Cinco casos clínicos de santa Hildegarda
Cuenta en su libro "El arte de sanar con gemas de Santa Hildegarda de Binguen" buen número de casos clínicos resueltos por aplicación piedras semipreciosas según indica Hildegarda
El Dr. Wighard Strehlow, colaborador y sucesor del Dr. Gottfried Hertzka y autor de una docena de libros sobre medicina hildegardiana, cuenta en su libro "El arte de sanar con gemas de Santa Hildegarda de Binguen" buen número de casos clínicos resueltos por aplicación piedras semipreciosas según indica Hildegarda.
Como no da fechas, lugares ni siquiera las iniciales de los pacientes, quizá no sirvan como pruebas científicas, pero son reveladoras de la forma en que este facultativo ha aplicado los consejos de Santa Hildegarda y de sus resultados. Los minerales aquí mencionados (calcedonia, crisoprasa, jacinto, jaspe y prasio) se hallarán a precios muy asequibles (como mucho dos o tres euros pieza) en las tiendas de minerales o en la feria de la Escuela de Minas los primeros domingos de mes por la mañana. Los pacientes se aplicaron las piedras según la praxis del Dr. Strehlow, basada en las indicaciones de Santa Hildegarda.
1."Como cirujano la verdad es que no tengo por qué ser muy hablador. Por consiguiente me sobrevino tanto mayor crisis cuando mis colegas me eligieron presidente de la asociación provincial. Una vez por semana tenía que dirigir las reuniones, y antes de subir al estrado me daba la "fiebre de candilejas". Finalmente mi mujer, que también es médico y amiga de [Santa] Hildegarda, me regaló una pulsera de muñeca de calcedonia que me puse en el brazo izquierdo por debajo de la camisa. Antes de subir al estrado echaba el aliento a la piedra y la tenía un poco en la boca. Desde entonces tengo la sensación de llevar un megáfono en la cabeza; había que frenar mi verborrea. Al hablar ante mis colegas me gastan bromas porque ninguno de ellos me conocía así". (loc.cit.p.63)
2."Tenía unos dolores de rodilla tan terribles que apenas podía andar. En el Hospital me hicieron una artroscopia que empeoró mis dolores y después solo podía andar con bastón. Los médicos me aconsejaron una operación de rodilla, pero yo ensayé con medios de medicina hildegardiana. Con ayuda de una rodillera me sujeté dos placas de crisoprasa a ambos lados de mi rodilla derecha. Los dolores desaparecieron a los cinco minutos y desde entonces no han vuelto. Tres semanas después pude volver a andar sin bastón. Ahora froto habitualmente mi rodilla con ungüento de ajenjo, tomo alimentos de espelta y una vez a la semana como pata de ternera con verdura. Ya no necesito operación." (Ib., p. 75)
3."Tengo 19 años y tenía que satisfacerme a solas varias veces al día, lo que con frecuencia me dejaba muy molesto y frustrado. La cadena de jacinto y la oración arriba mencionada y el pan de jacinto me han ayudado mucho a transformar mi energía sexual en energía espiritual y deportiva. Además padecía alucinaciones y muchas veces me sentía sumido en dudas y perdido sin esperanza. Sin embargo he mejorado mucho mi equilibrio anímico desde que llevo constantemente una cadena de jacinto, rezo la oración prescrita, como pan de jacinto y tomo hasta dos veces por semana una sauna de vapor de avena." (Ib. p. 91)
4."El paciente, de 44 años, había sido operado de sinusitis en diversas clínicas. Finalmente una llamada "operación radical" le extirpó completamente la mucosa nasal. Ahora el paciente tenía más dolores y numerosas irrigaciones no le proporcionaban ningún alivio. Todo le dolía. Finalmente añadió a todo esto ponerse una [piedra de jaspe como una] `aceituna´ alternativamente en los orificios nasales derecho e izquierdo. Al cabo de una semana estaba completamente libre de dolores, y en este estado se mantiene desde hace cinco años". (Ib. p.102)
5."Un joven llevaba siempre pañuelo al cuello para ocultar un eczema en el cuello. Cuando se aplicó una compresa de prasio y masa de centeno, se le puso el ombligo completamente rojo y el eczema del cuello despaareció para siempre. Tres días después ya no se veía rojez en torno al ombligo". (Ib. p.116; antes ha dicho que hay que amasar el prasio con una pasta de harina de centeno y agua, y aplicarlo con una compresa en el ombligo durante tres días).
(De la obra del Dr. Wighard Strehlow: "El arte de curar con piedras preciosas de Hildegarda de Binguen" ("Die Edelstein-Heilkund der Hildegard von Bingen", Augsburg: Weltbild, 2006)
2º ENCUENTRO SOBRE SANTA HILDEGARDA:
Ante la desbordante audiencia del primer encuentro el pasado día 16, el próximo encuentro lo celebraremos el 22 de marzo, jueves, a las siete y media de la tarde en el salón de la Iglesia de San Martín, C/ Desengaño nº 26 (Metro Gran Vía), para hablar de la Vita Meritorum, la terapia hildegardiana para el alma.
