Candelas, enfermera, quiere volver a Congo; tiene un gran proyecto: «Creo en el poder de la oración»
Candelas Varela (Santiago de Compostela, 1971) es una enfermera que lleva 25 años viviendo en la República Democrática del Congo. Allí trabaja en el Hospital de Monkole, en Kinsasa, la segunda ciudad más poblada del África subsahariana. Atiende a las personas de las periferias de la ciudad y también contribuye a la formación de las enfermeras del país.
En 2022 enfermó de una malaria muy agresiva que hizo que hubiese que repatriarla a España en un vuelo de ayuda humanitaria gestionado por el Gobierno y gracias a la movilización en redes y a la colaboración de asociaciones.
Hoy, con las fuerzas casi recuperadas y pendiente de una operación, cuenta los días para regresar y retomar el trabajo en el Hospital Monkole y la Escuela de Enfermeria ISSI, en el barrio periférico de Mont Ngafula.
- ¿Cómo has vivido el apoyo recibido durante tu enfermedad?
- Cuando vives el día a día haciendo tu trabajo cotidiano no te das cuenta del impacto que tiene. Fue muy impresionante el apoyo que recibí de la gente, de mucha gente en el Congo y en España, para pagar el avión que me trajo de vuelta, por ejemplo. Me emociona porque pensaba que lo que hacía era bonito, pero cuando te ves en esta situación y tanta gente a la que has ayudado, es impresionante. De estos 25 años me llevo el impacto de mi trabajo en toda esa gente.
Candelas Varela con estudiantes de la Escuela de Enfermería ISSI de Kinsasa.
- ¿Qué papel ha jugado para ti la fe en estos meses?
- En África la fe es lo principal. Si todo el mundo no hubiese rezado lo que rezó yo no estaría aquí. Yo creo firmemente en el poder de la oración. Todo lo que hago no es simplemente por curar una enfermedad, sino porque veo detrás de cada persona a Dios. Lo que he recibido en educación y en formación cristiana, generosidad y darse a los demás es lo que hace que esté allí. No estoy en el Congo por dinero o sentirme útil, sino también por mi fe. Lo básico del cristianismo es la caridad, que es lo que me mueve en el día a día.
- ¿Qué te mueve a volver al Congo? En España vivirías una vida mucho más cómoda y fácil...
- Cuando vuelves a Europa todo es más fácil y accesible, pero yo llevo ya casi toda mi vida viviendo allí. Toda mi vida profesional y gran parte de mis amistades están ya allí y volver a España sería comenzar de nuevo. ¿Cómo voy a volver además si veo que nos necesitan allí? Además pienso que he aprendido muchísimo, en lo personal y lo profesional. Es todo un proceso además adaptarse al país, al trabajo y a su gente.
- ¿Cuál es la situación de las personas a las que atendías en el Hospital de Monkole?
- La principal enfermedad que tratamos en Monkole es la malaria, aunque también hay otras como el cáncer, la meningitis en los niños o la tuberculosis. También todo lo relacionado al área de la ginecología.
Pero la mayor necesidad es la de un tratamiento para la malaria, que fue de lo que yo enfermé y que no teníamos medios con lo que ayudar. Como ataca al riñón, es necesario hacer diálisis para que no se traslade al resto de los órganos. Otros hospitales la tienen en la ciudad, pero son hospitales mucho más caros con un fin lucrativo. En Monkole, pese a ser un hospital privado con convenio público, no buscamos ganar dinero, sino ayudar a las personas que más lo necesiten, que son la mayoría. La gente llega a tratarse cuando ya está muy avanzada su enfermedad, porque no tienen recursos y tratan de conseguir el dinero para la terapia.
Colegio de primaria donde Candelas y alumnas de la Escuela de Enfermería ISSI (Kinshasa) dan apoyo de higiene.
- ¿En qué fase está el proyecto de la unidad de diálisis que quieres abrir? ¿Qué impacto tendrá?
- Queremos abrir cuatro unidades de diálisis completas. De momento acabamos de contactar a una persona en Vigo que nos va a regalar la máquina para el agua, que es una de las partes que se necesitan. En total hacen falta unos 150.000 euros, cada máquina costaría 25.000 euros más accesorios e instalación. De momento vamos recaudando poco a poco, y toda ayuda es bienvenida porque las cosas se hacen gota a gota. También estamos en negociaciones con empresas gallegas para que apoyen el proyecto. El 5% de la población del Congo tiene malaria y estas cuatro unidades podrían dar cobertura, varias veces a la semana, a 500 personas aproximadamente. Animo a cualquier persona que quiera colaborar con el proyecto a hacerlo en la Fundación Amigos de Monkole.
Candelas Varela en España, recuperándose de la malaria y buscando colaboraciones para un proyecto de equipos de diálisis para el hospital de Monkole.
- ¿Has podido seguir el viaje del Papa al Congo? ¿Cómo lo han vivido los católicos de ese país?
- Ha sido una bomba de oxígeno: la gente estaba emocionada y feliz, católicos y no católicos. Han visto a una persona que transmite y lleva la paz. Mis amigos y conocidos de allí estaban encantados, en la calle y siguiendo al Papa por todos lados. El Congo es un país muy joven, y eso se nota en la Iglesia también.
Más información sobre los proyectos para ayudar en Monkole en Fundación Amigos de Monkole (web aquí).
Dos minutos del Hospital de Monkole y sus dispensarios: muchos bebés, muchas embarazadas, también cáncer y un gran reto: diálisis contra la malaria.