«Eso que está dentro de mí, que es muy fuerte, es Cristo»
Esther Saenz, víctima del 11-M, un estremecedor testimonio de perdón y superación por la fe
Como cada mañana, se dirigía a su trabajo en un laboratorio farmacéutico. La bomba explotó unos pocos asientos por delante de donde ella se encontraba.
En el séptimo aniversario de la peor masacre terrorista de la historia de España, Esther Saez ha accedido a dar testimonio de su experiencia como víctima directa de los atentados. Y lo ha hecho perdonando a los autores de los mismos y afirmando su fe como la clave que le ha permitido superarlos.
Viajaba en el tren que explotó en El Pozo del Tío Raimundo. Como cada mañana, se dirigía a su trabajo en un laboratorio farmacéutico en la calle Génova. La bomba explotó unos pocos asientos por delante de donde ella se encontraba, y milagrosamente, no perdió la consciencia. El chico que viajaba a su lado estaba muerto, y por todas partes veía trozos humanos. Otros viajeros del mismo tren la sacaron de entre los escombros.
Siete años después, Esther recuerda el terrible suceso y los largos meses de hospital e intervenciones quirúrgicas. Se deshace en agradecimientos a todo el personal del Gregorio Marañón y a todos los ciudadanos que aquél día simplemente salieron a la calle a donar sangre. Y hace un repaso de lo que es su vida en la actualidad.
Pero por encima de todo, afirma que la fuerza para salir adelante de tan horrible trauma ha sido y sigue siendo la fe. Pero nadie mejor que ella, en su relato en primera persona, puede dar idea de la hondura humana y espiritual que transmite, no sólo con sus palabras, sino con su mirada y su sonrisa.