La conversión del obispo-teólogo Bruno Forte
Era un decidido partidario de la expresión "por todos" en las palabras de la consagración. Pero la carta del Papa a los obispos alemanes le hizo cambiar de idea. Ahora él también quiere que se diga "por muchos"
por Sandro Magister
La disputa sobre la traducción del “pro multis” de la fórmula de la consagración eucarística se ha visto enriquecida, en Italia, por una nueva e interesante contribución.
En efecto, sobre este tema ha salido al campo en el principal diario italiano, el "Corriere della Sera" del domingo 26 de agosto, un personaje de gran nombre, el arzobispo de Chieti y Vasto, monseñor Bruno Forte, ex miembro de la Comisión Teológica Internacional y consagrado obispo por el entonces cardenal Joseph Ratzinger.
En el artículo, siguiendo las huellas trazadas en la carta dirigida el 14 de abril por Benedicto XVI a los obispos alemanes, Forte toma posición en forma nítida a favor de la traducción “por muchos”, sustituyendo el "por todos", puesto en circulación en Italia y en otros numerosos países después del Concilio Vaticano II.
“Teológicamente – escribe Forte – me parece más respetuosa de la libertad de cada uno la traducción ´por muchos´, que por otra parte no excluye de ninguna manera el ofrecimiento de la salvación hecha a todos por Jesús en la cruz”.
“Por eso – agrega en la conclusión del artículo – prefiero la traducción ´por muchos´ y considero que si es bien explicada puede ser de ayuda y de estímulo para muchos”.
Forte critica también la traducción que se encuentra en el Misal francés "pour la moltitude" [por la multitud], valorada recientemente por dos estudiosos italianos, Francesco Pieri y Silvio Barbaglia.
Forte liquida la versión "por una multitud", propuesta por ellos, como una de esas "soluciones intermedias" que "aunque deseables” son "inevitablemente perjudiciales".
Que Forte salga a jugar es significativo y, en cierta manera, sorprendente.
Significativo porque él es uno de los obispos italianos más conocidos, también a nivel internacional, y goza de un gran número de seguidores entre sus hermanos obispos, que efectivamente lo han votado como su representante en el sínodo mundial sobre la nueva evangelización, que se celebrará en Roma en octubre.
De los cuatro seleccionados es el único sin púrpura cardenalicia, los otros tres son efectivamente cardenales: Angelo Bagnasco, Giuseppe Betori y Angelo Scola.
Y sorprendente porque Forte es considerado desde siempre un teólogo del campo progresista, el campo que más se opone, y no sólo en Italia, a pasar de la expresión “por todos” a “por muchos”.
En el memorable congreso eclesial de Loreto, celebrado en el año 1985 y que marcó el ascenso en el liderazgo de la Iglesia italiana de Camillo Ruini, en ese entonces obispo auxiliar de Reggio Emilia, Forte militaba justamente en el otro campo, en ese momento vencedor, junto al entonces presidente de la Conferencia Episcopal, Anastasio Ballestrero, y junto al cardenal Carlo Maria Martini. Fue él quien pronunció el informe teológico introductorio de ese congreso.
Es por esto que terminó no pocas veces en la mira de los colegas teólogos más conservadores.
Por ejemplo, en un artículo publicado en el 2004, don Nicola Bux, consultor –en ese entonces y hoy- de la Congregación para la Doctrina de la Fe, señaló a Forte como uno de los “divulgadores” de una “teología débil y derivada” respecto a la resurrección de Jesús, reducida a “leyenda etiológica” o a un artificio para respaldar el culto que los judeo-cristianos desarrollaron en el lugar que Jesús fue sepultado”.
Pero que Forte salga a jugar es todavía más sorprendente, porque marca en él un cambio de juicio respecto al pasado.
Durante la asamblea general de la Conferencia Episcopal Italiana, celebrada en noviembre del 2010, cuando los obispos italianos confirmaron con una votación masiva su apoyo al mantenimiento de la versión “por todos”, Forte fue uno de los pocos que intervinieron en la discusión en el aula sobre la cuestión. Intervino para apoyar a la mayoría.
En esa ocasión, el teólogo napolitano – tío por parte materna del procurador John Henry Woodcock, muy conocido por sus investigaciones judiciales y por su elevada exposición mediática, la última contra Ettore Gotti Tedeschi, el ex presidente del IOR – afirmó efectivamente que "la alternativa ´por muchos/por todos´ contiene un tono teológicamente fundado", pero – agregó – se trata de un tono "demasiado sutil para explicar a la gente", con lo que expresó así la opinión de “mantener la traducción actualmente en uso”.
