Diez consejos prácticos para la X de la Iglesia

Un año más se nos ofrece la posibilidad de colaborar con el sostenimiento de la Iglesia católica a través de la Asignación Tributaria. Todo contribuyente, a la hora de hacer la Declaración de la Renta, puede asignar una parte de sus impuestos (7 euros de cada 1.000 de su cuota íntegra) a la Iglesia católica. El dinero asignado por los contribuyentes se incluye en el denominado Fondo Común Interdiocesano, cuyas cuentas son publicadas anualmente y explican el destino del dinero recibido. Las diócesis también aportan fondos, y su distribución se realiza con criterios de comunión cristiana de bienes, procurando atender todas las necesidades básicas posibles. En relación con la asignación de este año, conviene tener claro: - Marcar la X no supone nunca pagar más dinero, ni que nos devuelvan menos. - Aunque la declaración salga a devolver, podemos asignar. - La casilla de la Iglesia es totalmente compatible e independiente con la asignación a fines sociales. En caso de marcar ambas, no se divide la asignación, sino que cada finalidad recibe el 0,7%. - Si ha recibido el borrador y no aparece marcada la casilla, hay que modificar el borrador o hacer una declaración nueva. No sirve marcar la casilla a boli. Se puede modificar el borrador por teléfono, por Internet, o acudiendo a la Agencia Tributaria. Puede suponer pequeña molestia, pero merece la pena. - Si le hace la Declaración una tercera persona (en el banco, un amigo, en la propia Hacienda), recuérdele, antes de imprimir la Declaración, su deseo de asignar a favor de la Iglesia. Una vez impresa la Declaración, no es válida la marca manual. - Si usted mismo hace la Declaración, cuando llegue a la asignación, marque todas las opciones de asignación a la Iglesia (contribuyente, cónyuge, unidad familiar). Así evitará problemas. - Antes de firmar la Declaración, en cualquier caso, compruebe que está marcada la asignación. Desde el año pasado, en el ejemplar que se queda usted debe aparecer también marcada la casilla. - El mantenimiento de la Iglesia es cosas de todos. Recuerde a sus familiares y amigos que este sencillo gesto de asignar no les costará nada. -El importe recibido por la Iglesia a través de esta vía supone una pequeña parte, aunque importante, de las necesidades a cubrir. Por eso, tanto si usted ha marcado la casilla como si no ha podido, al no tener que hacer la Declaración, recuerde la necesidad de seguir colaborando con la Iglesia a través de las aportaciones directas (colectas, suscripciones, herencias, etc.), que suponen la fuente principal de financiación. - Desde el año pasado, con el nuevo sistema, la colaboración del Estado con la Iglesia para su sostenimiento se ciñe únicamente a entregar el importe asignado por los contribuyentes, desapareciendo otras asignaciones. Por eso, en toda ocasión y especialmente en estos momentos de dificultad económica, es fundamental la colaboración de todos. Para que la Iglesia siga dándose a los demás, para que siga haciendo el bien. Por tantos, que necesitan tanto... * Fernando Giménez Barriocanal es vicesecretario de Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal Española.