Como no da fechas, lugares ni siquiera las iniciales de los pacientes, quizá no sirvan como pruebas científicas, pero son reveladoras de la forma en que este facultativo ha aplicado los consejos de Santa Hildegarda y de sus resultados. Los minerales aquí mencionados (calcedonia, crisoprasa, jacinto, jaspe y prasio) se hallarán a precios muy asequibles (como mucho dos o tres euros pieza) en las tiendas de minerales o en la feria de la Escuela de Minas los primeros domingos de mes por la mañana. Los pacientes se aplicaron las piedras según la praxis del Dr. Strehlow, basada en las indicaciones de Santa Hildegarda.
1."Como cirujano la verdad es que no tengo por qué ser muy hablador. Por consiguiente me sobrevino tanto mayor crisis cuando mis colegas me eligieron presidente de la asociación provincial. Una vez por semana tenía que dirigir las reuniones, y antes de subir al estrado me daba la "fiebre de candilejas". Finalmente mi mujer, que también es médico y amiga de [Santa] Hildegarda, me regaló una pulsera de muñeca de calcedonia que me puse en el brazo izquierdo por debajo de la camisa. Antes de subir al estrado echaba el aliento a la piedra y la tenía un poco en la boca. Desde entonces tengo la sensación de llevar un megáfono en la cabeza; había que frenar mi verborrea. Al hablar ante mis colegas me gastan bromas porque ninguno de ellos me conocía así". (loc.cit.p.63)
2."Tenía unos dolores de rodilla tan terribles que apenas podía andar. En el Hospital me hicieron una artroscopia que empeoró mis dolores y después solo podía andar con bastón. Los médicos me aconsejaron una operación de rodilla, pero yo ensayé con medios de medicina hildegardiana. Con ayuda de una rodillera me sujeté dos placas de crisoprasa a ambos lados de mi rodilla derecha. Los dolores desaparecieron a los cinco minutos y desde entonces no han vuelto. Tres semanas después pude volver a andar sin bastón. Ahora froto habitualmente mi rodilla con ungüento de ajenjo, tomo alimentos de espelta y una vez a la semana como pata de ternera con verdura. Ya no necesito operación." (Ib., p. 75)
3."Tengo 19 años y tenía que satisfacerme a solas varias veces al día, lo que con frecuencia me dejaba muy molesto y frustrado. La cadena de jacinto y la oración arriba mencionada y el pan de jacinto me han ayudado mucho a transformar mi energía sexual en energía espiritual y deportiva. Además padecía alucinaciones y muchas veces me sentía sumido en dudas y perdido sin esperanza. Sin embargo he mejorado mucho mi equilibrio anímico desde que llevo constantemente una cadena de jacinto, rezo la oración prescrita, como pan de jacinto y tomo hasta dos veces por semana una sauna de vapor de avena." (Ib. p. 91)
4."El paciente, de 44 años, había sido operado de sinusitis en diversas clínicas. Finalmente una llamada "operación radical" le extirpó completamente la mucosa nasal. Ahora el paciente tenía más dolores y numerosas irrigaciones no le proporcionaban ningún alivio. Todo le dolía. Finalmente añadió a todo esto ponerse una [piedra de jaspe como una] `aceituna´ alternativamente en los orificios nasales derecho e izquierdo. Al cabo de una semana estaba completamente libre de dolores, y en este estado se mantiene desde hace cinco años". (Ib. p.102)
5."Un joven llevaba siempre pañuelo al cuello para ocultar un eczema en el cuello. Cuando se aplicó una compresa de prasio y masa de centeno, se le puso el ombligo completamente rojo y el eczema del cuello despaareció para siempre. Tres días después ya no se veía rojez en torno al ombligo". (Ib. p.116; antes ha dicho que hay que amasar el prasio con una pasta de harina de centeno y agua, y aplicarlo con una compresa en el ombligo durante tres días).
(De la obra del Dr. Wighard Strehlow: "El arte de curar con piedras preciosas de Hildegarda de Binguen" ("Die Edelstein-Heilkund der Hildegard von Bingen", Augsburg: Weltbild, 2006)
2º ENCUENTRO SOBRE SANTA HILDEGARDA:
Ante la desbordante audiencia del primer encuentro el pasado día 16, el próximo encuentro lo celebraremos el 22 de marzo, jueves, a las siete y media de la tarde en el salón de la Iglesia de San Martín, C/ Desengaño nº 26 (Metro Gran Vía), para hablar de la Vita Meritorum, la terapia hildegardiana para el alma.
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