Si tú me quieres
Esta candidatura de Rafa Sánchez para representar a España en Eurovisión puede tener otro efecto positivo, sacar a la luz todo un arsenal de música con valores que suponen los discos de autores cristianos. Miles de canciones, miles de trozos de Evangelio musicalizados que suponen un modo privilegiado de evangelizar.
“Si tú me quieres” es el título de la canción que el cantautor cristiano Rafa Sánchez ha presentado para el proceso de selección de la canción que representará a España en el festival de Eurovisión 2009. Dios no me ha concedido el don del sentido del ritmo, con lo cual no puedo decir si es especialmente bailable, aunque si me parece agradable y pegadiza, con una musicalidad acorde para reflejar el contenido profundo que pretende comunicar. Y es que el propio autor en una entrevista concedida a un medio de comunicación afirma que la canción pretende poner música a un pensamiento de Dostoyevski, que repite en el estribillo, “en esta vida uno de los mayores sufrimientos es no poder amar”. Me parece afortunado que en Eurovisión, es decir, en una plataforma tan importante, en este nuevo areópago –porque aunque mucha gente niegue que lo sigue, lo ven muchas personas–, se lance un mensaje tan positivo, tan cristiano, aunque provenga de Dostoyevski, que no vamos ahora a entrar en el debate de su religiosidad y su comprensión de lo divino. En el fondo se trata de decir que el que no ama se muere. Que no podemos vivir sin amor. Podremos pasar por la vida, o la vida por nosotros, pero sino amamos de verdad a A/alguien será una vida gris o necesitada de otros estímulos para que parezca interesante. (¿No será esta la razón de tanto consumo de drogas o de otras formas de violencia?). En tiempos de egoísmo, o de falsos amores, en los que se confunde sexo con amor, o se olvida el segundo y se prefiere el primero. En tiempos en los que tanta gente no sabe superar las heridas de la vida, y creen que el egoísmo es la única salida, este mensaje de Rafa Sánchez, que no es sino el del Evangelio –hemos sido creados por amor y para amar–, es una bocanada de aire fresco y además dicho con un ritmo musical pegadizo. En definitiva, no hay que tenerle miedo a amar, es lo que nos hace felices. Esta candidatura de Rafa Sánchez para representar a España en Eurovisión puede tener otro efecto positivo, sacar a la luz todo un arsenal de música con valores que suponen los discos de autores cristianos. Miles de canciones, miles de trozos de Evangelio musicalizados que suponen un modo privilegiado de evangelizar que muchas veces quedan reducidos a canciones casi olvidadas que sólo conocen unos pocos jóvenes cristianos. El dios mercado no es tan neutro como parece y, tengo para mi, que muchas de esas canciones que tienen una grandísima calidad no llegan al gran público, no por la ley de la oferta y la demanda, sino porque no suele interesar que se difunda el mensaje del evangelio. Esta canción puede ser una buena posibilidad para romper esta imposición. Muchas veces insistimos en que los cristianos debemos estar en la vida pública. ¿No será esta una buena oportunidad? Sólo nos cuesta un voto por Internet. Rafael Amo Usanos, sacerdote
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