En esa asamblea los obispos votaron plebiscitariamente a favor del mantenimiento del “por todos” con 171 votos sobre 187 votantes (además de un voto en blanco, sólo 11 se expresaron a favor del “por muchos” y 4 por la versión “por las multitudes”). Y eso a pesar de la carta circular con la que en octubre del 2006 la Congregación vaticana para el Culto Divino había dado a los episcopados de todo el mundo la indicación autorizada, por mandato del neoelecto Benedicto XVI, de traducir con “por muchos” el “pro multis” de la "editio typica" latina del Misal romano.
Actualmente , el texto de la nueva traducción del Misal italiano está a consideración de la Congregación para el Culto Divino, que debe dar la necesaria “recognitio”. Y a la luz de la carta del Papa a los obispos alemanes del pasado mes de abril se puede prever fácilmente que el dicasterio no transigirá en la cuestión del cambio del “por todos” a “por muchos”.
El partido podría todavía permanecer abierto en lo que se refiere a otros puntos sensibles de la traducción. Como los cambios propuestos por los obispos, con votos masivos apoyando el distanciamiento respecto al original latino, para el “pax hominibus bonae voluntatis” del Gloria y para el “ne nos inducas in temptationem” del Padre Nuestro, o, con un criterio contrario, el pedido de no tocar la actual versión italiana del "Domine non sum dignus", clamorosamente – y arbitrariamente – diferente del original latino ("Señor, yo no soy digno de participar en tu mesa", en lugar de "Señor, no soy digno que entres bajo mi techo" del Misal latino, tomado literalmente de Mt 8, 8).
En este marco se sitúa el giro de Forte a favor del “por muchos”. Giro que los más maliciosos leen como su pasaje al carro del vencedor, en una batalla para él ya perdida, en vista de eventuales promociones futuras.
Forte era considerado en carrera para el patriarcado de Venecia y para ese cargo tuvo un "respaldo" público del ex alcalde de centro-izquierda de la ciudad, el filósofo Massimo Cacciari.
Ahora ya han comenzado las grandes maniobras para dos sedes italianas de tradición cardenalicia – Boloña y Palermo – cuyos pastores, Carlo Caffarra y Paolo Romeo respectivamente, cumplirán 75 años en el transcurso del 2013. Pero ésta es otra historia.
En efecto, sobre este tema ha salido al campo en el principal diario italiano, el "Corriere della Sera" del domingo 26 de agosto, un personaje de gran nombre, el arzobispo de Chieti y Vasto, monseñor Bruno Forte, ex miembro de la Comisión Teológica Internacional y consagrado obispo por el entonces cardenal Joseph Ratzinger.
En el artículo, siguiendo las huellas trazadas en la carta dirigida el 14 de abril por Benedicto XVI a los obispos alemanes, Forte toma posición en forma nítida a favor de la traducción “por muchos”, sustituyendo el "por todos", puesto en circulación en Italia y en otros numerosos países después del Concilio Vaticano II.
“Teológicamente – escribe Forte – me parece más respetuosa de la libertad de cada uno la traducción ´por muchos´, que por otra parte no excluye de ninguna manera el ofrecimiento de la salvación hecha a todos por Jesús en la cruz”.
“Por eso – agrega en la conclusión del artículo – prefiero la traducción ´por muchos´ y considero que si es bien explicada puede ser de ayuda y de estímulo para muchos”.
Forte critica también la traducción que se encuentra en el Misal francés "pour la moltitude" [por la multitud], valorada recientemente por dos estudiosos italianos, Francesco Pieri y Silvio Barbaglia.
Forte liquida la versión "por una multitud", propuesta por ellos, como una de esas "soluciones intermedias" que "aunque deseables” son "inevitablemente perjudiciales".
Que Forte salga a jugar es significativo y, en cierta manera, sorprendente.
Significativo porque él es uno de los obispos italianos más conocidos, también a nivel internacional, y goza de un gran número de seguidores entre sus hermanos obispos, que efectivamente lo han votado como su representante en el sínodo mundial sobre la nueva evangelización, que se celebrará en Roma en octubre.
De los cuatro seleccionados es el único sin púrpura cardenalicia, los otros tres son efectivamente cardenales: Angelo Bagnasco, Giuseppe Betori y Angelo Scola.
