El realizador taiwanés Dean Ferng
Se bautizó en Navidad por el ejemplo de unos misioneros: quiere divulgar al Papa con documentales
El documentalista taiwanés Dean Ferng se bautizó en el día de Navidad del año pasado. La decisión de ser católico "se dio por el testimonio de los cristianos que vi a mi alrededor".
Explica a la agencia AsiaNews que "su personalidad revelaba una meta en la propia vida, tenían una visión, sabían adonde quería ir en sus existencias". "Y luego eran entusiastas, servían con generosidad, no se ponían límites".
Dice que le impresionó "el compromiso de las hermanas y de los otros misioneros en el ayudar al próximo y en el anunciar la fe. Cuando era universitario conocí a varias hermanas y a un sacerdote que enseñaba inglés. Sobre todo a sor Rose Michel Boudreau, hermana de la Providencia que me ha ayudado muchísimo".
"Cuando leo el Evangelio me siento profundamente tocado. Especialmente en el pasaje que dice que tenemos que ser la sal de la tierra y la luz para el mundo. Los cristianos que he conocido no se escondieron, sino que fueron para nosotros estudiantes, en esos momentos, como puntos de referencia claros y explícitos".
Los misioneros que encontré en el camino "me han enseñado las lenguas como el francés, el inglés y el alemán en el cual soy muy fluido y me permitieron trabajar en EEUU y en Alemania. Pero sobre todo me han enseñado a usar con humildad mis talentos y mis conocimientos para una ulterior misión. Descubrí una misión activa que me permite sacar frutos de los valores que he aprendido".
Justamente en estos meses "estoy entendiendo como conjugar en modo más coherente el Evangelio con la tradición educativa taiwanesa que de por sí ya se preocupa de la condición del prójimo. Mi historia se desarrolló en el campo de la educación de los niños, sobre todo de los que más tenían dificultades, de los cuales he recibido tanto. Luego vino el pasaje al mundo de los medios y de la televisión, donde posiblemente nadie te ve si trabajas detrás de las cámaras, pero gracias a ellas pueden alcanzar a un número impensable de personas".
Justamente en la Cuaresma este paso se vuelve ocasión de evangelización: "Estamos recogiendo dinero para hacer conocer al Papa a los taiwaneses. El sábado 21 de marzo en la televisión nacional saldrá en chino un documental que presenta la vida del Papa Francisco. Lo hemos adquirido del vaticano y hemos enseguida grabado la versión en chino mandarín".
Además, con el apoyo del arzobispo de Taipei, John Hung Shan-chuan, está preparando un nuevo programa siempre sobre el Papa Francisco, justamente para usar el lenguaje y la cultura taiwanesa que los hace más familiar a todos. "Hemos ya conseguido la mayor parte de los fondos y en el mes de mayo haremos una cena para juntar fondos y lanzar una campaña publicitaria. Esta es una colaboración entre arquidiócesis, fundaciones misioneras, televisión nacional y el Kuangchi Program Service. El arzobispo Hung nos da un apoyo incondicional".
Esperamos, concluye Dean, "que gracias al compromiso de toda la comunidad católica de Taiwan se pueda difundir cada vez más el mensaje de Jesús y hacerlo conocer al mayor número de personas. ¿Cuál es mi sueño para esta Pascua? Aparte de ver a la gente alrededor mío contenta, sobre todo a quien está sufriendo...¡espero recibir en regalo un conejito de chocolate como se hacía en Alemania!".
Explica a la agencia AsiaNews que "su personalidad revelaba una meta en la propia vida, tenían una visión, sabían adonde quería ir en sus existencias". "Y luego eran entusiastas, servían con generosidad, no se ponían límites".
Dice que le impresionó "el compromiso de las hermanas y de los otros misioneros en el ayudar al próximo y en el anunciar la fe. Cuando era universitario conocí a varias hermanas y a un sacerdote que enseñaba inglés. Sobre todo a sor Rose Michel Boudreau, hermana de la Providencia que me ha ayudado muchísimo".
"Cuando leo el Evangelio me siento profundamente tocado. Especialmente en el pasaje que dice que tenemos que ser la sal de la tierra y la luz para el mundo. Los cristianos que he conocido no se escondieron, sino que fueron para nosotros estudiantes, en esos momentos, como puntos de referencia claros y explícitos".
Los misioneros que encontré en el camino "me han enseñado las lenguas como el francés, el inglés y el alemán en el cual soy muy fluido y me permitieron trabajar en EEUU y en Alemania. Pero sobre todo me han enseñado a usar con humildad mis talentos y mis conocimientos para una ulterior misión. Descubrí una misión activa que me permite sacar frutos de los valores que he aprendido".
Justamente en estos meses "estoy entendiendo como conjugar en modo más coherente el Evangelio con la tradición educativa taiwanesa que de por sí ya se preocupa de la condición del prójimo. Mi historia se desarrolló en el campo de la educación de los niños, sobre todo de los que más tenían dificultades, de los cuales he recibido tanto. Luego vino el pasaje al mundo de los medios y de la televisión, donde posiblemente nadie te ve si trabajas detrás de las cámaras, pero gracias a ellas pueden alcanzar a un número impensable de personas".
Justamente en la Cuaresma este paso se vuelve ocasión de evangelización: "Estamos recogiendo dinero para hacer conocer al Papa a los taiwaneses. El sábado 21 de marzo en la televisión nacional saldrá en chino un documental que presenta la vida del Papa Francisco. Lo hemos adquirido del vaticano y hemos enseguida grabado la versión en chino mandarín".
Además, con el apoyo del arzobispo de Taipei, John Hung Shan-chuan, está preparando un nuevo programa siempre sobre el Papa Francisco, justamente para usar el lenguaje y la cultura taiwanesa que los hace más familiar a todos. "Hemos ya conseguido la mayor parte de los fondos y en el mes de mayo haremos una cena para juntar fondos y lanzar una campaña publicitaria. Esta es una colaboración entre arquidiócesis, fundaciones misioneras, televisión nacional y el Kuangchi Program Service. El arzobispo Hung nos da un apoyo incondicional".
Esperamos, concluye Dean, "que gracias al compromiso de toda la comunidad católica de Taiwan se pueda difundir cada vez más el mensaje de Jesús y hacerlo conocer al mayor número de personas. ¿Cuál es mi sueño para esta Pascua? Aparte de ver a la gente alrededor mío contenta, sobre todo a quien está sufriendo...¡espero recibir en regalo un conejito de chocolate como se hacía en Alemania!".
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