El héroe del Milagro de los Andes
El viernes 13 de octubre de 1972, cayó en los Andes el vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya. A bordo iba el equipo de rugby de Old Christian´s, conformado por ex alumnos del Colegio Stella Maris, de la Congregación Christian Brothers. Viajaban a Chile con intención de jugar un partido amistoso e iban acompañados por familiares y amigos, pues se trataba de un vuelo chárter. La historia de los 16 jóvenes que sobrevivieron durante 72 días en la nieve -a la que ninguno de ellos estaba acostumbrado, pues en Uruguay no nieva- fue conocida en un primer momento como “la tragedia de los Andes”. Con el paso del tiempo, la palabra “tragedia” se fue sustituyendo por la palabra “milagro”. Varios libros se han escrito sobre el Milagro de los Andes. En 1993 se estrenó ¡Viven!, la primera película, y más recientemente, en diciembre de 2023, se estrenó otra titulada La sociedad de la nieve, basada en el libro homónimo de Pablo Vierci.
El nuevo film es muy bueno, realista, y digno de verse. Sin embargo, pensamos que el tema de la fe de los chicos podría haberse tratado con mayor profundidad, claridad y contundencia. Sobre la vivencia de esa fe en la “sociedad de la nieve” hay testimonios concretos y abundantes.
Entre ellos, destacamos el de Nando Parrado, quien contó su historia en el documental Medjugorje: la película de 2021: “Mi devoción por la Virgen -dice Nando- creo que empezó en la cordillera de los Andes. Yo sentía cada vez que quería comenzar a rezar (el Rosario), que rezaba Avemarías y no Padrenuestros. Entonces me sentía mucho más unido a la Virgen, hablaba con ella, rezaba con ella y le pedía a ella que esta situación tan difícil, no fuera imposible. (…) Cuando me preguntan cuántos Rosarios he rezado con Roberto a lo largo de esa caminata, los rezaba creo que yo solo, y no sé si eran Rosarios, sino que eran Avemarías. Rezando a la Virgen, una oración unida atrás de la otra, yo calculo que debo haber rezado miles y miles de Avemarías a lo largo de esos 10 días”. Parece claro que en el Milagro la Virgen estuvo presente. Sobre todo, en el momento decisivo.
En la cordillera, los 16 sobrevivientes fueron salvados por un pastor, Sergio Catalá. En Medjugorje, Nando se encontró con otro Salvador: “Caminando pasé por un lugar donde había muchos confesionarios en distintos idiomas. (…) Vi uno que decía “en inglés [in English], y bueno, hice la cola. Hacía 45 años que no me confesaba. Llego hasta ahí, encuentro a este cura que era australiano, y le digo: ‘Mira, soy tu peor cliente’, y me dice: ‘¿Por qué?’. ‘Porque hace 45 años que no me confieso, de los diez mandamientos, menos no matar, todos, algunos varias veces’. Me miró y me dijo: ‘Bueno, pero tienes la fe y las ganas de venir a confesarte, o sea, que yo te voy a perdonar todo lo que has hecho. Y ahora vas a ir y vas a comulgar’. Me bendijo y me levanté un poco más liviano sin esa mochila, y en la misa de la tarde de ese día, pude comulgar por primera vez en 45 años”.
Nando pasará a la historia como “el héroe de los Andes”: durante diez días y con ropa totalmente inadecuada, subió y bajó montañas nevadas imposibles para el mejor de los alpinistas, junto a su amigo Roberto Canessa… Sobre el final, tuvo que llevarlo a cuestas, porque Roberto no daba más. Sin embargo, fue Roberto quien divisó al pastor que les salvó la vida…
Entrevista a Veronique Van Wassenhove y Nando Parrado sobre su experiencia en Medjugorje.
Para nosotros, la mayor demostración de coraje de Nando fue dar testimonio público de su confesión: tras 45 años de subir y bajar las duras y frías montañas de la vida, gracias a la peregrinación que hizo con su esposa Veronique a Medjugorje, Nando se encontró con el perdón de Dios: con el cálido amor del Padre bueno, que le abrió las puertas de la salvación. Como Roberto en la cordillera, fue Veronique quien de la mano de la Virgen, le mostró a Aquel que es el camino, la verdad y la vida…
El Milagro de los Andes, como el milagro de la salvación de toda alma, solo ocurre cuando a la lucha personal y al heroísmo de aquellos que -¡porque aman!- quieren escapar de la muerte, salvarse y salvar a sus amigos, se unen el amor y la gracia de Dios. Por intercesión –naturalmente- de la Santísima Virgen María…
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