos años después ese vídeo se ha convertido en viral de nuevo (ver el vídeo abajo). En él explicaba que él veía el cielo como un paraíso de calles de oro donde viviría en un cuerpo nuevo sin cáncer. "Y Jesús y Dios estarán conmigo", decía en una conmovedora escena.
Pocos días antes de morir, la familia de Silas difundió una oración que había rezado el niño: "Dios, estoy listo para que me lleves a casa. Por favor, llévame a casa ahora, así puedo darme prisa y tener un cuerpo nuevo, para que podamos volver pronto, en el nombre de Jesús. Amén". Cuando los padres le preguntaron qué quería decir con "para que podamos volver pronto", respondió: "Quise decir que así pueda volver con Dios para cogeros a todos y llevaros al cielo".
Su caso se hizo célebre a través de Facebook porque su familia se movilizó pidiendo donaciones para costear los tratamientos que requería el pequeño, y también solicitando oraciones para que se hiciera en él la voluntad de Dios.
Los Edenfield, una familia que formaba con sus padres, Archie y Jessica, y tres hermanos más, son cristianos baptistas, y grabaron un vídeo de Silas hablando del cielo que catapultó su historia en todo el país. Sus estancias en los hospitales de Savannah y Atlanta (donde el doctor Martin Johnston hizo por él, según su familia, "más allá de todo cuanto pudiera esperarse"), su afición por las tortugas marinas -que le convirtieron en Invitado de Honor de un parque acuático- o la campaña que lanzó de pintarse las uñas de color dorado en solidaridad con los niños enfermos de cáncer le convirtieron en un héroe infantil hasta su fallecimiento.
Los Edenfield, al completo, con Silas en una silla.
Incluso un miembro de la Cámara de Representantes, John Barrow, demócrata elegido por Georgia, evocó su figura durante una de las sesiones de la cámara días después del fallecimiento del pequeño.
La campaña de las uñas de oro tiene su origen en una frase de Silas en el vídeo familiar que le grabó su madre hablando del cielo. Demostrando que nada en la red es fugaz, dos años después ese vídeo se ha convertido en viral de nuevo (ver el vídeo abajo). En él explicaba que él veía el cielo como un paraíso de calles de oro donde viviría en un cuerpo nuevo sin cáncer. "Y Jesús y Dios estarán conmigo", decía en una conmovedora escena.
Pocos días antes de morir, la familia de Silas difundió una oración que había rezado el niño: "Dios, estoy listo para que me lleves a casa. Por favor, llévame a casa ahora, así puedo darme prisa y tener un cuerpo nuevo, para que podamos volver pronto, en el nombre de Jesús. Amén". Cuando los padres le preguntaron qué quería decir con "para que podamos volver pronto", respondió: "Quise decir que así pueda volver con Dios para cogeros a todos y llevaros al cielo".
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