El libro médico de santa Hildegarda

Hace cinco años escasos todavía no se había traducido a ninguna lengua moderna la principal obra médica de Santa Hildegard: el Causae et Curae, “Causas y remedios de las enfermedades”.

Quienes en España nos ocupábamos entonces en traducir las obras de Santa Hildegarda al español, no nos atrevíamos con ésta; su contenido es el más delicado de todos y teníamos horror a traducir a la brava: el latín no está tan lleno de trampas como las lenguas romances, pero no queríamos atribuir a un gladiador (Ave Caesar, morituri te salutant) aquello de que las aves del César murieron por falta de salud.

En consecuencia encomendamos la traducción a dos filólogos profesionales, los latinistas D. José María Pujol y D. Pablo Kurt Rettschlag, con cuya traducción, "Hildegardiana", la asociación que habíamos creado para acercar la obra de Santa Hildegarda a los lectores hispanos, terminó de poner en español todas las obras mayores de Santa Hildegarda, sin perjuicio de seguir traduciendo las obras menores. Era algo realmente inimaginable hace treinta años, cuando Hildegarda de Binguen estaba perdida en un volumen de la inmensa Patrología Latina totalmente desconocido en España. Fuera de España únicamente se habían traducido, al alemán y solo en parte, las obras Scivias y Divinorum Operum.

El Causae et Curae es una de las dos obras médicas de Santa Hildegarda, y se supone razonablemente que la dictó en un todo único junto con la Physica. Una fundada conjetura supone que la Physica es el libro de medicina simple para que todos conozcan la utilidad y el valor curativo de las plantas, animales y minerales más comunes y abundantes en la creación, y Causae et Curae es el libro de la medicina compleja, destinado a explicar a los profesionales de la medicina el funcionamiento general del organismo humano, basado en sus secrecciones internas cuyas disfunciones causan las enfermedades y la mutua interrelación entre el hombre y el cosmos. Mutua, porque no solo el mal tiempo afecta a las articulaciones y las viejas fracturas, sino que, según Santa Hildegarda, es la mala conducta del hombre la responsable de inundaciones y tornados, por ejemplo.

Del libro Causae et Curae solo se conoce el manuscrito que se guarda en la Biblioteca Real de Copenhague, procedente a su vez de un monasterio alemán devastado en cualquiera de las convulsiones que han destruído el patrimonio cultural de Centroeuropa.

Paul Kaiser realizó su edición crítica latina (Teubner, 1901), que es la que se ha vertido en lengua vulgar en muy pocos años a los principales idiomas occidentales, por primera vez después de ochocientos años de silencio. Fue una lástima que la versión inglesa se adelantara a publicarse la primera cuando estábamos repuliendo la española.

El contenido de la obra se divide en cinco libros de desigual tamaño. El libro está dividido por una larga serie de epígrafes que añadió algún copista porque esta claro que el texto se dictó todo corrido, y además hay epígrafes que revelan que el que lo puso no entendió el texto. Probablemente no son de Santa Hildegarda sino que están intercalados, pues los distintos párrafos se continúan uno a otro. Los epígrafes no son afortunados y reflejan ideas medievales, mientras que el texto hildegardiano tiene incomparable frescura, independencia y originalidad.

El primer libro, relativamente corto, se ocupa del conjunto de la Creación, que continuamente se está formando como en el torno de Dios. En el espaciotiempo, las estrellas son como nódulos y hoyos ("montañas y valles"), tal como lo explicaría un astrofísico de vanguardia. Hildegarda afirma de pasada la redondez de la Tierra. A consecuencia del pecado original, el hombre está sujeto a las influencias de todo el cosmos, y a su vez, como se ha dicho, su mala conducta influye en el cosmos.

El segundo libro, que es con diferencia el más extenso, es un tratado excepcionalmente minucioso acerca de la procreación desde el punto de vista divino que, sin el menor tapujo conoce las inclinaciones de sus criaturas caídas. El buen funcionamiento del organismo humano depende principalmente del equilibrio de cuatro secrecciones internas, dos flemas y dos livores cuyo desequilibrio causa las distintas enfermedades.

Según predomine una u otra secrección hay diversos tipos de hombres y de mujeres, cuyas características afectan principalmente a su capacidad de procreación, aspecto que, como se ha dicho, la santa describe con la mayor transparencia, extensa y pormenorizadamente.

Los libros tercero y cuarto tratan de los remedios para corregir las disfunciones endocrinas, con puntos de vista sumamente originales; por ejemplo, Santa Hildegarda no le da gran importancia al cáncer, pero sí al hipo, que describe como precanceroso.

El libro quinto y último expone los síntomas que presagian muerte o que permiten suponer que el enfermo vivirá, y concluye con una clasificación de sesenta tipos humanos, treinta masculinos y treinta femeninos, cuyas características están condicionadas por el momento de su concepción.

En artículos sucesivos iremos presentando algunos aspectos llamativos de este libro médico.

Escrito por Rafael Renedo y José María Sánchez de Toca.

Más información en www.hildegardiana.es

EL SEGUNDO ENCUENTRO SOBRE SANTA HILDEGARDA lo tendremos en el Salón de Actos de la Iglesia de San Martín, C/ Desengaño 26, Metro Gran Vía o Callao, el miércoles 21 de marzo de 2012 a las 19.30,
para hablar de la "Vita Meritorum", la obra de Santa Hildegarda sobre la sanación de las enfermedades del alma.