Y sorprendente porque Forte es considerado desde siempre un teólogo del campo progresista, el campo que más se opone, y no sólo en Italia, a pasar de la expresión “por todos” a “por muchos”.
En el memorable congreso eclesial de Loreto, celebrado en el año 1985 y que marcó el ascenso en el liderazgo de la Iglesia italiana de Camillo Ruini, en ese entonces obispo auxiliar de Reggio Emilia, Forte militaba justamente en el otro campo, en ese momento vencedor, junto al entonces presidente de la Conferencia Episcopal, Anastasio Ballestrero, y junto al cardenal Carlo Maria Martini. Fue él quien pronunció el informe teológico introductorio de ese congreso.
Es por esto que terminó no pocas veces en la mira de los colegas teólogos más conservadores.
Por ejemplo, en un artículo publicado en el 2004, don Nicola Bux, consultor –en ese entonces y hoy- de la Congregación para la Doctrina de la Fe, señaló a Forte como uno de los “divulgadores” de una “teología débil y derivada” respecto a la resurrección de Jesús, reducida a “leyenda etiológica” o a un artificio para respaldar el culto que los judeo-cristianos desarrollaron en el lugar que Jesús fue sepultado”.
Pero que Forte salga a jugar es todavía más sorprendente, porque marca en él un cambio de juicio respecto al pasado.
Durante la asamblea general de la Conferencia Episcopal Italiana, celebrada en noviembre del 2010, cuando los obispos italianos confirmaron con una votación masiva su apoyo al mantenimiento de la versión “por todos”, Forte fue uno de los pocos que intervinieron en la discusión en el aula sobre la cuestión. Intervino para apoyar a la mayoría.
En esa ocasión, el teólogo napolitano – tío por parte materna del procurador John Henry Woodcock, muy conocido por sus investigaciones judiciales y por su elevada exposición mediática, la última contra Ettore Gotti Tedeschi, el ex presidente del IOR – afirmó efectivamente que "la alternativa ´por muchos/por todos´ contiene un tono teológicamente fundado", pero – agregó – se trata de un tono "demasiado sutil para explicar a la gente", con lo que expresó así la opinión de “mantener la traducción actualmente en uso”.
En esa asamblea los obispos votaron plebiscitariamente a favor del mantenimiento del “por todos” con 171 votos sobre 187 votantes (además de un voto en blanco, sólo 11 se expresaron a favor del “por muchos” y 4 por la versión “por las multitudes”). Y eso a pesar de la carta circular con la que en octubre del 2006 la Congregación vaticana para el Culto Divino había dado a los episcopados de todo el mundo la indicación autorizada, por mandato del neoelecto Benedicto XVI, de traducir con “por muchos” el “pro multis” de la "editio typica" latina del Misal romano.
Actualmente , el texto de la nueva traducción del Misal italiano está a consideración de la Congregación para el Culto Divino, que debe dar la necesaria “recognitio”. Y a la luz de la carta del Papa a los obispos alemanes del pasado mes de abril se puede prever fácilmente que el dicasterio no transigirá en la cuestión del cambio del “por todos” a “por muchos”.
El partido podría todavía permanecer abierto en lo que se refiere a otros puntos sensibles de la traducción. Como los cambios propuestos por los obispos, con votos masivos apoyando el distanciamiento respecto al original latino, para el “pax hominibus bonae voluntatis” del Gloria y para el “ne nos inducas in temptationem” del Padre Nuestro, o, con un criterio contrario, el pedido de no tocar la actual versión italiana del "Domine non sum dignus", clamorosamente – y arbitrariamente – diferente del original latino ("Señor, yo no soy digno de participar en tu mesa", en lugar de "Señor, no soy digno que entres bajo mi techo" del Misal latino, tomado literalmente de Mt 8, 8).
En este marco se sitúa el giro de Forte a favor del “por muchos”. Giro que los más maliciosos leen como su pasaje al carro del vencedor, en una batalla para él ya perdida, en vista de eventuales promociones futuras.
Forte era considerado en carrera para el patriarcado de Venecia y para ese cargo tuvo un "respaldo" público del ex alcalde de centro-izquierda de la ciudad, el filósofo Massimo Cacciari.
Ahora ya han comenzado las grandes maniobras para dos sedes italianas de tradición cardenalicia – Boloña y Palermo – cuyos pastores, Carlo Caffarra y Paolo Romeo respectivamente, cumplirán 75 años en el transcurso del 2013. Pero ésta es otra historia.
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