En Navidad organiza una Misa para ellos
El capellán de los vagabundos de París es un dominico español que da autoestima a los sin techo
Pedro Meca se fue a vivir con los que no tienen nada y congrega multitudes. En sus iniciativas los sin techo no son los que reciben sino los que dan.
Pedro Meca Zuazu es dominico y trabajador social o trabajador social y dominico. Ambas cosas quedan unidas en este navarro de casi 78 años que fue criado por una pareja de ancianos muy pobres y que a los 17 años se fue a Francia a buscar a su madre, exiliada durante la Guerra Civil Española.
“Posibilidad de demostrar lo que valen”
El padre Pedro es un vendaval, algo que le ha generado también sus problemas. Pero, ¿qué es lo que hace a este domínico tan particular? Realmente, su manera de trabajar con los desheredaros y los leprosos de nuestro tiempo. “Ofrecemos a gente con una autoestima muy baja la posibilidad de demostrar lo que valen, algo muy difícil si sólo se mueven en círculos de marginación”.
Solo va a la comunidad una vez a la semana
Su principal labor es hacer ver a los sin techos y al resto de la gente que no se puede ver solo a las personas como pobres porque carecen de algo puesto que es algo muy limitador. En su opinión, hay que atender a la totalidad de la persona teniendo en cuenta que todos tienen potencialidades y riquezas que aportar al resto.
Su labor sorprende a sus propios hermanos en la orden. El superior de los dominicos habló en una conferencia de este español: “viene a la comunidad una vez a la semana para asearse y conseguir algo de comida. Lleva el pelo largo y parece como un vagabundo pero es una de las personas más felices que he conocido”.
Llevó a Lourdes a una multitud de indigentes
Una de las imágenes más conocidas de él es la de las multitudinarias misas de Navidad que preside en París. En esas fechas siempre celebra una gran misa para los vagabundos, en una enorme tienda de campaña en el centro de la capital francesa. Hasta mil personas se han llegado a reunir en ellas para después disfrutar todos ellos de un gran banquete y así celebrar el nacimiento del Salvador.
Colaborador del Abbé Pierre
Un local que no da ni ropa ni alimento
Pedro Meca quiere ir mucho más allá del asistencialismo más primario ya que cree que hay cosas igual o más importantes que el alimento. En una entrevista aseguraba que “se puede no tener nada y aportar muchas cosas”.
Los sin techo, los solidarios
"Los muertos en la calle"
De ahí surgió dicha iniciativa, cuenta en otra conferencia, ya que “había gente que moría en la calle y nadie los reclamaba. Hemos llegado a un acuerdo con el Ayuntamiento: nos pasan la lista de la gente que ha muerto en la calle (y también en casas u hospitales) y que nadie reclama. La gente de la calle acompaña también a la gente que no ha muerto en la calle y por las que nadie se interesa. Aquí se ve como la gente de la calle aporta a la sociedad cosas que no aporta nadie. Nos damos cuenta que las actitudes excluyentes son patrimonio de toda la sociedad. Así conocemos cuanta gente muere. Así vemos a través de su muerte como era su vida. Muchos mueren solos. Le encendemos una vela, hacemos un taller de escritura y los textos se leen en la celebración ya sea civil o religiosa”.
Con respecto a España, ve algunas diferencias con respeto a su labor en París. “En España la solidaridad familiar es mucho más fuerte que aquí, la ruptura es menor. Un chaval en Francia cuando cumple los 18 o 19 años sale fuera de casa. En España siguen hasta los 25-30. En París, la mitad de las familias son monoparentales. Si tiene muchos papás, mamás y abuelos, acaba no teniendo a nadie”.
Padrinos de niños de Kabul