Martes, 05 de noviembre de 2024

Religión en Libertad

Testigo insigne de la fe en el régimen comunista de Vietnam

Empieza en Roma la fase diocesana de la beatificación del cardenal Nguyên Van Thuân

Vivió en la cárcel durante 13 años, hasta el 21 de noviembre de 1988, sin juicio ni sentencia, transcurriendo nueve años en completo aislamiento.

Fides

Cardenal Van Thuan
Cardenal Van Thuan

El viernes, 22 de octubre a las 12 horas en el Aula de la Conciliación del Palacio de Letrán, el Cardenal Vicario Agostino Vallini abrió la sesión diocesana de la causa de beatificación del cardenal vietnamita François-Xavier Nguyên Van Thuân.

Estuvo presente el Presidente del Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz, el cardenal Peter K.A. Turkson, y otros Cardenales.

Nació el 17 de abril de 1928 en Hue, Vietnam. Fue ordenado sacerdote el 11 de junio de 1953. Después de sus estudios en Roma, regresó a su tierra natal como profesor y luego rector del Seminario, Vicario general, y luego Obispo de Nha Trang. Fue nombrado por el Papa Pablo VI como Arzobispo titular de Vadesi y coajutor de Saigón (Thành-Phô Chi Minh, Hôchiminh Ville) el 24 de abril de 1975, después de unos meses, con la llegada del régimen comunista, fue detenido y encarcelado. Vivió en la cárcel durante 13 años, hasta el 21 de noviembre de 1988, sin juicio ni sentencia, transcurriendo nueve años en completo aislamiento, con la acusación de que su nombramiento fue el resultado de una conspiración entre el Vaticano y los imperialistas. Antes del aislamiento, comenzó a escribir mensajes a la comunidad cristiana en hojas que le daban en secreto y que después él entregaba a un niño, que se las daba a los hermanos para que hiciesen copias. En el largo aislamiento en Hanoi, custodiado por dos guardias, habían reunido todos los trozos de papel que encontró, realizando una mini agenda en la que escribió más de 300 frases del Evangelio, celebrando la Eucaristía en la palma de la mano y creando también pequeñas comunidades cristianas que se reunian para rezar juntos. Fue liberado el 21 de noviembre de 1988 con el nombramiento de Arzobispo coadjutor de Saigón, el 24 de noviembre de 1994, fue nombrado vicepresidente del Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz, para convertirse después en Presidente en 1998. En este cargo permaneció hasta 2002, cuando murió de cáncer.

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