Fray Amato ya es santo... el pueblo le ha venerado 7 siglos
Un milagro del siglo XX para canonizar a un franciscano del siglo XIII: el niño Alessandro se curó
El pasado 23 de noviembre de 2014 el Papa Francisco canonizó en la Plaza de San Pedro a seis nuevos santos, entre quienes se encuentra Amato Ronconi, un hermano de la Tercera Orden Franciscana italiano que murió hace más de 700 años.
A este franciscano medieval se le atribuye la sanación milagrosa de un bebé afectado de una hernia en la ingle sin operación alguna.
El milagro no sucedió en la Edad Media ni en el siglo XXI, pero es médicamente rotundo, documentado e inexplicable: tuvo lugar en 1949 en Italia.
Según un riguroso estudio elaborado por médicos y expertos el pequeño Alessandro Raimondi -natural de Módena-, sufría una hernia inguinal con hidrocele que necesitaba una operación para salvar su vida.
Un amigo de la familia, Amato Morotti, nacido en Saludecio (Rimini), la ciudad donde nació el santo, pidió a la madre del niño la ropa del hijo para hacerla bendecir en el convento donde descansan los restos mortales del santo.
Días antes de la operación, la madre vistió al niño con las ropas benditas y a la mañana siguiente, descubrió que la hernia había desaparecido por completo.
Fray Amato Ronconi lo vendió todo y se dedicó
a los pobres y los peregrinos en el siglo XIII
Los médicos no fueron capaces de dar una explicación científica a la sanación, puesto que sólo una intervención quirúrgica puede resolver una hernia inguinal, un paso que nunca llegó a realizarse.
Aunque el suceso se remonta a varias décadas atrás, la confirmación de la sanación estrictamente completa no llegó hasta nuestros días, cuando ese niño, hoy casado, demostró al tener hijos que la enfermedad no afectó a su fertilidad.
Durante la ceremonia de canonización del 23 de noviembre, fiesta de Cristo Rey, las reliquias del santo –algunos huesos del pie-, recogidos del convento de Saludecio, fueron llevadas hasta el altar por Fabio Raimondi, hijo del hombre sanado.
Devotos del santo que ayudaba a los peregrinos,
en camino hacia Roma
“Este niño al nacer tenía una hernia inguinal con hidrocele, estaba en riesgo de morir, y una vez sanado después de tocar las ropas sobre la urna del santo, no hubo más necesidad de operaciones, pero había que esperar a la edad madura para ver si esta persona estaba sanada, y efectivamente fue así, porque esta persona ha tenido hijos. La curación ha sido completa”, explicó a ACI Prensa el postulador de la causa canonización, Angelo Paleri, franciscano conventual.
Los devotos de Fray Amato Ronconi, contentos en la canonización en la Plaza de San Pedro
El santo “donó su vida, todo lo que tenía y todo su tiempo a los pobres y los peregrinos que pasaban cerca de su casa. Él mismo se hizo peregrino y visitó muchos de los santuarios italianos y viajó hasta cuatro veces a Santiago de Compostela”, añadió.
Nacido en Saludecio en 1226, y muerto en Rimini en 1292, San Amato Ronconi, de la Orden Tercera de San Francisco, fundó el Hospicio de los Peregrinos de Saludecio, actualmente conocida como la Casa de Reposo/Opera Pia Beato Amato Ronconi.
La devoción al nuevo santo tiene más de siete siglos de historia, especialmente en Rimini, donde según señala el hermano Paleri, varias personas aseguran haber recibido otros favores gracias a su intercesión.
A este franciscano medieval se le atribuye la sanación milagrosa de un bebé afectado de una hernia en la ingle sin operación alguna.
El milagro no sucedió en la Edad Media ni en el siglo XXI, pero es médicamente rotundo, documentado e inexplicable: tuvo lugar en 1949 en Italia.
Según un riguroso estudio elaborado por médicos y expertos el pequeño Alessandro Raimondi -natural de Módena-, sufría una hernia inguinal con hidrocele que necesitaba una operación para salvar su vida.
Un amigo de la familia, Amato Morotti, nacido en Saludecio (Rimini), la ciudad donde nació el santo, pidió a la madre del niño la ropa del hijo para hacerla bendecir en el convento donde descansan los restos mortales del santo.
Días antes de la operación, la madre vistió al niño con las ropas benditas y a la mañana siguiente, descubrió que la hernia había desaparecido por completo.
Fray Amato Ronconi lo vendió todo y se dedicó
a los pobres y los peregrinos en el siglo XIII
Los médicos no fueron capaces de dar una explicación científica a la sanación, puesto que sólo una intervención quirúrgica puede resolver una hernia inguinal, un paso que nunca llegó a realizarse.
Aunque el suceso se remonta a varias décadas atrás, la confirmación de la sanación estrictamente completa no llegó hasta nuestros días, cuando ese niño, hoy casado, demostró al tener hijos que la enfermedad no afectó a su fertilidad.
Durante la ceremonia de canonización del 23 de noviembre, fiesta de Cristo Rey, las reliquias del santo –algunos huesos del pie-, recogidos del convento de Saludecio, fueron llevadas hasta el altar por Fabio Raimondi, hijo del hombre sanado.
Devotos del santo que ayudaba a los peregrinos,
en camino hacia Roma
“Este niño al nacer tenía una hernia inguinal con hidrocele, estaba en riesgo de morir, y una vez sanado después de tocar las ropas sobre la urna del santo, no hubo más necesidad de operaciones, pero había que esperar a la edad madura para ver si esta persona estaba sanada, y efectivamente fue así, porque esta persona ha tenido hijos. La curación ha sido completa”, explicó a ACI Prensa el postulador de la causa canonización, Angelo Paleri, franciscano conventual.
Los devotos de Fray Amato Ronconi, contentos en la canonización en la Plaza de San Pedro
El santo “donó su vida, todo lo que tenía y todo su tiempo a los pobres y los peregrinos que pasaban cerca de su casa. Él mismo se hizo peregrino y visitó muchos de los santuarios italianos y viajó hasta cuatro veces a Santiago de Compostela”, añadió.
Nacido en Saludecio en 1226, y muerto en Rimini en 1292, San Amato Ronconi, de la Orden Tercera de San Francisco, fundó el Hospicio de los Peregrinos de Saludecio, actualmente conocida como la Casa de Reposo/Opera Pia Beato Amato Ronconi.
La devoción al nuevo santo tiene más de siete siglos de historia, especialmente en Rimini, donde según señala el hermano Paleri, varias personas aseguran haber recibido otros favores gracias a su intercesión.
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