La financiación de la religión en Europa

La financiación de las distintas confesiones religiosas genera multitud de controversias y debates políticos entre los dirigentes europeos. Mientras que algunos se inclinan por cortar de raíz con toda vía de financiación religiosa, otros exploran opciones alternativas en las que modular la financiación de los diferentes credos, para que ésta se adapte al principio constitucional de la separación entre Iglesia y Estado.

En nuestro país la financiación de la Iglesia católica lleva años en el centro de la polémica. El actual sistema, ideado por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, no contentó a ninguna de las diferentes facciones políticas. Mientras que unos consideran esta financiación insuficiente, otros califican el sistema de escandalosamente favorable para la Iglesia. La cuestión presenta una gran complejidad jurídica, lo que dificulta el debate sosegado e informado en torno a ella.

Con el objetivo de desterrar los prejuicios y falsedades que circulan sobre la financiación de la Iglesia, la profesora de Derecho Eclesiástico de la Universidad Complutense, Silvia Meseguer, elaboró este detallado ensayo, Financiación de la religión en Europa, en el que se tratan desde una perspectiva jurídica todos los problemas de orden legal planteados por la financiación de las religiones.

La financiación de la religión en Europa comienza con un interesante capítulo en el que se aborda el marco constitucional donde se integra la financiación religiosa. Tal y como asevera la autora, el Tribunal Constitucional ha recalcado en muchas ocasiones que el derecho a la libertad religiosa debe ser entendido como un derecho subjetivo, lo que implica no solo su defensa sino también su promoción por parte del Estado. Es en esa promoción estatal de la libertad religiosa donde se enmarca la financiación gubernamental de las religiones plenamente arraigadas en nuestro país.

Tras esta interesante introducción, Silvia Meseguer centra sus esfuerzos en comparar los diferentes sistemas europeos de financiación, mostrando sus similitudes y sus diferencias. En el campo del derecho comparado europeo se observan bastantes parecidos. De hecho, Meseguer acaba por llegar a la conclusión de que no existen grandes diferencias entre los países europeos en lo que respecta a la financiación de las religiones. Todas las naciones europeas financian directa o indirectamente a las diversas asociaciones religiosas.

Después se resume brevemente la historia de la financiación estatal de la Iglesia católica en nuestro país. Se alaba también el alto grado de transparencia alcanzado por la Iglesia católica. La autora incide en la clara desigualdad en la que se encuentran las diferentes religiones en cuanto a su financiación, defendiendo un modelo equitativo en el que todos los credos gozaran de la misma protección de la que goza el credo católico.

Los últimos capítulos se dedican al análisis de la fiscalidad de la Iglesia católica y de las demás confesiones religiosas de nuestro país. También se analizan las otras vías de financiación de la Iglesia: donativos, donaciones… Finalmente, la autoría escribe un breve capítulo dedicado a otros supuestos de financiación.

En definitiva, Silvia Meseguer logra dar respuesta en este breve ensayo a todas las preguntas jurídicas que se plantean en torno a la financiación de la Iglesia. El tema presenta una enorme complejidad, así que el libro gustará a todos aquellos que quieran adentrarse en el estudio de una cuestión complicada y espinosa.